lunes, 28 de mayo de 2018

CONOCIENDO NUESTRO CEREBRO


                  
CONOCIENDO NUESTRO
 CEREBRO
CRISTINA COVO

En el principio el hombre era cazador y recolector, no tenía sentido de la propiedad ya que ésta llegó con el desarrollo de la agricultura. Al no estar en el estado de conciencia no sabía lo que era la desconfianza, ni la astucia, ni el peligro. Todo esto se fue manifestando a lo largo de su evolución, por lo que podemos decir que el sapiens fue perdiendo libertad al tiempo que ganaba seguridad y que cuanta más seguridad tenía más libertad perdía y al revés.
El sapiens es también un ser social, su vida en comunidad, el intercambio de gestos  palabras son de mucha utilidad, así como el lenguaje y la comunicación con los cuales se está relacionando de continuo con el entorno.
Si bien es verdad que estamos sujetos al peligro también es cierto que el concepto de miedo y peligro se han exagerado de modo extremo en nuestra sociedad primero porque el sapiens no está expuesto a tantos peligros como su antepasado el hombre de las cavernas, en segundo lugar porque sentimos miedo ante situaciones que pueden controlarse usando el sentido común.
El cuerpo es el gran espejo de las emociones, tenemos un primer cerebro en la cabeza, un segundo cerebro en el intestino y neuronas que están repartidas por todo nuestro cuerpo. Por tanto es el cuerpo el que responde a los estímulos, los traumas y demás experiencias externas.
Como animales que fuimos y seguimos siendo estamos preparados para responder a situaciones de peligro, ansiedad, inseguridad, nuestro cuerpo tienen todos los resortes para hacer frente a cualquier tipo de situación. La diferencia básica entre animal y hombre es que el animal vive en el momento  presente, si bien el hombre se proyecta en el pasado y el futuro: en esta ida hacia delante y hacia atrás crea una situación de nerviosismo y ansiedad que debe ser evitada.
Los modernos sicólogos y estudiosos del cerebro hablan del   perdón, la gratitud y la autoestima como actitudes idóneas para sentirse mejor.
No estamos llamados a arrastrar con traumas ni cargas innecesarias del pasado, los individuos que han sido capaces de salir pronto de estas situaciones tienen más posibilidades de vivir felizmente y alejarse de las enfermedades, así como de evitar fricciones con su entorno.
La época actual con su desarrollo tecnológico ha bombardeado nuestro cerebro, ha quebrantado nuestro reloj biológico, la adicción al móvil y a Internet tendrán que ser considerados como problemas serios a medio plazo.
Se ha comprobado que el sapiens necesita movimiento: en la medida que se sienta libre, curioso y libere al niño que lleva dentro, tendrá menos conflictos internos
Lo fundamental es buscar el equilibrio entre seguridad y libertad y no sacrificar del todo una cosa en la vida para obtener la otra.


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