lunes, 15 de julio de 2019

REMOLINOS DE VIENTO` ENTRE ‘ESPAÑA’ Y PORTUGAL


REMOLINOS DE VIENTO` ENTRE 
‘ESPAÑA’ Y PORTUGAL
POR MAITÉ CAMPILLO
¿Acabó el 20N de 1975 con la dictadura militar impuesta, o dicho de otra manera, quién podría negar que por donde pasó la Transición la hierba no creció? ¿Las últimas elecciones libres en febrero de 1936, acaso tuvieron algo que ver con la pantomima d`1977 en cuanto a libertad se refiere?. Esta historia abarcó teatro activo en explosión de vida revolucionaria, presentó a obreros y campesinos como son en lugar de interpretarlos y falsearlos; se trataba de militancia pura, de la que en ella podía irte la vida, pues la peor manera de matar la historia es negar renegando de la clase a la que pertenece la lucha de liberación. Ni todo tiempo pasado fue peor ni el presente es mucho mejor. Desencadenaron una ola de terror mortífera imponiendo el sabor de la transición que se avecinaba, forzando reconciliación portadora de un indigesto postre carroñero, una especie humana libre de movimientos, protegida por sectores de la mafia gubernamental entre despachos del CESIC y DGS.
Gratificaciones y recomendaciones fueron tan generosas que a algunos llega a jubilar envejeciendo “venerables”, entre nuevas corrientes ajenas a la objetividad del ser natural que en plena pre-transición y durante ella fomentaron a destajo pesadillas entre cortes de hoja de afeitar tatuando cicatrices sangrantes, cadenas de Cristo Rey a mazazo limpio, coches bomba, linchamiento con graves secuelas y matones a sueldo en álgido recuento de victimas. Fueron desfilando uno tras otro desde los cuatro jóvenes en Almería pasando por Antonio González Ramos -del PUCC- obrero de la construcción canario asesinado a torturas en los sótanos del Gobierno Civil de Santa Cruz de Tenerife, por el que condecoran al asesino Matute, hasta llegar a Santi Brouard ametrallándolo en su propia consulta, Josu Muguruza acribillado cuando iba a recoger las actas de diputado para el Congreso, asesinato de los abogados de Atocha, trabajadores todos y a estudiantes como Yolanda González Martín asesinato reivindicado por el Batallón Vasco Español, el de Enrique Ruano lanzado al vacío desde un séptimo piso por la BPS; decenas y decenas de ejemplos incluyen garrote vil y fusilamientos, corroborando la carnicería vivida.


El dictador era agasajado por los que participarían en el nuevo gobierno de transición. Los mismos asesinos, torturadores, franquistas y falangistas de toda la vida como Suárez, Fraga, Martín Villa, o el carnicero de Málaga Arias Navarro. Culmina el “General” su carrera criminal con la muerte física y solamente física. El que elevó a los altares su Santa Cruzada participando de ella la propia iglesia dirigiendo una de las mayores matanzas de la historia contra un pueblo humilde e indefenso un 18 de julio de 1936. De ello dijo Fraga Iribarne: «Es evidente que el glorioso alzamiento popular del 18 de julio de 1936 fue uno de los más simpáticos movimientos político-sociales de que el mundo tiene memoria. Los observadores imparciales y el historiador objetivo han de reconocer que la mayor y la mejor parte del país fue la que se alzó, el 18 de julio, contra un Gobierno ilegal y corrompido, que preparaba la más siniestra de las revoluciones rojas desde el poder». El callejero definía el estado de terror vivido. Siguió plagado de levantamiento fascista enalteciendo a asesinos, al propio 18 de julio, mercenarios y carniceros de todo pelaje, esculturas, monolitos, el propio Valle de los caídos y gobierno. Nada había cambiado a pesar del truco en peluca de Carrillo. De los estériles claveles y rosas que pretendió dar brillo y color pueblo al fascismo. Los partidos de izquierda en bloque parlamentario y extra-parlamentario topan aparentemente congelando en frío carámbano las relaciones (cada vez más antagónicas entre las bases). Más unos acá otros allá en diferentes alturas rompiendo intereses comunes que aparentemente les había unido, ganan los primeros.

