UNAS DIFERENTES ALBRICIAS
Rafael ZAMORA MÉNDEZ.-**
Así lo siento y lo digo:
¡Anduve por un sendero,
para tener un amigo,
que la mano del Destino,
colocara en mi camino,
como el erario más cierto!
¡Quién es ese caballero,
de pluma tan preferida,
en Digital el primero,
por formidable y sincero,
para otorgarnos de lleno,
su experiencia ya vivida?
¿De qué galaxia especial,
ha llegado desde EL HIERRO,
para hacernos disfrutar,
con su estilo peculiar,
y una forma sin igual,
¿Quién le ha dado tanto gusto,
para temas escoger,
y ponernos siempre a punto,
del pequeño o grande asunto,
que cada día es el fruto,
del cultivado placer?
¿Quién no le presta atención,
descubriendo su saber,
cuando pone el corazón,
imponiendo sensación,
recubiertas de pasión,
en las cosas del ayer?
Es un regalo sin par,
que nos colma de poder.
¡Nunca podremos pagar,
sus escritos sin igual,
que suele hacernos narrar,
con humilde sencillez!
Mencionar a esta persona,
es un trabajo fecundo.
¡Un escritor de aureola,
que en asoma,
como alas de paloma
para volar por el mundo!
Por ello yo lo destaco,
cada feliz DIEZ de JULIO,
y, alegremente destapo,
sin firmar ningún contrato,
el merecido retrato,
de tan dignatario justo.
En la pila bautismal,
el agua le vino fría,
y cansado de brincar,
terminó al fin de llorar
para dejarse llamar:
“ANGHEL MORALES GARCÍA”
¡HOY, DE CUMPLEAÑOS SE ENCUENTRA,
ESTA ANTORCHA DE FAVORES,
Y MI SENTIMIENTO INTENTA,
QUE ALEGREMENTE SE SIENTA,
CON LA FAMILIAR PRESENCIA
DE SUS AMIGOS LECTORES!
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