Divagaciones de una mañana de noviembre...
DUNIA SÁNCHEZ PADRÓN
Y sin más
renuncias a todo. Te vuelves invisible contra el viento norte. Dices que
quieres reiniciar tu vida. Si, empezar de la nulidad a la luz. Por ello te alejas, te ahuyentas cuando las
gotas húmedas acarician tu faz. Ves cosas que no te agradan. Si lo entiendo. Un
mundo que girar y gira entorno a la injusticia, a la insolaridad. Ello te
mortifica. Crea en ti, no sé, cierto aroma amargo en tus sentidos. Y huyes a
otros lugares. Piensas que no te va llegar tantas imágines grotescas. Pero
llegan. No se que decirte. Mis palabras se bloquean y un cierto aire de pena
penetra hasta mi vientre. No quiero verte ir. Pero no soportas. No soportas
tanta basura en este planeta. Tal vez deberías mirar el mañana. Sí ese mañana
donde los hierbajos malignos han desaparecido para que pueda crecer el
equilibrio de los pueblos. Te cuesta. Ya lo se ¡Es todo tan complicado¡ Pero
esto tiene que desaparecer. Si no que seríamos nosotros. Nosotros que estamos
bien. Sueños de aquellos que nadan tiene ¡Que grotesco¡ Te sientes mal y por
ello coges tus alas y te las cuelgas en tus hombros. Te pesan. Pero quieres
volar a no se donde. Esta esfera coja por donde la cojas esta igual. Supongo
que habrá una llama. Una llama que en tiempo venidero nos dirá que miremos esta
atmósfera como algo pasajero. Una atmósfera que ahora asfixia a muchos, a
muchos. No lo soportas y te vas. Espera. Espérame no vayas sola. Yo voy
contigo. Te acompañaré en busca de la armonía de este globo.
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