Como ya se evidenciaba muchos de los dirigentes que estaban del otro lado de la aparente infranqueable barrera extra-parlamentaria, fueron disolviendo organizaciones y partidos de clase, uniéndose al patriarcado papá PSOE y mamá PCE física e ideológicamente, “los desencantados” a vivir su vida, y los esbirros, que los hubo, a seguir nuevas órdenes. El dictador había firmado sus últimas sentencias de muerte entre juicios sumarísimos y consejos de guerra. Hora de enfrentar el hedor del “General” su putrefacción no da guarida. Desencadenan el franquismo sin Franco como forma de Estado adornando su frente, “democrático”, una vez más gana la falange. Todo atado y bien atado y el hedor sube de tono pudriendo puño y talones a todo el que se acerca pactando en cuño la herencia mugrienta. De esos puños, talones, rosas y claveles, dice Fraga en 1977, a forma de seguir confundiendo a favor de la Transición: “No nos sentaremos en la misma mesa con los comunistas, nunca pienso hablar con ellos”. Al respirar el ambiente el olfato exaltado se alarma, no hay tiempo que perder. El aroma roja de la resistencia está en peligro. La hora ha llegado, hay que reaccionar, la transición franquista no es el desenlace por el que se ha luchado a muerte. Hora de cruzar fronteras todo el que pueda en busca de la raíz, tantear terreno e imponer tu propio paso por el mundo ejerciendo la libertad más allá de la palabra, de enfrentar situaciones y acorralar delincuencia a sueldo persiguiendo los pasos del militante que empieza a ser ejemplo en los barrios, trabajo y centros de enseñanza, día y noche tras ellos a plena luz del día y en plena noche.

La conciencia del militante de base ampliaba miras de futuro se jugaba el todo por el todo. Demasiadas detenciones, aparatos de propaganda caídos, organizaciones enteras controladas pese a la férrea clandestinidad impuesta. Vamos!!! Hora de desenmascarar los extraños profetas incrustados a sus anchas. Fomentar luz propia a los verdaderos líderes e infatigables luchadores taponados por la carnaza sigilosa, sí, había llegado la hora de asentar base social contra el sabor sangriento de lo que se venía forjando mutilando el movimiento revolucionario y guerrillero. El único terrorista era el Estado militar impuesto. La dictadura, el franquismo sin Franco, lo dijo Fraga Iribirne: “El juicio acerca de Franco será positivo, tanto sobre 1939 como al final, en 1975, todo lo que no es civilización es barbarie”. Y ‘La Apertura’ se impuso matando en las calles a forma de telón de historia entre dos clases supuestamente antagónicas. Enlazan hilos falseando historia entre cristales rotos. Dando luz verde a “Los antagónicos” (Los intocables), nombre y obra, sin contar con el pueblo. La estrenan pariendo en Cortes y Senado con palco en la Moncloa. Comedia repugnante, maloliente, detestable, que rehabilitaría a viejos y nuevos pro-millonarios de la oposición, “entre especies exóticas”, en pos de una memoria histórica a forma de pasatiempo. Infatigables sus técnicos apuntalando bases contra el divorcio, no solo de mamá y papá, sino de ambas clases sociales, como Ramón Tamames, Solé Tura, el terrorista Solana secretario de la OTAN a favor de la invasión a Yugoslavia, el aristócrata Sartorius y el mismo Peces Barba del “pacto por la libertad” por donde no crece la hierba.

Transición destruyendo economía propia por la industria militar. Llena sacas el viejo rico abriendo bolsillos al postrado pactador de un gobierno de asesinos. Uno tras otro se van apegando a la herencia del muerto como reencarnados de la libertad a los que se unen las centrales sindicales contra la minería, astilleros, naval, Altos Hornos de Bizkaia… Minaron líderes, luchas, convenios, generan crisis y empieza a sembrar el pánico. Desvían tiros hacia el petróleo de Oriente en orden “democrático” del lado del amo absoluto demoliendo naciones y culturas, aplastando los llamados países del Este y muro de Berlín. Asesinando presidentes electos imponen la OTAN a forma de carnicería. Ventana de par en par a favor de las bases militares estratégicas en manos del yanqui, imperio para matar obreros, campesinos y estudiantes de otras partes del mundo. ‘La oposición’ deja de ser oposición para convertirse en gobierno de la ambición capitalista. Dando paso a formar parte de nuestras vidas a demócratas, falsa corriente, “liberales” de toda la vida engendro del fascismo de cuarenta años de dictadura. Sólo a ellos y para ellos sirvió la transición “como reparación histórica” de los crímenes cometidos hasta mucho después de la muerte del dictador. “Transición” sin depurar ni a un solo mando ni a un sólo asesino de más de un millón de muertos, campos de exterminio por doquier, prisión, tortura, miseria, hambruna, destierro, exilio… y Francia siguió bloqueando frontera como en 1936.

Hora de imponer y no sólo por la tiranía fascista la “democracia europea” (economía y ejército) OTAN y Mercado Común, desmantelar industria y crear un ejército profesional de asesinos. La insumisión del soldadito mantenía conciencia viva entre los pueblos. Jaque al campesino, minan tierra y pastos desterrando braceros y temporeros a otras tierras convirtiendo la privatización, en balneario de prostíbulo y alienación de la pequeña y media burguesía del continente en “evolución” amante del sol (la alta tenía sobre Iberia bien agarradas riendas y espuelas cortantes). Armas e industria turística es la industria capitalista del “español” floreciendo migraciones forzosas “regeneradoras”. Aboliendo la economía de los pueblos hacia un capitalismo salvaje acentúan deuda externa y dependencia forrando sus bolsillos. Atrás quedaba la entraña del monstruo asfixiante, exilio vivido europeo, cuando los puntos mágicos se abrieron camino y la naturaleza prima mostrando que lo rural es rural cuando su tierra es fértil en frutos y convivencia viva y no cubierta en lápidas de asfalto.

Paso a paso, el camino es largo. Portugal hizo meta en mi vida, una de las varias ocasiones importantes de su cruce fue en 1987 con el Primer Congreso Luso-español de teatro. La palabra revolución dispara como boca que vuela en un escucha y dime que piensas tu. Remolinos de viento en efervescencia y pulso en arraigo cultural claman en rojo flores y banderas. Seguían vivos en algunos sectores los sucesos acontecidos del 27 de septiembre contra las penas de muerte “del general”, dictadura desgarradora, que Salazar apoyó incondicional. En Portugal, se habían impuesto los claveles en un adiós a la

des-colonización, excepto en el esperpéntico y sangrante caso de Timor donde Indonesia lo invadió una semana después de la independencia de Portugal en 1975. La revolución portuguesa atruena sin descarga y el camino siguió seco. Revolución en idiosincrasia insólita teóricamente ajena a los altos altares de la bruma, a forma de impulso en paradoja inusual cuyo motor principal era militar, algo tan ajeno por antagónico al pueblo. Algunos de los militares caso de Otelo Saraiva de Carvalho habían nacido en las colonias como tantos otros portugueses (Comandante operativo del golpe de los capitanes nacido en Mozambique), hartos supongo del desgaste en vida que se perpetuaba sin arte ni gloria alguna.

Los militares entran al umbral de un pueblo diezmado a formar parte de un cambio en página política y paradoja histórica, a través de un frente de carácter “democrático” que aglutina en ala izquierda tanto a revolucionarios como reformistas, y en ala derecha, los nuevos demócratas de entre liberales. Es el propio MFA quien da el golpe como “corazón de un mismo ave”. A los mandos se les une la parte de la tropa en servicio militar obligatorio, que sale a la calle junto con la clase obrera a la que pertenece, sin una dirección clara estratégica definida política e ideológica pese a que las condiciones nunca habían sido tan favorables. La ausencia objetiva en dirección política marca negativamente la vanguardia más concienciada de la base, la supeditación a otros mandos desvía el objetivo filosófico científico de liberación en un intento de avance histórico, por el que apostaba un pueblo hambriento, marginado, sin una dirección patente perfilando la idea de un gobierno de clase revolucionario que condujera vía al socialismo. ‘Reconciliación’ como clave de cambio,

intrínseca en ella la parte de clase absolutista, que más tarde se dio al otro lado de la Península en rosa y clavel, con peluca de Carrillo por testigo, en un arranque tan pueril como ridículo, entre bufonada y comedia de Cine de Barrio.

