LOS REYES MAGOS (EN LAS LEYES ME CAGO)
Un anticuento de Navidad
(por Carlos Felipe)
Ésta es la historia de los tres
Reyes Magos de Occidente: Presidente, Empresario y Banquero.
Cual faraones, Sus Majestades vivían en una puntiaguda pirámide, pero
como uno de ellos era miope, otro hipermétrope y otro astigmático, sus
percepciones geométricas de la misma eran diferentes.
Cada uno de ellos consideraba
que dominaba desde la cúspide, y que los otros dos reyes estaban en el escalón
inmediatamente inferior. No se sabía quién de los tres tenía más poder. Del
segundo peldaño hacia abajo, el resto de la sociedad peleaba encarnizadamente
para escalar alguna posición, aunque, para conseguirlo, tenían que beneficiar
(de alguna forma) a alguno de los Reyes, pues, al fin y al cabo, ellos tres
eran los que repartían los regalos.
El Rey que estaba en la cima
(cualquiera de los tres, según cada patología visual) no sólo vivía allí, sino
que era capaz de imprimir impulso a ese pico (vértice) superior de la pirámide,
tirando de él hacia arriba, hacia las nubes. El resultado era un triángulo muy
tirante y afilado, afiladísimo, y esa verticalidad, tan extrema, tensa y
acentuada, era un claro (y pretendido) sinónimo de Dictadura. Ése era el
sueño erótico (pornográfico, en realidad) que “orgasmaba” al Rey cada día: una
pirámide en forma de triángulo isósceles con un ángulo superior que, cada día,
se tornaba más agudo.
La única parte negativa (razón
por la que su divinidad no lograba dejar de ser un simple sueño) era la falta
de reconocimiento explícito de su Dictadura. En el fondo, su pirámide
lo era, él decidía lo que había que hacer y cuándo tenía que hacerse, pero,
oficialmente, de cara a la opinión pública, el triángulo tenía que parecer
volcado, horizontal. La horizontalidad recoge el concepto de Democracia
entre los seres humanos. Al gran público le gusta leer de izquierda a derecha,
aunque el libro (estafador) esté escrito de arriba abajo.
Ésta, también es la historia de
un perdedor al que, de pequeño, Melchor, Gaspar y Baltasar
(los de Oriente) le ponían carbón. Ahora, los modernos Reyes del
siglo XXI, Presidente, Empresario y Banquero, le traerán,
respectivamente, un saqueo, un despido y un desahucio. ¡Ah! Me olvidaba. Y más clases de religión.
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