jueves, 6 de diciembre de 2018

FILFA


FILFA
JM AIZPURUA
Con el Dictador en su tumba, sus Principios Fundamentales del Movimiento por el suelo, con las democracias europeas en su contra, los fascistas vencedores y con 40 años de abuso y saña vengativa, se vieron obligados por las circunstancias, (sindicales estudiantiles, obreras y del PC eurocomunista) a emprender una maniobra de cambio al no poder mantener su monarquía fascista con Juan Carlos Borbón al frente como estaba previsto en la Sucesión de Franco. Se “inventaron” la Transición.
No todos los fachas la aceptaron, Aznar por ejemplo estaba en su contra, y un gran grupo de fanáticos irrealistas siguieron en sus trece con Blas Piñar y García Carrés al frente y Fraga equilibrando por la línea. Como, sables, togas y caudales, quedaron en su campo, las migajas que se dieron a los pobres vencidos no alteraron sus haciendas y costumbres, y los que se acostaron franquistas se levantaron demócratas y constitucionalistas.
¡Niño atiende que te cuentan la verdadera Historia!
Y con esa tropa se han seguido cuarenta años en los que el mérito democrático, mínimo, se debe a la integración en la UE, no a la florida Constitución que lo mismo vale para un roto que a un descosido; palabrería de corta y pega sin efectos reales.
Y cuando alguien amaga con cambiar las cosas, Zapatero o Sánchez, los nostálgicos fascistas que se creen demócratas y constitucionalistas se lanzan al voto raro de UPyD o VOX, sin darse cuenta de que hoy manda la UE y sus Lobbys, y sus retrógradas pretensiones no caben en los equilibrios europeos que impone el eje franco alemán.
Asustarse de Abascal, al que ya le irán conociendo pues posiblemente es el responsable que en los bancos amarren los bolígrafos, es lo más infantil que ha hecho “coleta morada” y un error estratégico que deberá remediar. La democracia europeísta vigilada desde UE, lo mismo que los Presupuestos, no admite payasadas nostálgicas pues ya nunca más “volverán banderas victoriosas.”
Yo convivo en mi banco con un facha, y en el vecindario con algunos, la pacífica coexistencia es la norma en la eurocracia. Y nuestro alcalde mantiene el pajarraco de exaltación fascista en las Ramblas. ¿De que nos asustamos? ¿De un nuevo pesebre institucional VOX? Poca cosa si la izquierda y el centro cumplen con su trabajo y hacen un buen servicio a la sociedad. En cuanto coja cacho la derecha; volverá al redil.
Paro, hambre, desahucio, corrupción, pensiones miserables, jóvenes y mujeres sin futuro social, me dan más miedo que VOX.
Aquí no hay otro riesgo que el de no saber alimentar y dar trabajo a la tropa y el de no rehacer la constitución para dar cabida a todos.
Las ubres del erario no dan para tanto mamón y el pueblo necesita ya  lo suyo.

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