jueves, 28 de febrero de 2013

Cara, cruz y todo lo contrario, por Cándido Quintana


Cara, cruz y todo lo contrario
Cándido Quintana
 Cara y cruz, dos palabras que empiezan con “c”, igual que coalición y canaria, y aquí quería llegar, a Coalición Canaria, ahora que algunos pesos pesados de esta formación política, concretamente Ricardo Melchior y Fernando Clavijo, acaban de manifestar, y espero que no sea por acercamiento al PP, su conformidad a que las tan rechazadas por su partido y por la ciudadanía prospecciones petrolíferas, se hagan realidad si dejan tasas para las Islas. Para mí, una deplorable salida de tono que da contenido a ciertos decires degradantes, como “todo por la pasta” o “todo se compra y se vende”, que dejan a un lado valores intrínsecos del ser humano.

   No, no todo se puede ni se debe comprar o vender, ¡faltaba más!, pero algunos por aquí prosiguen en su camino de importarles un pito lo que les suceda a los demás, si con ello recuperan la economía de un insignificante territorio como el nuestro, en un claro gesto de insolidaridad, máxime cuando entre los perjudicados más directos se encuentran núcleos y personas de nuestras propias islas. Seguramente piensan en que Fuerteventura y Lanzarote nos quedan bastante lejos y que si sus economías se perjudican, como con seguridad sucedería si las prospecciones se hacen realidad, vendrán tasas para equilibrar esos perjuicios, ¡de pena!

   No me extraña nada que Ricardo Melchior se haya pronunciado así, ya lo ha hecho en barbaridades impactantes como los trenes, puerto de Granadilla o la introducción del gas por ese Municipio, a pesar de que conllevaría altos riesgos para núcleos poblacionales cercanos y para el grueso del turismo que escoge Tenerife, y que frenaría las renovables. Lo que no se entiende es como un hombre joven y con futuro, del que siempre se espera sensibilidad con el medioambiente y la biodiversidad, en definitiva con la preservación del mundo, utiliza cosas tan importantes como moneda de cambio, vendiendo algo que no debe y que ocasionaría daños irreversibles.
   Muchos valoramos la firme apuesta de Paulino Rivero y su gobierno para rechazar las prospecciones petrolíferas, pero les censuramos por no rechazar de igual manera la introducción del gas en Tenerife, pues conllevará aún mayores riesgos. Peligros más que evidentes aparte, tengamos presente que entre la -zona roja-, que incluye la impactante regasificadora y el ventoso y nada recomendable puerto de Granadilla, y el Aeropuerto del Sur hay pocos kilómetros, muchísimos menos que los que separan las prospecciones de las islas orientales afectadas, por lo que es turismo tinerfeño resultará muy tocado por incompatibilidad con un destino turístico medioambiental como el nuestro.

   Ahora, pronunciamientos como los de Melchior y Clavijo ponen a Coalición Canaria en su lugar natural, en ese que dicen que nunca ha abandonado, en el de la depredación a cualquier precio, dando crédito a dichos populares como –Construcción Canaria- y otros parecidos. Cada día temo más, y listillos predispuestos y cercanos los cchay por aquí de sobra, que el Parque Nacional del Teide termine siendo urbanizado si reporta buenos dividendos, y el lugar tiene atractivos excepcionales para ello. En definitiva, se trata de la cara, la cruz y de todo lo contrario, lo que sea si nos llega dinero, ¡chiquito futuro nos espera con gobernantes como estos!

   © Cándido Quintana   




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