Montevideo en clave matrix
Eduardo Sanguinetti
filósofo rioplatense
Un nuevo
estatuto de la experiencia estética conforma el denominado periodismo de este
milenio, en el accionar de las corporaciones económico-mediáticas, que
esclavizan y dominan a la comunidad, conformando en matrix, el mundo en que
pretenden vivamos.
Multiplicidad
de acontecimientos se sucedieron en esos días, devenidos en los desencuentros a
repetición que he tenido con obtusos representantes de los medios de
comunicación, a quienes solicité un espacio para anunciar al pueblo del Uruguay
mi propuesta de nominar al presidente Mujica al Nobel de la Paz; aun persisto,
a pesar de ciertas dudas… Propuesta de inmediato rechazada a viva voz con un
simpático: “no es noticia” o “ese loco no lo merece”, palabras textuales de
comunicadores y de integrantes del Frente Amplio, incluido algún pariente
cercano de Don Pepe.
El Frente
Amplio, un collage de movimientos y partidos anacrónicos en sus fines, en
permanente campaña proselitista, con una avidez indisimulable de intentar
pertenecer y distinguirse en todos los campos del accionar político, pero sin
poner en juego valores nuevos; participando de manera conservadora, pacata y
mezquina, de un gobierno autodefinido imbécilmente como “de izquierda”.
He caminado
por una ciudad sucia y con un degradado nivel de vida del denominado
proletariado, humillado al ser dejado de lado en los macro emprendimientos del
gobierno, solo para corporativistas bucaneros y farándula.
Un pueblo
compuesto de trabajadores de tiempo completo, con míseros jornales, a los que
el Frente Amplio les debe el voto de confianza que estos depositaron, sin
garantías de cambio, en la democracia procedimental que vive y sufre. Voto que
habilitó a estos espontáneos funcionarios mediocres y oportunistas a ocupar sus
sitiales de burócratas del síntoma.
“En rodeo
comparativo” con otros tiempos, nada ha cambiado, salvo las pretensiones de
quienes manifiestan haber logrado llevar a término los fines propuestos, dentro
de la realidad matrix y de su permanente presencia en los medios de
comunicación, lanzando alguna sátira estúpida, alguna denuncia a destiempo,
mucho olvido. En síntesis, un retroceso gradual, lento y amargo.
En el sistema
de azar en que los medios de comunicación manipulan la realidad, la mentira
oficial o la fábula del día, repetida hasta el cansancio por informantes
mercenarios, al servicio de las macro-corporaciones económicas de siempre,
explotadores de una comunidad harta, mal alimentada y sin acceso a la
instrucción, un derecho humano para los pueblos, no lo olvidemos jamás.
He argumentado
en otros artículos, sobre la peste de las profesiones inútiles, a la cabeza de
las cuales están los banqueros, los políticos y los hoy denominados
comunicadores, verdadero cáncer de nuestras sociedades.
Pensar en un
Ser Maligno y Multinacional que actúa en detrimento de esta deprimente
Latinoamérica, tan perdida siempre en sus fines y tan difusa en sus principios,
solo sirve para excusarse de que el coraje de revolucionar no existe.
Descreo de lo
que se supone superado, permaneciendo alerta ante la ficción de una historia
inventada y fraguada de metáforas y de olvidos.
José Mujica,
buena oportunidad para leer lo que manifiesto y actuar en consonancia en favor
de su pueblo, ¿no le parece?
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