MARRUECOS, ESPAÑA Y SU TRUEQUE
CON VIDAS HUMANAS
DAVID BOLLERO
Dos
inmigrantes escalan las rocas de uno de los espigones fronterizos de Ceuta,
donde ayer se batió la cifra récord de llegada de inmigrantes a España en un
solo día por vía marítima, contabilizando los 5000 marroquíes que según la
delegación del gobierno en Ceuta han llegado a la ciudad autónoma. EFE/Reduan
Mohamed VI lo ha vuelto a hacer; ni es la primera vez ni será la última porque el dictador marroquí no es de fiar, ni siquiera con sus propios compatriotas. Más de 5.000 personas han llegado durante el pasado lunes a Ceuta, la mayoría de ellos a nado bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú. El detonante de la apertura de fronteras, pese a que Marruecos las mantiene cerradas por la pandemia hasta el 10 de junio, se ha debido a la hospitalización de Brahim Gali, líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en un hospital de Logroño.
El pasado 13 de
noviembre Marruecos rompió el alto el fuego suscrito con el Frente Polisario en
1991. Desde entonces se libra una guerra en el Sáhara Occidental ante la cual
el Gobierno de España, la Comunidad Internacional y la mayor parte de los
medios han mirado para otro lado. A las escaramuzas que están teniendo lugar en
el frente hay que sumar el recrudecimiento de la represión del pueblo saharaui
en los Territorios Ocupados, en los que la cara más visible es la activista
Sultana Khaya, en arresto domiciliario, violada por paramilitares marroquíes,
al igual que su hermana; incluso su madre, de 84 años, ha sufrido agresiones
físicas.
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La pasividad del
Gobierno de España, pese a continuar siendo la potencia administradora del
Sáhara Occidental según la ONU, resultan tan pasmosa como histórica, pues
cuando se trata de Marruecos, al residente en La Moncloa -sea del PSOE o del
PP- le importa más un puñado de dirhams que los Derechos Humanos (DDHH). La
prueba de ello es cómo la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, continua
silenciando la misma guerra, las violaciones de DDHH que organizaciones como
Amnistía Internacional están denunciando o, incluso, cuál es el motivo de la
entrada de miles de migrantes a nado a Ceuta.
La activista Helena
Maleno advertía previamente de la 'promoción' de la relajación de la frontera
marroquí, cundiendo entre quienes sueñan con una vida mejor el mensaje de que
las puertas se abrirían durante 48 horas. Laya hizo caso omiso de ello y ahora
le estalla en las narices. La raíz del problema continúa siendo el Sáhara
Occidental y el pueblo saharaui, la que fuera llamada la Provincia 53 de
España, con quien nuestros gobiernos llevan teniendo un comportamiento indigno
desde hace 45 años.
Se mantiene el
silencio del Gobierno de España y la Unión Europa (UE), que sigue comprando los
caladeros de pesca saharauis a Marruecos por más de 50 millones de euros al
año, sin que ni este dinero revierta en sus propietarios legítimos -el pueblo
saharaui- ni tampoco, en el mismo pueblo marroquí, como vemos con las personas
que se juegan la vida llegando a Ceuta a nado... muchas de ellas devueltas en
caliente, evidenciando cuan poco importan los DDHH al Gobierno de España.
Se oyen campanas de
un amago por parte de Marruecos de una nueva Marcha Verde, esta vez sobre
Ceuta. Dicho de otro modo, una nueva ocupación ilegal, como ya sucedió con el
Sáhara Occidental. El hecho de que España lleve casi medio siglo dando
legitimidad a la ocupación ilegal del Sáhara es el mejor aval para Marruecos
para que invada Ceuta. De nuevo, la inmundicia moral de los diferentes
gobiernos que hemos tenido en nuestro país les explota en la cara.
Y ante este
silencio, que en la cuestión del Sáhara Occidental tiene algo de contagioso,
porque pese a que nos toca mucho más de cerca, buena parte de la población
española sabe más del conflicto palestino que de éste, hoy se presenta la I
Marcha por la Libertad del Pueblo Saharaui. Diversas columnas de personas, que
partirán desde distintos puntos de España y recorrerán el país a pie, entre el 20
de mayo y el 19 de junio, confluirán en Madrid y reclamarán a nuestro gobierno
su responsabilidad histórica con el pueblo saharaui. ¿Escuchará ahora España a
la sociedad civil, al pueblo saharaui, a las decenas de organizaciones
humanitarias que llevan décadas adviertiendo de la sistemática violación del
Derecho Internacional por parte de Marruecos? ¿Hasta cuándo asistiremos y
consentiremos este macabro trueque de vidas humanas?
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