“40º AÑOS DEL GOLPE MILITAR”
FILÓSOFO
El atroz Golpe
de Estado del 24 de marzo de 1976, que se prolonga en una dictadura militar y
civil, sin precedentes, cumple 40 años… Debemos interrogar el pasado sin
remordimientos, juzgarlo y condenarlo, en la medida que la injusticia de hechos
que degradaron nuestra condición humana y nuestras tradiciones tan arraigadas
en nuestras comunidades, han impreso su impronta de sojuzgamiento, sangre,
tortura y genocidio, de una generación, plena de ideas e ideales.
Me refiero, en
este caso puntualmente, a la última dictadura militar, encabezada por el
fallecido general Videla, dictador y militar argentino que en nombre del
liberalismo y las sagradas escrituras, asesinó a miles de seres, nutridos de sueños
de liberación, que resistían y luchaban a sangre y fuego por una América del
Sur independiente y autodeterminante en sus decisiones… pareciera, hoy, en esta
democracia procedimental que soportamos quienes no ignoramos los pactos de
“todos con todos”, ante los dichos y actos, del presidente argentino, de la
derecha más rancia, Mauricio Macri, quien en sus discursos destemplados y
amenazantes, proyecta, cual espejo lacaniano, que se volverá al recto y eterno
camino de la miseria y de la dependencia, alineándose con imperios en
putrefacción, dejando de lado todos los logros, alcanzados, a pesar de
contratiempos previsibles de corruptelas aún no develadas, endémicas en
Argentina, durante el gobierno de la presidenta Cristina Fernández… logros,
nutridos de la impronta, de manifestarse por la libertad, Los Derechos Humanos
en vigencia plena y las conquistas sociales, para un pueblo y una
Latinoamérica, hoy jaqueada, por los grupos de poder imperiales ultraliberales.
En Argentina se
vivieron situaciones límite, y hubo gente que reaccionó de diferentes maneras.
Es decir, hubo quienes se bañaron en democracia: los “hijos de Videla” y sus
crías, cómplices de la dictadura genocida, entre los que se encuentran
periodistas, intelectuales, deportistas, políticos, modelos, músicos populares
y actores, y hoy dictan cátedra de aquel tiempo, dibujando una historia
ficcionalizada… todos los que hoy, apoyan al presidente electo de la más rancia
derecha capitalista.
Observamos
atónitos, hoy, una Argentina fracturada, donde la incertidumbre creció y la
impostura se ha enriquecido… una situación de bajas defensas, perfecta, para el
advenimiento de todo tipo de nostalgias de disciplina o de obsesión de
diferencia, la puerta abierta a fundamentalismos, racismos y mesianismos, camuflados
de progreso… aprovechando esta instancia, explotada por un astuto marketinero
ecuatoriano, Durán Barba, el asesor ‘gurú’ del presidente Mauricio Macri, que
con globitos de colores y un magro discurso de templo evangélico, embaucó a
millones de enajenados útiles, invitándolos a soñar un sueño pesadillezco.
El presidente
de EEUU, Barack Obama (Premio Nobel de la Paz), llega a Argentina en días del
40º aniversario del Golpe de Estado, ¿una provocación?, ¿para qué?, ¿por qué?…
nadie ignora que en aquellos años de sangre y fuego, persecuciones y torturas,
se elaboró, a instancias del entonces exsecretario de Estado de Richard Nixon,
Henry Kissinger (Premio Nobel de la Paz), un plan que se denominó Cóndor, el
nombre con que se conoce el plan de coordinación de acciones y mutuo apoyo
entre las cúpulas de los regímenes dictatoriales del Cono Sur de América
-Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y esporádicamente, Perú,
Colombia, Venezuela, Ecuador- con participación de los Estados Unidos.
Esta
coordinación implicó, oficialmente, “el seguimiento, vigilancia, detención,
interrogatorios con tortura y desaparición o muerte de personas” consideradas
por dichos regímenes como “subversivas del orden instaurado o contrarias al
pensamiento político o ideológico opuesto, o no compatible con el gobierno de
los Estados Unidos y por tanto con las dictaduras militares de la región”. El
Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la
práctica del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición
de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras.
Ante todo lo
relatado, ¿qué podemos hacer?, argumentar o sumar’, está todo expresado…
pareciera que un Plan Cóndor II, sobrevuela nuestra balcanizada Latinoamérica,
ante el avance arrollador del rapaz neoliberalismo, con todo su rigor y
violencia.
Obama expresó
que el gobierno de Cristina Fernández, se distanció de EEUU, y que el salvador
del gran capital, Macri, hizo un ‘heroico’ acercamiento al imperio… incluso,
Obama, apoya la iniciativa irrenunciable de pagar a los “fondos buitres” deudas
difusas. De hacer efectivo dicho pago, Macri argumenta eufórico, que vendrán
inversiones del exterior por miles de millones. En la tremenda crisis, que
atraviesan Europa y EEUU, no vendrá un solo peso, solo se limitarán a instalar
sus caballos de Troya, los colonizadores, modelo siglo XXI, como lo han hecho
ya, desde hace décadas, con los fieles aliados como lo fueron, según
transcurrieron los años: Hussein (Irak), Noriega (Panamá), Sha de Persia (Irán)
y tantos, que fueron traicionados por el país del norte… ¿Macri, estará al
tanto, de lo que significa ser aliado de Estados Unidos?
La dictadura,
no es un tema al que debamos decirle basta, aunque se hubiera publicado el NUNCA
MÁS, que se hayan llegado a producir algunos films, oportunistas, sobre el
tema, escrito algunos libros de exilio, debates calculados sin llegar al núcleo
constitutivo del tema, no significa que debamos poner punto final del genocidio
de la dictadura.
Argentina,
salvo honrosas excepciones de quienes sufrimos ese tiempo, no elaboró un duelo
real de las desapariciones, torturas y muertes. No se ha elaborado un análisis
concienzudo y sin corta pisas acerca del genocidio, como lo ha hecho Israel con
el Holocausto, que persiste en la memoria del mundo, sin dar espacio a ningún
“pero”.
Las voces
incómodas, las que intentan aclarar, son silenciadas y acalladas… se trata
simplemente prohibirle a la gente que olvide… si hay prohibiciones, está no es
incómoda, para quien ama la libertad, en memoria de una generación perdida y
desaparecida.
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