RIDICULA OPOSICIÓN
VENEZOLANA
ANGHEL
MORALES
La
oposición venezolana ha perdido muchisimas elecciones y con ellas la vergüenza
desde hace tiempo y creo que no están en el camino de
encontrarla. Toca decir que a mi Maduro me parece un ser impresentable, un
analfabeto profundo y que personajes como este yo jamás los votaría, ni en caso
de extrema necesidad, pero tampoco votaría por ninguno de esos líderes que
representan la oposición, que claramente utilizan al pueblo para defender sus
intereses. Capriles cuando perdió sus últimas elecciones, lo primero que hizo
fue recorrer el mundo -bueno los gobiernos amigos- para pedir que boicotearan a
Venezuela. No me imagino a Pedro Sánchez pedir un boicot para España, aunque
Rajoy encabece el Club de los corruptos. Hay cosas que nadie puede hacer contra
su propio país. Creo que nadie en su sano juicio, hubiera pedido que vinieran
fuerzas extranjeras a liberarnos del dictador Franco, pues la oposición
venezolana si pide a grito pelado, que los Estados Unidos invadan Venezuela
para eliminar el chavismo. Hasta los gobiernos de derechas de latinoamerica,
muy críticos con el gobierno de Maduro, han tenido que saltar para evitar que
una cosa así ocurra.
La
oposición venezolana ganó las elecciones al Parlamento por mayoría, lo que
demuestra que en Venezuela si hay democracia, de lo contrario nunca hubieran
ganado. ¿Qué hicieron en cuanto tomaron posición en sus cargos? Pedir la cabeza
de Maduro. Nunca han presentado ningún proyecto de ley para mejorar la
situación de Venezuela. Ninguno. La cabeza de Maduro y solo la cabeza de
Maduro. Este inútil tenía una fecha de caducidad. Una fecha para las
elecciones. Pero prefirieron trancar las calles de Venezuela, llevar la
violencia a todos los rincones, alentados y subvencionados por los Estados
Unidos de América. No salían de forma pacifica, no, salían de forma violenta,
causando destrozos y tiñendo las calles de sangre. ¿Tiene derecho el gobierno de
un país a guardar el orden y a proteger a sus ciudadanos? En ningún país del
mundo se hubiera permitido lo de Venezuela. Los que salen defendiendo a la
oposición, como el de México, el de Argentina o el de Brasil, son los que
reprimen con mas violencia a sus pueblos, sacando hasta los ejercitos a la
calle. En España no se hubiera permitido ni un día que la gente saliera a la
calle de la forma violenta que lo hace la oposición venezolana. Las cárceles se
llenarían en dos días. ¿Por qué se defiende la violencia de la oposición
venezolana? ¿por qué nadie la critica?
Albert
Rivera, Carlos Baute y La Tintori, recaudaron en Madrid, medicinas, dinero,
víveres, ropa con destino a Venezuela ¿dónde fue a parar todo? a Venezuela no
llegó nada.
Hicieron
un Referéndum carnavalero con no se sabe que intenciones, engañaron a la gente,
en España hubieron mas de veinte mil votos de venezolanos censados, algunos
votaron hasta siete veces. ¿Es esto serio? ¿Quién financió este Referéndum?
Dicen que los Estados Unidos. Puede ser.
La
Tintori llevaba no se cuantos meses sin ver a su marido y se queda
embarazada,¿fue la Santisima Trinidad? Leopoldo pasaba hambre era torturado y
salió en un perfecto estado de salud. Esto sino fuera por la gravedad era para
reirse. Ahora La Tintori -que no tenía una perra- aparece con un montón de
dinero en su coche de procedencia desconocida, primero era para su abuelita
enferma, después para una fundación de menores, mentiras y mas mentiras. ¿De
dónde salió el dinero? ¿Se lo dieron los americanos? ¿Tiene derecho el gobierno
a investigar?
Personajes
como estos y otros que viven bien, porque la oposición venezolana, sus
dirigentes viven muy bien, tiene lujos, viajan y viven a lo grande. No dudo que
hay mucha gente que lo este pasando mal, en la oposición y en el chavismo, pero
los lideres de la oposición venezolana viven estupendamente.
Podíamos
hablar de la fiscal e ir desglosando uno a uno a los pacíficos dirigentes de la
oposición y la verdad que dan pena. Negro futuro le espera a Venezuela, sea con
Maduro o con cualquiera de los lideres opositores, llamese Capriles o Leopoldo
López. De pena, de verdad de pena.
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