BIDEN: MISMA RECETA PARA EL MUNDO
IVAN IPIAKSUA IPIAKSUA
Hace dos meses se realizó en Estados Unidos -EEUU- las elecciones presidenciales; se sabía que independientemente de quién ganará no cambiaria nada, su política exterior contra los pueblos del mundo continuará. Sabiendo que Baiden – Candidato Demócrata – es el ganador; se podría asegurar que habrá un cambio matiz, pero nada estructural. Tapar huecos viejos y abrir nuevos en el mismo jardín; será la política del nuevo presidente y su partido.
Algunos aún se preguntan si en EEUU se realizaran cambios sustanciales; la respuesta a ellos es ¡no!, la visión de mundo construida obedece a preceptos profundamente instalados en la sociedad. Preceptos representados por los mandatarios, donde prima la supremacía y la creencia de ser los que deciden sobre el destino del mundo.
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Recordemos que su
fundación como estado nacional, se realizó bajo el objetivo de construirse como
imperio apartándose de la corona inglesa; en el que se mantuvo los preceptos de
esclavitud, explotación, subyugación y exterminio de los pueblos amerindios y
africanos. Su interés económico y político era el de expandir su modelo de comercio,
independiente originado desde Europa.
Otro elemento a
considerar en el ámbito cultural para el establecimiento de Estados Unidos fue
el auge del protestantismo. El cual sostiene que: “El individuo es el
desarrollador único del bienestar social”; doctrina religiosa que niega el
mutualismo y eleva el individualismo a su máximo esplendor. Ello junto al “Destino Manifiesto”,
supuestamente los inviste de ser los designados por Dios para obligar a cambiar
a quien va por el mal camino.
Recordemos que el
expresidente William Taft (1909-1913) en 1912 dijo “somos el nuevo estado de
Israel”, o sea, los nuevos elegidos por Dios.
Una combinación
peligrosa: Estado – Religión
En una sociedad
creyente, donde la separación del Estado y la iglesia es invisible; a pesar, de
que se afirmen lo contrario. El dogma protestante rige cada espacio de la vida
en sociedad. Esa combinación ha sido peligrosa para el mundo, aunque como se
dijo antes, son de doble moral, son más las mentiras que verdades.
Recordemos que el
expresidente William Taft (1909-1913) en 1912 dijo “Somos el nuevo estado de
Israel”, o sea, los nuevos elegidos por Dios. Esta declaración trajo a la
humanidad dolor y despojo, por cuanto cada intervención de ese país en los
asuntos de otros países por medio de la acción bélica, adujeron los presidentes
que “se los había ordenado Dios”.
¿Libre mercado?
Aunque son un país
capitalista, subvencionan la producción. En los primeros años, el Estado
intervino la economía, buscando desarrollar su industria, grandes empresas y
comercio propio, evitando comprar a Inglaterra productos de consumo así fueran
baratos. Lo lograron. Ese modelo económico va muy en contra de lo que predican
habitualmente sobre el deber ser del libre mercado.
Recordemos que el
TLCAM, ALCA, y los TLC son una extensión de este principio en el cual se priman
los intereses de EEUU, mientras se golpea económicamente a los países. También,
se evidencia contradicción en sus acciones al bloquear las economías de Cuba y
Venezuela. Países que realizan procesos sociales de transformación y de
construcción del socialismo en donde el Estado es un promotor fuerte del
desarrollo económico nacional; tal cual los yankees lo hicieron al inicio de su
naciente nación.
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Aunque su
macroeconomía se muestra pujante, con un crecimiento que beneficia a los
magnates, lo cierto es que al pueblo no. Cincuenta millones de estadounidenses
viven en la pobreza, sin un plan de salud que garantice la vida y proteja a los
más desfavorecidos, con niveles de control que evitan y reprimen cualquier
rebelión popular, lo cual es lo que le interesa al partido demócrata, a pesar
de las críticas que le ha hecho a Trump por el manejo sin límites de la violencia
policial, la cual asesinó a varias personas de color y generando la furia
popular en estos últimos años.
La mezcla de
religión y economía -Delegados de Dios
para vigilar y castigar al mundo y
llevar a cada rincón su modelo económico en su fase neoliberal -, es la
característica que llevarán al mundo y reproducirán sin importar cual sea su
presidente; pues el partido republicano y el demócrata, obedecen a esta misma y
única realidad mesiánica despojadora, catalogada de imperialista, en la cual la
supremacía se debe imponer por orden divina.
¿Democracia?
Desde sus inicios,
Alexander Hamilton (1757-1804), padre fundador, propuso “un gobierno de un
presidente y congreso vitalicio”.
Aunque, oficialmente no se aprobó esta propuesta, ella de desarrollo al
crear un sistema de gobierno colegiado y no de democracia directa. No son los
votos los que eligen presidentes, es el interés corporativo representado en los
colegios electorales.
Biden: misma receta
para el mundo
En sus
declaraciones de victoria la dupla Biden-Kamala -pro sionista profunda- se
mantuvo, a su manera, la frase de Trump “hacer grande a USA”. Evidenciando que el complejo militarista,
corporativista y el lobby sionista y árabe no van a cambiar durante su mandato.
Serán otros cuatro años de la misma receta para el mundo.
A los pueblos del
mundo les queda la resistencia, la defensa de la soberanía y la construcción de
una nueva sociedad. Atentos deben estar Venezuela, Nicaragua y Cuba anta la
arremetida económica y política, aun con sus aciertos y errores son esperanza y
luz del mundo para empoderar a las mayorías con en la visión antiimperialista,
descolonial y por la Liberación.
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