LA DESIGUALDAD DE LA RIQUEZA
POR MICHAEL ROBERTS
Ya he escrito antes
sobre el hecho de que, tanto en las economías avanzadas como en las llamadas
«economías emergentes», la riqueza se distribuye de forma significativamente
más desigual que la renta. Además, según el pro-capitalista Foro Económico
Mundial: «Este problema ha mejorado poco en los últimos años, con un aumento de
la desigualdad de la riqueza en 49 economías».
El índice habitual que se utiliza para medir la desigualdad en una economía es el índice de Gini. Un coeficiente de Gini de cero expresa igualdad perfecta, donde todos los valores son iguales (por ejemplo, donde todos tienen los mismos ingresos). Un coeficiente de Gini de uno (o 100%) expresa la desigualdad máxima entre valores (por ejemplo, para un gran número de personas donde solo una persona tiene todos los ingresos o todo el consumo y todos los demás no tienen ninguno, el coeficiente de Gini será casi uno).
Para los EEUU, el
índice Gini actual para la renta es 37,8 (bastante alto para los niveles
internacionales), ¡pero el índice Gini para la distribución de la riqueza es
85,9! Tomemos la Escandinavia supuestamente igualitaria. El índice Gini de
ingresos en Noruega es de solo 24,9, ¡pero el Gini de riqueza es 80,5! Es la
misma historia en los otros países nórdicos. Los países nórdicos pueden tener
una desigualdad de ingresos inferior a la media mundial, pero una desigualdad
de riqueza superior a la media.
Otra forma de medir
la desigualdad es considerar la proporción de riqueza o ingresos que tiene el
10% superior o el 1% superior, etc. Y podemos dividir la riqueza personal en
dos categorías principales: riqueza inmobiliaria y riqueza financiera. Una gran
parte de la población tiene riqueza inmobiliaria, aunque está distribuida de
manera muy desigual. Pero la riqueza financiera (acciones y participaciones,
bonos, fondos de pensiones, efectivo, etc.) está concentrada en un pequeño
número de personas y, por lo tanto, se distribuye de manera aún más desigual.
La última cifra de desigualdad de riqueza financiera de EEUU es realmente
asombrosa. El 1% más rico de los hogares estadounidenses ahora posee el 53% de
todas las acciones y fondos mutuos en poder de los hogares estadounidenses. ¡El
10% más rico posee el 87%! La mitad de los hogares estadounidenses tienen poco
o ningún activo financiero; de hecho, están endeudados. Y esa desigualdad ha
ido en aumento en los últimos 30 años.
Y como dice el FEM,
después del enorme aumento de los precios de la propiedad y los activos
financieros en los últimos 20 años, impulsado por el crédito barato y la
reducción de impuestos, esta concentración de riqueza personal ha aumentado
drásticamente, algo que Thomas Piketty en su libro, Capital en el siglo XXI,
destacó hace varios años.
Los últimos datos
de Italia, una de las principales economías del G7, confirman esta mayor
desigualdad de riqueza. En un nuevo estudio de los registros del impuesto a la
herencia italiano, los investigadores encontraron que la participación en la
riqueza del 1% superior (medio millón de personas) aumentó del 16% en 1995 al
22% en 2016, y la participación se acumuló en el 0,01% superior (los 5.000
adultos más ricos) y casi se triplicó del 1,8% al 5%. En contraste, el 50% más
pobre vio una caída del 80% en su riqueza neta promedio durante el mismo
período. Los datos también revelan el creciente papel de la herencia y las
donaciones en vida como parte del ingreso nacional, así como su creciente
concentración en la cima. La enorme riqueza de unas pocas personas es cada vez
mayor porque puede pasarse a parientes con poca o ninguna tributación.
Pero la
concentración de la riqueza personal en las economías capitalistas avanzadas no
es nada comparable con lo que está sucediendo en las naciones más pobres del
mundo. Un nuevo estudio comparó la desigualdad de riqueza en Sudáfrica con
«economías emergentes» similares, y también históricamente desde el fin del
apartheid. Las desigualdades extremas de riqueza en Sudáfrica han empeorado, no
mejorado, desde el fin del régimen del apartheid. Hoy en día, el 10% superior
posee aproximadamente el 85% de la riqueza total y el 0,1% superior posee cerca
de un tercio. Sudáfrica sigue teniendo el dudoso honor de tener la peor desigualdad
de riqueza entre las principales economías del mundo. La participación del 1%
superior de Sudáfrica ha fluctuado entre el 50% y el 55% desde 1993, mientras
que se ha mantenido por debajo del 45% en Rusia y los EEUU y por debajo del 30%
en China, Francia y el Reino Unido.
Proporción de
riqueza del 1% superior
Pero como he
argumentado antes, la concentración de la riqueza real es de propiedad de
capital productivo, de medios de producción y de finanzas. Es el gran capital
(finanzas y negocios) el que controla las decisiones de inversión, creación de
empleo y financieras del mundo. Un
núcleo dominante de 147 empresas, mediante participaciones entrelazadas entre
si controlan en conjunto el 40% de la riqueza en la red global según el
Instituto de Tecnología de Suiza. Un total de 737 empresas controlan el 80% de
todo.
Esta es la
desigualdad que importa para el funcionamiento del capitalismo: el poder
concentrado del capital. Y porque la desigualdad de la riqueza surge de la
concentración de los medios de producción y las finanzas en manos de unos
pocos; y debido a que esa estructura de propiedad permanece intacta, cualquier
aumento de impuestos sobre la riqueza se quedará corta a la hora de cambiar
irreversiblemente la distribución de la riqueza y las rentas en las sociedades
modernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario