TROPAS ÉLITES-USA EN HAITÍ; ABINADER, HENRY Y LA
MANIPULACIÓN DE LA CARICOM
Estados
Unidos decidió desplegar en Haití un contingente-elite de seguridad de su
cuerpo de Marina, argumentando la “necesidad de protección a su
embajada” y el “deterioro de seguridad en Haití”. La
información fue dada a conocer en su portal digital MARINE TIME.
En el caso haitiano se trata de una especie de “cabeza de playa” y “plataforma de inteligencia militar” que, al esgrimir como pretextos la “protección de su embajada” y “la inseguridad provocada por las bandas parapoliciales y terroristas, raya en el colmo de la simulación y el cinismo.
Esto me
recuerda el pretexto empleado para invadirnos el 28 de abril, con el disfraz de
Fuerza Interamericana de Paz (FID).
Es imposible
obviar que las bandas terroristas para-policiales fueron creadas por la CÍA y
los “paracos” colombianos, y armadas desde EEUU-
El
contingente de marines que llegó a Haití es una cabeza de playa y
la plataforma de inteligencia militar de una intervención mayor, y más que
una decisión de Biden (que por demás “chocea”), es una determinación
del “gobierno profundo” estadounidense; implementada por el
PENTÁGONO y la CIA, que previamente usaron a GUY PHILIPPE y activaron bandas
terroristas bajo su control, para sembrar más caos y crear una situación que
facilitara desplazar a Henry, crear (con el respaldo de un CARICOM sensiblemente
doblegado) el gobierno colegiado de transición y justificar la
intervención en mayor escala.
Todo indica
que EEUU se ve obligado a hacerlo con un primer paquete de tropas élites
propias, por las dificultades no superadas del proyecto intervencionista con la
policía de Kenia, acompañada de otros países africanos y caribeños.
EEUU,
manipulando el CARICOM y la ONU, con el concurso de Canadá, Francia y Brasil,
se decidió a escoger un Consejo de Gobierno Presidencial para la Transición.
Cual sea la
reconfiguración de la Administración Biden ante la crisis que el poder
imperialista occidental ha creado en Haití, lo que siempre determina sus
decisiones fundamentales es la “mano invisible” del gobierno
profundo en función del escenario político-militar.
Con todo, y a
pesar de todo: en escenarios de ese tipo es recurrente la tesis ya clásica del
filólogo y filósofo anti-imperialista Noam Chomsky, la cual reza así: “ellos
(los jorocones del Imperio) crean el problema y crean la solución”; y
yo agrego: ¡siempre a tono con sus espurios intereses!
En ese
contexto es muy importante que la coalición SOLIDARIDAD DOMINICANA CON HAITÍ,
en la rueda de prensa del pasado viernes 8 de marzo, se haya pronunciado de
esta manera:
“La creada
situación que sufre la sociedad haitiana, demanda un respaldo a las fuerzas
políticas y sociales que en Haití reclaman:”
- “…
destitución del gobierno de facto del PHTK, representado por el primer
ministro Ariel Henry, nombrado mediante un tweet por EEUU y la ONU, que
además apoyó la Federación de las Pandillas; gobierno mafioso que el
pueblo haitiano movilizado ha rechazado desde el primer momento.”
- “…
cese del terror de las bandas paramilitares creadas y armadas por EEUU,
que atacan a las barriadas pobres y jamás a los ricos, ni a sus
propiedades, el rechazo de cualquier fórmula de intervención militar
fraguada por EEUU y el Core Group.”
- …un
gobierno de ruptura y transición que reorganice el Estado y llame a
elecciones democráticas; y que, además, con ayuda de países amigos,
reestructure las instituciones dedicadas a combatir la violencia,
contrarresten el tráfico de armas y municiones desde puertos de EEUU hacia
Haití,”
- “,..
rechazo categórico a las manipulaciones de la Casa Blanca, y CARICOM para
imponer otro títere que sustituya a Ariel Henry, y facilite la
intervención militar en preparación, “
- “,enérgica
condena a las pretensiones de mafiosos como Guy Phillipe y a las
manipulaciones de connotados jefes de bandas paramilitares como Jimmy
Chirizier (Barbecue), que procuran hacerse del gobierno. ¡ALGO
ABSOLUTAMENTE INACEPTABLE!”
- “…exigirle
a la comunidad internacional colonialista que le pague al pueblo haitiano
la INMENSA DEUDA SOCIAL Y ECONÓMICA, respete su autodeterminación y cese
el cruel coloniaje racista que lo oprime y discrimina.”
EEUU INSTÓ A
ABINADER A NO RECIBIR A HENRY
Abinader dijo
recientemente que Henry “no es grato en RD” y lo dice ahora,
no por decisión propia, sino porque el Departamento de Estado se lo solicitó;
instancia imperial que antes de su actual decisión de sacarlo de la presidencia
de facto, lo nombró vía twitter y lo protegió. Actitud a la que el presidente
dominicano se sumó, al extremo de constituirse junto Ariel Henry en los
principales portavoces de la intervención militar.
Miren cómo
sucedieron las cosas:
Diplomáticos
de nuestro país, por mandato del Canciller dominicano y del presidente Luis
Abinader, después de constatar la imposibilidad de la entrada de Henry por el
aeropuerto de Puerto Príncipe, se prestaron a acordar su venida a nuestro país
para ser trasladado a Haití en un helicóptero de alta seguridad.