Reconciliación sin revolución, cambio sin cambio, puerta encubierta vía salvaje a la “evolucionada” Europa capitalista en decremento de las capas ferozmente desfavorecidas, que cada vez más fuerte en reivindicación y presencia precipita su elección y vuelca en los acontecimientos siguiendo la estela de los Capitanes, en decremento de su razón de clase. Es evidente que los militares no tenían alternativa ni expectativas, del lado de un gobierno caduco, anclado en el abismo siniestro del crimen, de guerras reiterativas y lejanía familiar. Se lanzan a la calle del lado de quién solo y solamente ellos pueden escuchar y apoyar. Poco duró el brillo en tonalidad roja de la revolución de los claves. Apenitas unos años después llega la descomposición como objetivo desvaneciendo el propio Movimiento de las Fuerzas Armadas. Que había intentado responder a las necesidades propias de élite de la burguesía, de acabar de una vez por todas con las malditas guerras coloniales sobre la que no podían triunfar sino minarles. Se imponen presiones y amenazas,de clase retrógrada firme sobre sus objetivos en poder absoluto económico. Se va desvaneciendo lo que por lógica revolucionaria nace desvanecida` la revolución. Donde radicó el acto simbólico de cargar claveles sobre fusiles, desechando las balas de la trayectoria colonial, que choca con el muro del coleante fascismo portugués a forma de demócratas y liberales en barrera férrea, antagónica al avance de los pueblos.

¿Había llegado la hora de acabar con el desgaste histórico de la guerra colonial?. Sí, había llegado. Pero la CIA y el Pentágono van más allá. A ellos se unen demócratas-liberales y socialdemócratas para dar al traste con la lucha de clase. Europa amparada por el imperialismo forzaba a imitación del amo un nuevo bloque de estados incondicional a éste, “con una cara más evolucionada-menos sangrienta”. Estaban, como continente, radicando más si cabe su afianzamiento, apoyo incondicional de Alemania entre aliados, para acabar con la vida de los pueblos. “Modernizando” en sintonía sinónima a Hitler y Mussolini los caducos sistema feudales que imperaban, a la vez, reciclaban franquismo y salazarísmo sobre una Iberia a punto de estallar en revolución posible. Jaque mate a la clase obrera, con el apoyo de Partidos y centrales sindicales “de la propia izquierda”. La hora era clave. Ni pueblo ni fascismo tenían tiempo que perder. La tensión subía, las calles se amotinaban, la clandestinidad brotaba a la vida la lucha que jamás la dictadura pudo silenciar. Pero los pueblos de ambos lados de la Península Ibérica pierden en decremento del capitalismo feroz europeo de las dictaduras en frente “democrático”: Grecia, “España” y Portugal con el apoyo del amo del norte, de volver a utilizar los ejércitos que para eso se crearon, iglesia y Estado a favor, sobre una Europa que profesa liberalismo a ultranza en economía como el Chile de Pinochet que tanto amó Franco y su Rey.

‘El fantasma’ del fascismo vuelve asomar en Portugal sobre una revolución que no se había dado. Golpe puramente militar para institucionalizar la democracia burguesa que dio paso a la Comunidad Económico Europea. Y, con ella, la OTAN enfila al imperio hacia intereses propios sobre el continente. Se desvanecía el pulso tomado, el tiempo que no había que perder se estaba yendo de las manos, pronto llegan las sustituciones. Hora de “democratizar” el fascismo imperante en Portugal como en el Estado español, por la “estabilidad democrática de la Península Ibérica”. La carta asignada por los servicios de inteligencia está en juego. Todo atado y bien atado en tiempo suficiente para torear a los nadie (Habían domesticado los partidos de clase obrera de uno y otro lado). Hora de modernizar el sistema colonial portugués como el “español”, su estructura, aboliendo el momento cumbre crucial del auge de lucha, de crear un puente sólido de concesión con la “izquierda” para acabar con la izquierda real, a través de pactos donde no crece la hierba, alianzas, pugnas y concesiones que garanticen el pasto de la alienación ¡Por una Europa indivisible activando a sangre y fuego bases estratégicas por el oro negro!!! Por un ejercito “en misiones de paz” permanente que aflore la economía bajo un mismo mando belicoso: El monstruo del Pentágono!!!

