CUANDO EL MACHISMO ES ACORDADO
Y SE TOMA A BROMA
El presentador Juan y
Medio corta la falda de su compañera
Eva Ruiz en la TV pública andaluza.
Así,
"cruce de bromas acordado", es como ha definido la dirección del
programa ‘La Tarde, aquí y ahora’ de Canal Sur la escena de
acoso machista que protagonizó su presentador, el famoso Juan y Medio, contra
su compañera Eva Ruiz. La escena, emitida en directo, fue la siguiente: el
machote graciosete perseguía, tijeras en mano, a la mujercita complaciente, y
le cortaba con ellas la falda del vestido, muy ajustado, por supuesto. Se
trataba de que a la chica se le vieran las bragas o el tanga, el culo o el
coño, o de simularlo. Luego Juan y Medio hizo ademán con las tijeras de atacar
al escote. Ella chillaba y se tapaba el cuerpo con un trapo, se iba pero no se
iba, protestaba pero se reía. Observando la escena, no es descabellado pensar
que la presunta broma hubiera sido, en efecto, previamente pactada. La propia
Ruiz, mujer objeto de la presunta broma, ha salido en defensa de su compañero
el de las tijeras.
Es
un problema que una televisión pública agite a su audiencia con episodios que
denigran a las mujeres y minimizan la gravedad del acoso que sufren de manera
habitual. Pero mayor problema es que una mujer acepte participar de su propia
humillación. Demuestra que, una de dos, o ella misma no ve la gravedad de las
consecuencias del juego al que se presta, o debe prestarse a prácticas
machistas para conservar su empleo. Cualquiera de las dos hipótesis demuestra
que aún falta mucho camino para desactivar las estructuras machistas que
someten a las mujeres, mucha lucha contra la normalización de ese machismo y a
favor de un empoderamiento que respete nuestro cuerpos y ponga en valor nuestro
trabajo y nuestra dignidad. Esa lucha es feminismo, y es la conciencia
feminista desde donde la coordinadora de Podemos en Andalucía, Teresa
Rodríguez, ha articulado su denuncia de
la escenita de Canal Sur, como también el líder de IU Alberto Garzón o el
propio José Antonio Pérez Tapias, miembro del Comité Federal del PSOE, partido
que gobierna en Andalucía.
En
una televisión pública no deben aceptarse bromas racistas, xenófobas u
homófobas, y deberían ser inaceptables las bromas machistas. La que ha recibido
el graciosete de Juan y Medio es una crítica feminista, pero articulistas de
derechas llaman noepuritanismo al feminismo y articulistas presuntamente de
izquierdas llaman monjas a las feministas. ¿Qué les parecería, a unos y otros,
que sus hijas, niñas o adolescentes, fueran objeto de un acoso semejante al que
pudo verse en la televisión pública andaluza, y sus compañeros, niños o
adolescentes, las persiguieran por el patio con unas grandes tijeras y les
cortaran la falda para que se les vieran las braguitas? Si se presenta como una
broma en la televisión pública, en horario de tarde, aplaudida y jaleada por el
público, no hay razón alguna para que esos niños y adolescentes no consideren
legítimo dejar a sus compañeras con el culo al aire en sus horas de recreo. ¿Se
reirían mucho los papás y las mamás articulistas al ver a sus hijas siendo
objeto de esas bromas?
Eva
Ruiz, la presentadora a la que Juan y Medio cortó la falda en directo con unas
tijeras, dice que la crítica al presentador le parece "lamentable".
Ha salido en su defensa diciendo que él es muy majo, cosa que nadie pone en
duda, que ella es muy feliz trabajando con él, cosa que tampoco, y que él es
"adorable" con ella y con todas sus compañeras. Seguramente lo dice
de corazón, aunque también le va el curro en ello: ¿qué habría pasado con Eva
Ruiz si hubiera criticado el comportamiento de su compañero? Es una hipótesis,
sí, pero conviene imaginarla porque es una hipótesis que ilustra una realidad:
que las mujeres aceptan con frecuencia un acoso que viene en el paquete. Y lo
verdaderamente lamentable es tenerlo tan interiorizado que ni se distinga.
Nadie que no lo conozca personalmente puede cuestionar si Juan y Medio es
adorable o no, pero todo el mundo que haya visto la escena de las tijeras puede
juzgar su comportamiento machista, financiado además por una cadena pública de
televisión. Lo lamentable es que ese comportamiento se produzca y se haya
pactado con una mujer. Lo lamentable es que se considere una broma. Lo
lamentable es que ahora se quiera confundir el debate.
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