CROMOSOMA DE LOS
GUANCHES
RAFAEL ZAMORA
Hemos de saber de buena tinta, estar al corriente, al dedillo,
para pretender deducir de que en esta precaria vida, no existe mayor alegría,
que la sana satisfacción del deber cumplido: Tal como él, a lo prolongado y
dilatado de su muy ejemplar existencia, servicialmente, ejercitara
]Fue sensato, regentando el rico erario de la rectitud, con la
llave de la humildad, calladamente aferrada en el recóndito receptáculo de su
formidable y magnánimo corazón.
Como los propios niños, a cada instante, supo tener los ojos y
la sonrisa ampliamente puros, demostrándole a cualquiera, una muy dilatada
sumisión, contigua al máximo acato y comedida escucha.
La Providencia, a muchos apropiados individuos, les ha concedido
el pujante DON de saber conversar y de escribir, para, así, tratar de darse a
razonar con los demás, pero a él, solamente le facilitó la facultad de hablar
en verdad y con la verdad, siempre, por delante.
Acérrimo enemigo de las ladinas falsedades y de las socarronas
artimañas, jamás consintió que en su presencia, se efectuasen reprensibles
actos de marrulleros dobleces y necias hipocresías.
Supo ser Hombre, utilizando su inteligencia como Dios manda,
practicado con denodada firmeza una extremada voluntad, ambicionando hacerse
por entero con el general dominio de esas muchas obstinadas pasiones, que a
todo ser perceptivo, tan fieramente suelen tentar, con las recortadas ofertas
de los sugestivos estímulos.
Poseyó, a la par, la especial franquicia de haber podido saber
contar con la tristeza y la alegría, de una manera sobresaliente, despuntando
sobre los demás, ya que convivió entre los otros y con los otros, sin dejar
nunca, de ningún modo, de ser simplemente, él y solamente él.
Fue uno de esos específicos personajes, a los cuales, suelen
evaluarse por su fuego interior, por su constante aliento de examinada honradez
y por su extremado respeto a la mujer.
Todo este ideológico preámbulo, meramente inspirado en la figura
de mi desaparecido abuelo, RAFAEL ZAMORA FEBLES, me trae a la mente algunos muy
placenteros y familiares recuerdos que, por su peculiaridad, me parecen dignos
de ser públicamente conocidos.
Algunos de los bienquistos atentos lectores, se asociarán con el
chispeante hecho acaecido, cuando se perpetrara la histórica visita que al
Hierro efectuara su Majestad Alfonso XIII, habiendo sido recibido en el propio
Muelle de La Estaca y siendo Alcalde nuestro desarrollado protagonista, y en la
que, todo un distinguido acompañante, Ministro del Real Séquito quien, admirado
ante su eminente estatura, corpulencia y robustez, no le quedó mejor frase, ni
conspicua estructurada más descriptiva que aquella que emitiera:
-.- ESTA ISLA SERÁ LA MÁS PEQUEÑA DE LAS CANARIAS PERO... ¡TIENE
AL ALCALDE MÁS ALTO Y GRANDE DE TODA ESPAÑA!
Excepcional testigo de tal afirmación, lo pude personalmente
comprobar cuando siendo todavía un incipiente jovenzuelo, se personara él en
Las Palmas de Gran Canaria para visitar a sus hijos, DÁCILA y AURELIO, con toda
su prole, y mi padre me dijera que, en plan de caminata, le acompañara, dando
algunas rotaciones por el tradicional y concurrido Parque de San Telmo.
Dios santo, ¡para qué fue aquello!
Prendido de su mano, no podíamos dar ni un solo paso sin que
todo el que pasara por nuestra cercanía, se quedará extático, maravillado,
extrañando con insólita curiosidad, aquella gigantesca humana mole carnal, de
increíbles proporciones.
Tal fue el impacto engendrado por su majestuosa figura de genuino
guanche que, de sus propios labios, le oí exclamar:
-.- ME VUELVO PARA MI DILECTO HIERRO QUE AQUÍ, NI DE PASEO, ME
ATREVO A SALIR A LA CALLE!
En mis deliciosas vacaciones estudiantiles, cada verano, tuve el
entrañable privilegio de hacerle amena compañía, porque, le agradaban
sobremanera las interminables pláticas, discursos, sermones, poesías y
conferencias, que sin posible descanso, ni obligada moderación, a cada instante
le endosaba.
Con infinita dulzura, solía censurarme en los inocentes errores
lingüísticos cometidos durante las peroratas emitidas y, con insistente
frecuencia, a flor de labios, tenía su característica apostilla de fijo hábito:
-.- ¡SÍ SEÑOR, Y SON DE COBRE!
Cada día, ya cercana la hora el almuerzo, solía hacer acto de
presencia en el establecimiento que regentaba un buen paisano y amigo nuestro,
con el cual, había de antemano pactado el complaciente plan de que le ofreciera
un largo vaso, conteniendo el casi centrado medio litro con la prodigiosa agua
de Sabinosa, cada vez que él se acercara al mostrador y le expresara:
-.- ¡DAME MI RON!
Uno de esos humorísticos momentos, lo vivió un peninsular
soldado andaluz que, estando de cliente presente en la tienda, cuando el abuelo
dijo: ¡VENGO A POR MI RON!, reparando que de un solo trago había dejado
completamente vacío el excesivo recipiente, con los ojos abiertos como platos,
exclamó:
-.- ¡JOSÚ, EL TÍO... ¡NI SE RIPIÓ!
Poco duchos en esa rara palabreja, de particular jerigonza
hispánica, suponemos que el pasmado recluta militar, quiso decir que,
habiéndose empinado semejante vaso, con lo que él creía que era de pura
destilación etílica... ¡ni se erizó!
Un servidor, mientras redactaba esta espontánea crónica
familiar, sí que, en las batientes alas de la retentiva memoria, se ha sentido
transportado hasta unos evocadores tiempos, los cuales, han tenido la
consecuente virtud de remover con nostálgicos sacudidas, todas las sensibles
fibras del alma.
Con infinito regocijo y original complacencia, he podido
comprobar de que todavía, a estas enarboladas alturas, por el bucólico vergel
de Tigaday, sigue existiendo una célebre Bodega, así, como una calle,
ostentando su nombre y no será nada raro, ni insólito, que el día menos
pensado, nos demos un anhelado saltito por los indicados lugares, dispuesto
para alzar con saturado regodeo una rebosante copa, brindando por la memoria de
este paterno abuelo que, un día, fuera Delegado del Gobierno y, CONSEJERO
FUNDADOR DEL EXCXMO. CABILDO INSULAR DE EL HIERRO.
EL MÁS ALTO Y CORPULENTO
QUE EN CANARIAS, SE ADMIRARA.
¡PRODIGIO DE MONUMENTO
QUE, DEJABA SIN ALIENTO,
SU ESTATURA EXAGERADA !
CROMOSOMA DE LOS GUANCHES,
PERSONAJE POPULAR
CON EJEMPLOS PALPITANTES
Y MODALES ELEGANTES,
DE UN CABALLERO, EJEMPLAR.
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