LA DICTADURA DE FELIPE VI DE ESPAÑA Y NADA DE CANARIAS
Movimiento por la Unidad
del Pueblo Canario
Por segunda vez
en menos de dos años el heredero de la Jefatura del Estado español ha
manifestado públicamente, atribuyéndose el tutelaje de los derechos de los
ciudadanos, que la constitución al servicio de la monarquía que él representa
prevalecerá sobre los derechos de los pueblos reconocidos por el ordenamiento
jurídico internacional, suscritos por España, olvidando, interesadamente, la
sentencia de Pi y Margall que dice “No se adquiere la propiedad de los pueblos
conquistados ni con la prescripción de los siglos”.
Felipe VI, que
jamás ha recibido un solo voto de los electores y jamás se ha sometido a
votación alguna, se arroga la potestad de hablar, demagógicamente, en nombre de
la democracia, repetimos, por segunda vez afirmando que “la constitución
prevalecerá” con el deseo de mantenerse como Jefe del Estado de por vida sin
someter dicha jefatura al veredicto de las urnas, dado que la actual constitución
está hecha a imagen y semejanza de la monarquía.
¿Por qué Felipe
VI es el Jefe del Estado español? Porque, incomprensiblemente, la “democrática”
constitución española dice en el apartado 1 del artículo 57 que “La corona de
España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón,
legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión seguirá el orden
regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea
anterior a las posteriores, en la misma línea, el grado más próximo al más
remoto, en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la
persona de más edad a la de menos” y el ahora Jefe del Estado, al ser el único
varón de tres hermanos, aún siendo el benjamín, pues según parece tiene
especial interés en que prevalezca la constitución.
Item más, el
apartado 3 del artículo 56 de dicha constitución dice literalmente “La persona
del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”, lo que constituye
una extraña forma de entender la democracia, dado que en la democracia las
personas electas son responsables de sus actos y rinden cuentas tanto a los
electores que han depositado en ellas su confianza como a los poderes
legislativo, ejecutivo y judicial, si hubiera o hubiese la separación de
poderes inherente a cualquier democracia que, lamentablemente, no es el caso
del Estado español.
El Rey, al
haber tomado partido en contra de la justa y legítima reivindicación que
mantenemos los anticolonialistas ante el totalitario régimen monárquico y
colonial español, le quedan dos alternativas, renunciar a la jefatura del
Estado o presentar su candidatura, en unas elecciones libres y democráticas,
para presidir dicho Estado, independientemente de dejar de descalificar a los
demócratas de verdad, aquellos que representan a los ciudadanos habiendo
presentado su candidatura a las elecciones y habiendo sido elegidos por los
votantes.
La Generalitat
de Catalunya ha aprobado, democráticamente, convocar un referéndum de
autodeterminación el próximo 1 de octubre de 2017 acorde con el ordenamiento
jurídico internacional que, sin embargo, ha sido prohibido por un amañado
tribunal constitucional diseñado también a imagen y semejanza pero en este caso
del partido que ostenta la presidencia del gobierno, los conservadores, por
decirlo de forma suave, del Partido Popular y con esta prohibición se están
conculcando derechos fundamentales como la libertad de expresión, de
manifestación y de representación política, requisando publicidad electoral,
prohibiendo la difusión del referéndum en los medios de comunicación masiva,
tanto públicos como privados, desalojando locales sufragados con el dinero de
todos los contribuyentes en los que se debate sobre dicho referéndum en un
golpe de Estado en toda regla con la connivencia y complicidad del Partido
Socialista Obrero Español y el otro partido de la burguesía española,
Ciudadanos (C’s).
Sólo el pueblo
soberano es capaz de acabar con las dictaduras, saliendo masivamente a las
calles en defensa de la democracia y de los derechos fundamentales, en defensa
de la justicia y de la libertad y ahí tenemos que estar todos los
anticolonialistas en particular y todos los demócratas en general. El pueblo
canario, los pueblo hermanos de Euzcady y Nafarroa y los demás pueblos del
Estado español (Galitzia, Al Andaluz, Catalunya,
además de los
restantes) tenemos una gran experiencia de lucha anticolonialista, tanta como
el régimen monárquico y colonial español tiene de aherrojadora experiencia
colonial.
Las
consecuencias de no resistir las tiranías en los primeros intentos de su
establecimiento fueron resumidas magistralmente por Martín Niemöller: “Cuando
los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio porque yo no era
comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque
yo no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no
protesté, porque yo no era sindicalista. Cuando vinieron a por los judíos, no
pronuncié palabra, porque yo no era judío. Cuando finalmente vinieron a por mi,
no había nadie más que pudiera protestas” y completa Bertolt Brecht de la
siguiente manera: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que
luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son mucho
mejores. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
El pueblo
canario concretamente es una colonia española desde aquel aciago año de 1402 en
que tuvo lugar el primer asentamiento del colonialismo en el Rubicón,
Titerroygakat (Lanzarote). La única oportunidad que hemos tenido de manifestar
nuestra opinión al respecto ocurrió el 12 de marzo de 1986 mediante el
Referéndum sobre nuestra integración en la Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), Referéndum en el que el pueblo canario votó en contra
por una aplastante mayoría, mientras España decidía la integración. Ya nos
hemos autodeterminado por lo tanto. Nadie nos preguntó jamás si queríamos ser
parte de España, muy al contrario, mediante una cruel, vil y sanguinaria guerra
que duró desde 1402 hasta 1495 con la claudicación de Chinet (Tenerife), casi
cien años por lo tanto, el régimen monárquico y colonial español ha sometido
implacablemente a nuestro pueblo, con guante de seda y mano de hierro. Sólo
procede por lo tanto proceder a la descolonización e independencia de nuestra
patria.
Hacemos un
llamamiento a todas las organizaciones políticas, sindicales, sociales,
culturales, deportivas, etc., así como a todas las personas a título individual
para que el próximo 12 de marzo de 2018, en el treinta y dos aniversario de
nuestra gloriosa victoria en el Referéndum en contra de la OTAN procedamos a
proclamar la República Democrática Federal Canaria.
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