domingo, 13 de marzo de 2016

LOS MUERTOS QUE CAMINAN

LOS MUERTOS QUE
 CAMINAN

POR JUAN JOSÉ COLOMER GRAU
Masas de refugiados se acercan a nuestras fronteras. Los discursos humanitarios se mezclan con el discurso bélico.  Los discursos humanitaristas se mezclan con la construcción acelerada de vallas y alambradas. También se negocian las cuotas, las expulsiones. Las masas de refugiados son en un primer momento cifras a repartir. Se habla de invasión como se habla se tragedia. Goteo de muertes que son en este lado de la frontera cifras. Cifra humana, cifra monetaria. La cifra humana que más repercusión tiene es la del muerto. Al muerto se le entierra y se le llora. Cifras de lágrimas. La cifra de la tragedia. Los muertos no hablan y sus costes son limitados. Cifras de vivos que amenazan con desestabilizar la cifra monetaria. La frontera es el dinero. El dinero es la alambrada. Europa se ha puesto a sí misma en cuarentena contra los refugiados, los inmigrantes, contra las cifras vivientes que caminan hacían la alambrada, siempre adelante. Europa desea llorar a los muertos. Europa no quiere acoger a los vivos. El discurso humanitario solo funciona con los muertos. El discurso bélico busca contener a los vivos, esos que caminan, que vienen hacia nosotros. La situación es de alarma. Pero hay dos alarmas. La alarma vital del que viene y la alarma del miedo del que observa a los que vienen. A este lado de la frontera la alarma que se impone es la del miedo. Las masas de caminantes que se acercan solo traen problemas. No hay trabajo para todos. NO hay trabajo ni siquiera para los de aquí.

No todo el trigo está limpio. Es el discurso de la xenofobia que toma cuerpo en la alambrada. Las alambradas, las concertinas, son el esqueleto de la xenofobia. Vienen hacia nosotros y no les hemos invitado. Pongamos puertas al campo. La alarma que se da con el miedo se implementa con la zombificación del refugiado y justifica la conciencia que se aferra a la alambrada. ¿Quién no se defendería de un zombi? La zombificación tiene que ver con las masas. Masas de refugiados. Antes de ser cifra los refugiados son masa, masas que caminan, que huyen. Masas que apestan a este lado de la frontera. Frente a la masa aquí nos erigimos como individuos. El individuo contra las masas, sin atisbos de solidaridad, ya que la solidaridad está dirigida a los vivos y a los vivos se les opone una valla. El individuo europeo solo se siente movido por el humanitarismo televisado de los muertos.

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