Sobre esa
base, el avión presidencial tomó la ruta a Santo Domingo, pero antes de arribar
se violó ese acuerdo y se le impidió aterrizar.
La orden
emana de la Casa Blanca y fue entonces cuando desviaron el vuelo hacia PUERTO
RICO, donde lo recibió el FBI y autoridades federales.
No se trató
de una iniciativa de Abinader, cuya supuesta solidaridad hacia Haití es similar
a la del gran verdugo de ese pueblo: EEUU; asumiendo nueva vez el rol de un
gobernador de colonia en esta parte de la isla
Sencillamente
a la Casa Blanca no le convenía, no se ajustaba a su agenda insular del
momento, el retorno de Henry a Haití a través de República Dominicana, mientras
no estuviera definida la fórmula de transición y confirmada su dimisión.
TRANSICIÓN
MADE USA CON APOYO DE LA CARICOM
La reciente
reunión del CARICOM en Jamaica contó con la relevante presencia de EEUU, CANADÁ
y BRASIL, países con antecedentes de intervención militar en Haití y
actualmente involucrados en el nuevo proyecto intervencionista.
El Secretario
de Estado de EEUU, Anthony Blinker, habló cínicamente de una “solución
haitiana a la crisis haitiana”, pero previamente el Comando Sur del
PENTÁGONO instrumentó el despliegue de sus marines que desembarcaron en Puerto
Príncipe.
La mayoría de
los países del CARICOM pasaron en corto plazo de reprobar una nueva intervención
militar en Haití, a respaldar la determinación del PENTÁGONO de orquestar una
fuerza militar-policial multinacional bajo su control.
El CARICOM
apoyó la resolución 2699 de la ONU que aprobó esa determinación con la
modalidad del aporte de la policía de Kenia y de algunos países africanos y del
Caribe anglófono.
El acuerdo de
Jamaica, contenido en la declaración final de los “SOCIOS DE LA CARICOM Y
PARTES INTERESADAS HAITIANAS”, excluye expresamente de la composición del nuevo
CONSEJO PRESIDENCIAL DE TRANSICIÓN a “cualquiera que se oponga a la
Resolución 2699 del Consejo de Seguridad de la ONU”. La resolución
2699 es la que aprobó el Consejo de Seguridad para la conformación de la fuerza
multinacional interventora.
Al excluir a
quienes se oponen a la intervención militar, el texto del acuerdo está
confesando que excluyó un vasto y diverso abanico de movimientos sociales,
organizaciones populares, intelectuales, fuerzas de izquierda y líderes
político-sociales, que encabezaron en Haití movilizaciones, huelgas y protestas
multitudinarias; exigiendo la destitución de Jovenel Moises, primero, y la de
Ariel Henry, después. y oponiéndose al mismo tiempo a toda intervención
extranjera.
Con ese tipo
de exclusión han vetado precisamente a quienes en Haití demandaron y demandan
“UNA TRANSICIÓN SOBERANA A LA DEMOCRACIA, sin intervención imperialista-
La transición
impuesta, por tanto, no es haitiana; como no lo es la matriz de una crisis
creada por una cruel opresión del imperialismo occidental (encabezado por
EEUU), que no logra esconder sus raíces racistas.
Ese acuerdo
ha sido fraguado precisamente por quienes crearon y armaron las bandas
paramilitares, que actualmente utilizan para atacar la sede del gobierno,
ampliar el caos y procurar “justificar” los nuevos desembarcos
militares.
La
intervención militar es un hecho incontrovertible a la luz del primer
desembarco de marines ya ejecutado, mientras la transición hacia nuevos fraudes
electorales pasa a ser dirigida por un gobierno colegiado pro-invasión militar
extranjera. A Henry, vuelto bagazo, lo obligaron a dimitir para abrirle paso a
esta nueva fórmula imperial.
Entre los
adherentes de Haití y del exterior a ese acuerdo intervencionista hay actores
impenitentes y hay casos que podrían ser producto de desconocimientos de las
raíces del problema.
Posiblemente
entre los integrantes de la CARICOM no todos tengan la misma culpa.
Es sí muy
lamentable, que un gobierno tan digno como el mexicano, no haya rechazado la
resolución de la ONU ni objetado ese acuerdo bochornoso. Debería reflexionar y
corregir ese grave error.
Brasil, nueva
vez, con Lula al frente de su gobierno, decidió actuar contra la
autodeterminación de Haití, a pesar del desastre provocado por la MINUSTAH.
Su posición
respecto a Haití contrasta con su firme condena del holocausto palestino, a
pesar de ambos pueblos están entre los que más han sufrido la crueldad de una
opresión y una discriminación realmente implacables.
LAVALAS,
liderada por Jean Beltrand Arístides, hace tiempo claudicó frente a EEUU.
EL ACUERDO
MONTANA, que tanta esperanza generó con su actitud independiente, se dividió y
una parte de sus organizaciones usurparon su nombre para plasmar su firma de
rendición.
Guy Phillips
no puede ir al Consejo por la narco-condena que carga en su mochila, pero está
la PETITE DESALINEE, que es la organización que lo respaldó.
Del imperio,
de sus hermanos y sobrinos carnales, no podía esperarse otra cosa, mientras lo
peor de su agresiva y cruel decadencia sigue pendiente; al tiempo que, paso a
paso, y dolor a dolor, sigue gestándose la insurgencia global y la
descomposición en sus entrañas, que lo va a derrotar.
Es cuestión
de acumulación, tiempo y desgarraduras sucesivas.
La
contrapartida sigue creciendo.
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