domingo, 7 de julio de 2019

COMISIONISTAS


COMISIONISTAS
JM AIZPURUA
Me dice una lectora asidua del Blog: “¿No ves nada bueno en Santa Cruz?”

¡Pues claro que sí! Por eso vivo aquí. Pero tirar la basura peleando con las ratas, ver los contenedores sucios en los barrios pobres y lustrosos en lo de los ricos, pasear entre mendigos, ver parados sin esperanza en los bancos de los ancianos, y sobre todo “sentir” la indiferencia ciudadana ante el declive de una capital con inmenso potencial urbano y turístico; me hace más proclive a escribir de lo que debe cambiar, que a aplaudir con las orejas que para eso ya hay suficientes pesebres en la isla.
Recuerdo una antigua suegra que pregonaba que el queso Idiazabal era el mejor del mundo, pero no decía que era el único que conocía. Con Tenerife pasa lo mismo: es la mejor capital de Tenerife. Veinte años de liderazgo institucional de falso nacionalismo la han conducido al abismo de donde será difícil salir y del que el silencio ciudadano y la comunicación vendida son corresponsables del desastre.
En mi tierra se canta: “El orfeón de Usansolo, gana los premios de Usansolo, no hay orfeón en el mundo como el orfeón de Usansolo” y se van tranquilos a tomar txikitos.
Aquí dicen que el Carnaval de Tenerife es del nivel del de Rio, y se quedan tan anchos sin decir que nunca estuvieron en Rio.
Y el pueblo llano de Usansolo y Tenerife, se sienten realizados por tener en su casa una de las maravillas del mundo.
Pero llega la puta realidad, bicho maligno, que nos dice que cada vez menos turistas vienen al Carnaval tinerfeño y los que vienen se aburren, que cada vez hay menos gente trabajando en el tomate, que la banana se come al plátano canario por la península, que el destino turístico Canarias es de rango bajo, de precio, y que solo ha crecido por causa de la inseguridad de sus competidores. ¿No ve, lectora que me abordó, que hay mucha tela que cortar en la crítica a la situación actual?
Mi padre, cuando estaba ingresado en sus últimos momentos, decía: “¡Que no me traigan a Josu; que me dice la verdad!”; conozco muy bien el perfil del que no quiere ver, el ciego incurable. Aquí los hay a patadas; prudentes, tolerantes, dóciles, y también aprovechados por que chupan o esperan chupar de su silencio cómplice.
Pero yo no tengo chupete y veo lo que veo, y lo que para algunos es peor: escribo.
Hay falta de profesionalidad en todos los niveles, pero más increíble en el dirigente capitaleño, y es algo que clama al cielo en el siglo de la inteligencia artificial. El director de mi CS no sabe ni ordenar los turnos de extracción de sangre, y así con todo lo demás. ¡Que lumbreras nos asisten!
La limpieza y la sanidad son heridas mortales en la vida de la capital que ya ha asumido la negligencia y la suciedad como condiciones de residencia habituales. ¡No lo aceptes Patricia!
Dar la vuelta al urbanismo ciudadano, donde no hay ciudad si no barrios amontonados, es muy difícil y necesita de técnicos internacionales para garantizar su independencia urbanística y además exige de fondos extraordinarios de Madrid y de Bruxelas, aprovechando el RUP. Pero limpiar la ciudad y mejorar la atención sanitaria, son cosas que ya se consiguieron en la mayoría de las poblaciones: ¡no nos vengan con camelos!
Menos concejales y mas limpiadores, y sobre todo menos comisiones y no lo digo por las obrera

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