PA’ FANFARRÓN FU-FU
(Movimiento UPC)
Fernado Fernández, popularmente conocido
como Fu-Fu por los acelerones de sus coches en la Facultad de Medicina de la
Universidad de La Laguna, desconociendo si fue igual de popular como estudiante
en la facultad navarra del Opus Dei, aparcó hace algunos años su profesión para
ejercer al servicio del colonialismo y no vuela como el cóndor, según
autoproclama, ya le gustaría (el cóndor vuela libre e independientemente, no a
costa de los demás), o probablemenge se
refiera al viaje de la legión cóndor, fuerza de intervención aérea enviada por
Hitler a Franco durante lo que denomina “la aventura” de 1936 y que resultó
decisiva en la victoria fascista, sino que vuela en primera clase de las
aeronaves que pagamos todos nosotros, por lo menos mientras defendía los
intereses coloniales de la madrastra arbitraria, España, en el Parlamento
europeo, bajo el paraguas del mal denominado Partido Popular.
Previamente había ejercido en el Parlamento
de Canarias, habiendo sido nombrado presidente del también mal denominado
Gobierno autónomo (no puede ser autónoma ninguna colonia), del que fue
descabalgado por sus propios correligionarios del CDS fundado por Adolfo
Suárez, que era presidente del Gobierno de España cuando el compatriota Don Antonio
Cubillo sufrió un execrable atentado en Árgel, a consecuencia del cual falleció
recientemente, atentado juzgado por la Audiencia Nacional española como
terrorismo de Estado.
El Sr. Fernández descalifica e intenta
ridiculizar a los independentistas catalanes y vascos en un artículo publicado
el domingo 3 de noviembre en el rotativo “El Día”, llamándolos primarios,
urbanitas, peseteros (tonto llama a Artur Más, aunque no tonto del todo y
totorota a la cabeza de Durán, del que asegura no hay no hay que fiarse ni un pelo), de Ibarreche dice que “se gana unas perrillas dando
conferencias por Puerto Rico y en lugares remotos de los Estados Unidos, donde
viven los descendientes de los campesinos vascos que emigraron en la segunda
mitad del siglo XIX para pastorear más de 50 millones de ovejas”, y, aunque el
Sr. Fernández conoce las palabras podona, balayo y espuerta, el antipatriota
canario prefiere vilipendiar.
Pero no vilipendia el día de la “Diada” ni
del “Aberri Eguna”, sino en medio de las celebraciones en conmemoración del 49
aniversario de la bandera nacional canaria, más conocida como de las siete
estrellas verdes, si bien es cierto que se ha cuidado mucho de mentar a los
nacionalistas canarios (nacionalista viene de Nación como tabaquería viene de
tabaco que decía el compatriota Juan Verde), probablemente por aquello de que
de lo que no se habla no existe o por apreciar más el espacio que un periódico
demócratico como el “El Día” le ofrece, el único que ha puesto a disposición de
las más variadas tendencias del espectro político las páginas del rotativo,
incluso de aquellos antidemócratas, por decirlo de forma suave, que en plena
dictadura de Franco amordazaron la libertad de expresión.
Sostiene literalmente el Sr. Fernández: “Esta
tentación por la independencia se ha acentuado cada vez que en España se ha
producido un riesgo de ruptura. Ocurrió durante los años que llevaron a la
guerra civil de 1936 y aquella aventura ya se sabe como terminó”.
No nos queda claro si subyace en el párrafo
anterior una descarada amenaza o un recurso al espantajo del miedo al que el
colonialismo es tan aficionado, aunque lo aclara al final de su escrito
recurriendo al artículo 155 de la Constitución Española, que dice textualmente:
“1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución
u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés
general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la
Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por
mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar
a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección
del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas
previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas
las autoridades de las Comunidades Autónomas”.
Silencia el Sr. Fernández, pues no nos cabe
la menor duda de que no ignora, que España ha firmado la Carta Magna de las
Naciones Unidas, también el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,
lo que se traduce en que el ordenamiento jurídico interno español está sometido
al ordenamiento jurídico internacional, que por cierto vulnera sistemáticamente
la arbitraria madrastra, cual Estado forajido, como hacen todos aquellos antidemócratas cuando no les
son propicias las urnas. Este fue el caso en el año 1936, cuando los fascistas
al mando del dictador Franco, desataron una sanguinaria guerra incivil cuyas
consecuencias todavía vive el Estado español, incluyendo la colonia canaria,
con cientos de miles de muertos, exiliados y represaliados y que alegremente
cita el ezbirril Fernández como “aventura”.
Movimiento
por la Unidad
del Pueblo Canario (Movimiento UPC)
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