PATXI, PABLO
Y LOS GAMBERROS DEL BIPARTIDISMO
JUAN TORTOSA
Solo
fueron necesarias dos horas y media este miércoles para que a la tercera
autoridad del Estado se le viera el plumero. Eran las 11:35 de la mañana, y con
sus improperios, la bancada socialista impedía que se escuchara una de las
réplicas de Pablo Iglesias, así que éste optó por recurrir al amparo del
presidente de la Cámara.
–
Tu tiempo ya había terminado, le espetó Patxi López mientras sus compañeros de
partido continuaban abucheando al líder de Podemos. De tú y en tono
conminatorio, olvidando que el interpelado tiene -¿o no es así?- la misma
dignidad parlamentaria que él. A las primeras de cambio le ha traicionado el
subconsciente al actual presidente del Congreso. Mal precedente.
–
No sabía que íbamos a tratarnos de tú, Patxi, le contesta Iglesias.
López
no le ha llamado piojoso, como hizo Celia Villalobos con los rastas de Podemos,
ni los ha mandado al gallinero del hemiciclo, como se decidió con el voto de
Micaela Navarro, la vicepresidenta socialista de la Cámara incluído, pero cada día
que pasa se entiende mejor por qué la Mesa del Congreso se conformó al margen
de Podemos y cómo relegarlos al gallinero no fue mera casualidad.
Acto
seguido, quizás pelín desconcertado cuando Iglesias le trató a su vez de tú, el
otrora lehendakari del gobierno vasco intentó salir como pudo del atolladero,
pero lo hizo con lamentable torpeza.
–
Lo que no se puede admitir es el insulto, ni la descalificación, ni el grito
por el grito, cada uno sabrá cuándo sobrepasa… le contestó López al cabeza de
lista de la formación parlamentaria que, junto a Ciudadanos, mejor
comportamiento habían tenido en la Cámara desde que este martes a las cuatro y
media de la tarde comenzara la sesión de investidura de Pedro Sánchez.
Y
añadió:
–
Los aplausos y abucheos están al mismo nivel de manifestaciones espontáneas…
Y
para rematar, acabó liándose citando el libro de sesiones. Todo esto se atrevió
López a decírselo a Iglesias tras la petición de amparo de éste último, pero el
día anterior calló ante esa actitud gamberra y desabrida a la que los
paniaguados del bipartidismo parecen estar tan costumbrados y que llevan tanto
tiempo practicando en las sesiones parlamentarias. Ya Juan Carlos Girauta,
portavoz de Ciudadanos, había manifestado el martes en rueda de prensa su extrañeza
por el comportamiento “de señores con corbata, ministros, secretarios de
Estado…” haciendo aspavientos e impidiendo escuchar a Sánchez durante su
discurso de investidura:
–
Igual tiene que ser así, comentó el representante de Ciudadanos, pero nosotros
también estamos y hemos estado en otras instituciones como la Eurocámara o el
Parlament de Catalunya, y este comportamiento es la primera vez que lo vemos.
Además,
durante toda la comparecencia de Pedro Sánchez, “sus señorías” hablaban entre
ellos, usaban sus móviles, apenas hacían caso al orador… Este miércoles,
Iglesias le reprochaba al candidato del psoe que mientras, en su caso, él le
escuchaba con atención y lo miraba a la cara cuando se dirigía directamente a
su persona, en cambio el socialista se dedicaba a cuchichear con Antonio
Hernando. y nunca lo miraba cuando Iglesias se dirigía a él directamente.
Continúan
sin entender, socialistas y populares, que ya no están solos ni pueden hacer de
su capa un sayo, que se acabó ningunear y hasta despreciar a sus oponentes,
como en tiempos hicieron, Iglesias lo ha recordado, con Gerardo Iglesias, Julio
Anguita o José Antonio Labordeta. Continúan sin asumir que la ciudadanía ha
colocado a 69 representantes en el Parlamento para que hagan y digan cosas que
hasta ahora solo se escuchaban en la calle.
No
hay nada más vergonzoso que señores con corbata haciendo el gamberro en el
lugar donde nos representan a todos, como si se estuvieran en una pelea de
matones de barrio. Rajoy ha llamado tontos a los socialistas media docena de
veces, Rafael Hernando ha practicado el filibusterismo, Margallo, Fernández
Díaz y Rajoy intervinieron al margen del debate de investidura por “haberse
sentido aludidos” pero en cambio Xavier Domènech no pudo hacerlo…
El
comportamiento de Patxi López, otrora tan comedido y sensible, capaz de
mantener un blog entrañable, no casa bien con el exabrutpo dirigido este
miércoles a Pablo Iglesias durante la sesión de investidura de Pedro Sánchez..
–
Tu tiempo ya había pasado.
Igual,
como decíamos más arriba, le ha traicionado el subconsciente y lo que en
realidad estaba pensando, quizás asumiendo, es que “el tiempo que ha pasado” ya
es el suyo porque, tal como van las cosas, el tres de mayo tendrá que disolver
el parlamento.
J.T.
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