“EDUCAR PARA LA INCERTIDUMBRE”
EDUARDO SANGUINETTI – FILÓSOFO
, POETA Y ARTISTA ARGENTINO
Es
imperativo que la educación como esta planteada desde hace décadas por los
burócratas del pensamiento y los poderosos que decidieron crear un sistema
“anti-educativo”(así lo denomino) acepten sus errores: la ceguera del
conocimiento como es transmitido, la necesidad hoy de capacitar a los que
educandos para ser capacitados para la incertidumbre que plantea este milenio que
no termina de tomar su lugar, y no deja de ser una simulación de una historia
en la que parece que somos espectadores.
Reconocer
las cegueras del entendimiento, sus errores y sus ilusiones, quiere decir
asumir el acto de conocer como una especie de traducción, no como una correcta
foto de la realidad. Se trata de preparar nuestras mentes para el combate vital
por la lucidez, y eso significa que hay que estar siempre buscando cómo conocer
el propio acto de conocer.
“Enseñar la
condición humana debería ser el objeto esencial de cualquier sistema de
enseñanza”, y eso pasa por tomar en consideración conocimientos que se
encuentran dispersos entre varias disciplinas, como las ciencias naturales, las
ciencias humanas, la literatura y la filosofía. Las nuevas generaciones
necesitan conocer la diversidad y la unidad de lo humano.
Enseñar la
identidad planetaria se refiere a mostrar y enseñar la historia de esta era
mostrando cómo todas las partes del mundo necesitan ser inter solidarias, dado
que enfrentan los mismos problemas de vida y muerte.
Hay que
aprender a navegar en el océano de las incertidumbres a través de los
archipiélagos de las certezas.
La
comprensión es tanto medio como fin de la comunicación humana, por lo que no es
algo que la educación pueda pasar por alto. Para eso, es necesaria una reforma
de las mentalidades.
Por “el
cuidado de uno como principio de toda ética “síntesis de mi ensayo educativo
“Pedagogía de Unidad en Síntesis” entiendo un enfoque que considere al
individuo, a la sociedad y a la especie cómo dignos de ser considerados en su
calidad de “ser”.
A lo largo
de la vida pasamos por todo: atrasos, progresos, encuentros, desencuentros,
crisis. Este tipo de evaluación es una forma de segregación que no ayuda a
organizar el conocimiento y las relaciones entre las distintas informaciones.
Los datos y hechos que pueden caber en evaluaciones de ese tipo no son
conocimientos, representan un vacío que actúa como urna funeraria del saber.
En el mundo
occidental fracasó la fe en el progreso tecnológico y económico que nos
conduciría a un mundo mejor, no caben dudas que iríamos a nuestro fin como
especie de seguir los paradigmas dictados por los tecnócratas y los
cientificistas fascistas que manejan el conocimiento epistemológico en el
denominado primer mundo.
Pero no
debemos pensar que las posibles consecuencias de ese momento están
históricamente determinadas.
Podemos
contraponernos a todo eso con la educación. Esa es la razón que me ha guiado al
desarrollar mis últimos textos y escritos a pesar de la sistemática censura
para ser distribuidos e incluso la orden de no ser editados, pues propongo un
giro de 180º grados donde manifiesto entre otras cosas: “que lo esencial no ha
sido hecho, lo esencial no ha sido dicho…”. En la trilogía el segundo ensayo
está dedicado a la educación, y en el tercero desarrollo mi propuesta ética de
resistencia a la crueldad del mundo bestial por el que transitan nuestras
existencias.
No basta con
tener buena voluntad, en cuyo nombre fueron cometidas innumerables acciones
desastrosas. Mi ética es una ética del buen pensar y en eso está implícita toda
mi idea del pensamiento autodeterminante, de lo que deviene mi sentir en lo que
hace a mi accionar futuro y me da pautas las respuestas de la gente que ha
llegado ha escuchar mi discurso. Asumamos la responsabilidad de concretar
nuestros pensamientos
Legitimándolos
en acto como deseo y obligación de nuestra condición de ser pues tenemos una
vida para vivir y si la conciencia actúa en nosotros en todos los planos sería
estúpido no concretar nuestros sueños de un mundo mejor (aún a pesar de los
atentados de los que he sido víctima, de la censura sistemática y el resto de
basura que este sistema definitivamente obsoleto me ha obsequiado pero dándome
la certeza que mi pensamiento despierta ecos y cielos de tormenta, bien
significa que “es eficaz”).
Mi propuesta
educativa “Pedagogía de Unidad en Síntesis” es fruto de un esfuerzo para
articular saberes dispersos, diversos y adversos entre sí. Pero la propia idea
de complejidad excluye la posibilidad de unificar, pues una vez que parte de la
incertidumbre debe admitir el reconocimiento cara a cara con lo indecible.
El
pensamiento complejo es una unión entre simplicidad y complejidad, lo que
implica procesos como seleccionar, jerarquizar, separar, reducir y globalizar.
Se trata de articular lo que está disociado.
Espero que
esta editorial inspire al lector a seguir viviendo, educando, transmitiendo
desde el sitio que ocupa hoy en esta pobre sociedad degradada y corrupta:
“poéticamente y con sabiduría”
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