Observo ambos países ibéricos, ambos reculando a culatazos más allá de Claveles y Rosas` fuera del contexto que evidencia su forma de ser y crecer entre nosotros. Observé Portugal en mi último viaje a la fiesta del PCP, nostálgico del emotivo proceso revolucionario que a forma de espejismo debería haber sido beneficioso, a favor de un pueblo diezmado hasta la saciedad sufriendo la carencia de la precariedad más absoluta como un salario mínimo y seguro de desempleo, pueblos abandonados y analfabetismo atroz en alta tasa de emigración. Las horas se acumulan en páginas de historia. Paso a paso fueron exponiendo en asamblea algunos de sus militantes la traición histórica de muchos de sus líderes tradicionales (de uno y otro lado de la Península Ibérica) entre prolongadas negociaciones durante años de exilio y clandestinidad para muchos, sobre una empeñada y tenaz labor contrarrevolucionaria, a la sombra de la militancia. Destaca un movimiento revolucionario, el de Otelo (Movimiento 25 de abril) de corta duración donde en pocos años serán detenidos y encarcelados, entre ellos el propio Otelo, y los claveles del intento de revolución portuguesa se desojan.

Lógicamente en el Estado español el apoyo extra-parlamentario jugó un no despreciable papel junto a reformistas (revisionistas). Cuaja la farsa, mueca roja en perfume de rosas sobre el clavel, de un reinventado PSOE por la Alemania-socialdemócrata con padrinos de la CIA` para la Transición. Lo disfrazan a la española franquista propio entre falangistas: monarquía, procesión y desfiles militares entre falange y legión. Soares, en Portugal, pasa de reivindicar como el PSOE, a la clase obrera, y, se convierte, en esbirro del capitalismo europeo e imperio de los EEUU. Santiago Carrillo` benjamín del quinto-columnismo besa el culo a la corona. Lamiendo a gusto al pelele, iglesia y oligarquía junto al mediático Felipe-Guerra de luz falangista, engendro, de los GALGonzález. Las bases militares siguieron en manos del amo del imperio. OTAN de entrada NO. Otra de las tantas farsas, coletillas, para adornar su función; no tenía cabida su salida. Como Soares, con los puertos portugueses apoyando de forma rastrera la llamada “guerra de las galaxias”. Que como el PSOE del Camisa Blanca Pedrito Sánchez, con Venezuela, degusta sin repudio (como si de un bourbon se tratara ofrecido en` por qué no te callas en boca del Rey-hijo del apoyado en casinos de Estoril, por lo más siniestro de Portugal) la agresión a Nicaragua que dio al traste con la revolución Sandinista.

No hay revolución verdadera sin lucha de clases hasta la victoria final ni vía al socialismo sin revolución permanente. Solo de ella depende el poder político. La vanguardia organizada y disciplinada, la lucha de los trabajadores con apoyo de sectores sociales como el cultural, sindical y asociativo. Un ejército burgués al servicio del capitalismo y sus ensalzamientos fascistas e imperialistas por el mundo nunca puede hacer realidad la revolución proletaria, aunque haya sectores y casos concretos como el venezolano, que por estrategia nacional-antiimperialista se unan al proyecto bolivariano socialdemócrata. Pero Venezuela como en Portugal, pasó en Chile, nunca habrá revolución auténtica posible sin la toma de poder real y sus medios de producción, dirigido por un fuerte partido revolucionario de raíz proletaria. Toma de poder no solo político, económico, medios de comunicación, cultural… Y, un amplio movimiento de apoyo exterior, para terminar con lo corrupto heredado del capitalismo, como sus ejércitos: indigna imagen sangrienta, de lo que debe representar la humanidad, mancha en la historia en la que los pueblos no deben involucrarse. Los pueblos tienen la elección de ser libres o de ser esclavos, no desperdicies tu libertad: LA PEOR MANERA DE MATAR LA HISTORIA ES NEGÁNDOLA.

Maité Campillo (actriz y directora de Teatro Indoamericano Hatuey)

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