QUE FLUYA EL CREDITO.
L. Soriano
De
entre las estupideces supinas que estamos escuchando como verdades universales
en estos momentos esta es la más conspicua. Al parecer aquí lo que se necesita
son créditos e impuestos. Ayer, unos minutos después de que llegaran los
millones que transformaban la deuda privada de los que se forraron sulfatando
pasta y no acepaban la parte de perdidas, ni renunciaban a escandalosas
indemnizaciones, los empleados y directivos de Bankia declaraban que esperaban
jugosas indemnizaciones pagadas por nosotros todos. Y que el crédito para
comprar viviendas propias, solo propias, llegaría de nuevo al 100% o más decían
otros. http://www.eleconomista.es/interstitial/volver/acierto/empresas-finanzas/noticias/4453825/12/12/La-banca-vuelve-a-dar-hipotecas-por-mas-del-100-del-valor-en-sus-pisos.html
Si es
que somos como niños pero sin el cómo. Y los engatusadores, del signo político
que sean, siempre nos cuentan cuentos.
Crédito, no darán nada más que a los que cualifiquen para ello. Y en
España, después de este asalto a los bolsillos de los ciudadanos y a las cajas
de las PYMES nadie cualificara. Y si el país oficial va por un lado, el real ha
bajado a menos de la mitad, y no digamos en lo que respecta a garantías a
aportar para conseguir financiación. Pero en sí mismo, un negocio puede
requerir financiación puntual mientras produce, pero “ad aeternum” la
financiación ni esta, ni se la espera, ni es procedente ni conveniente. Es como
lo de recaudar. Nos dicen que es imprescindible pero no en que se lo gastan ni
cuándo van a racionalizar ese gasto. Se recorta a Funcionarios productivos y a
la sociedad en general que sufre las mermas de atenciones y servicios, pero no
se bajan cuotas o aportaciones, tasas ni impuestos. No se recortan privilegios
políticos, ni número de ellos ni sus emolumentos, todos, en la misma proporción
que a los “mortales”. Ni se cuestionan los gastos esperpénticos, ni se recobran
las corrupciones monstruosas. Nadie quiere hablar desde la política de recortar
nada, de ninguna clase de lo que ellos tienen asignado, salvo los casos
sangrantes que les destapan el trasero. Todos hablan de que eso no resuelve la
crisis. Pues se equivocan, rebajar a la mitad el gasto Público y no el social,
conllevaría a no necesitar tanto impuesto con lo que no se necesitaría tanto
crédito, y se dispondría dinero para gastar en consumo y necesidades, lo que
sin duda movería hacia arriba a la economía espectacularmente. Esta economía lastrada por
el monstruoso peso de la deuda, necesita como si de Maddoff se tratase,
realimentarse brutalmente para pagar solamente intereses elefantiásicos, y
entre tanto, con esa salvaje recaudación se va dejando empresas y
contribuyentes en el camino a miles. Hay que
aprender a vivir de lo que producimos, y para eso no nos tienen que asaltar la
caja los políticos descerebrados que incoan esos impuestos impagables.
Los
créditos, fluirán, fluyen ahora también, para los que superen el examen de los
departamentos de riesgos de los bancos, con historial limpio y con garantías
solidas. A los ciudadanos corrientes, a los autónomos, a los constructores del
ladrillo y a los “empresarios” de pandereta ligados al Gobierno de turno y que
las mas veces ejercen de su brazo corruptor, a esos no les darán nada.
A reflexionar
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