martes, 6 de noviembre de 2018

UNOS


UNOS
JM AIZPURUA
Se les cayó la H de los de Atila, pero son tan letales como ellos. Nuestros “Unos” peninsulares conservan su esencia goda pero con sus nuevos aires neos, con los que intentan disimular su fascismo, su racismo clasista, y su machismo conquistador.
¡Vaya joyas que nos tocaron!
La unidad de los “Unos” no es esencial; es selectiva. Se muestran muy partidarios de la unidad de la patria, la que en tiempos fue una grande y libre, y que M Punto no se enteró que ya había caducado. Esa “patria” es un territorio que el señorito arrebató por todos lados a los peor armados que él y donde con servidumbre, esclavitud, obrerismo o precariado, hizo fortunas y posesiones que le aseguraron en el tiempo el dominio de todo lo que merecía la pena para que sus familias se perpetuaran en el machito a través de generaciones.
Unidad: bajo nosotros todos los demás iguales. Eso es “patria”.
Y la quieren UNA porque es la manera de conservar su mercado, no por otra cosa, pues odian a muchos diferentes dentro de su unidad, como por ejemplo a los catalanes, al Barsa y al hígado de Abidal.
Cuba, Filipinas, Sahara, son muestras del amor patrio que los “Unos” tienen por su nación-patria, de las que salieron a ostias y corriendo.
El unitarismo de los “Unos” termina con el mercado. Cuando se llega a los derechos o a la economía, los “Unos” se transforman en vulgares segmentarios, que son los que creen que nada de igualdades: cada uno con lo suyo y el que no lo acepte para Venezuela. Y ya entonces se hacen “Dos”; vencedores y vencidos, o, triunfadores y perdedores.
La competición del mercado, el sueño americano, consiste en una carrera de 100 metros lisos, trucada, donde ellos salen desde los 80 metros y los demás desde la salida de 0 metros. Siempre ganan ellos, pero por si acaso, ponen a su primo togado arbitrando para que alguno vuelva a la línea de salida si lo ven rapidito y con posibilidades, y si sigue corriendo: a la trena.
Mi amigo Borjamari, nos decía de jóvenes que, para ser rico y elegante, había que tener tres generaciones con bidé, y eran unos años en que todavía en el casherio vasco se iba a la huerta.
Los “Unos” arrancan por el siglo XIII y aún perviven como casta divina española, refugiados en sus mansiones, clubes, y Consejos de Administración, dejando la política para el primo tonto o los arribistas trepadores que les hacen el trabajo sucio. Hoy los Lobbys les hacen la competencia globalizadora, pero eternos conspiradores ya se hallan bien posicionados en sus cúpulas para garantizarse su mercado. Su Españita, pequeña, y merkelizada, les sirve para conservar su preminencia entre sus conciudadanos y todos los chollos que en ella existen: se conforman con eso. Ya no son los arrogantes caballeros que a mamporros atemorizaban por el mundo, ahora se conforman con que les hagan genuflexiones en Suiza o en los paraísos fiscales, aunque les jode mucho que sus vecinos no lo sepan y no se mueran de la envidia.
Antes destacaban en la calle, pero ahora los horteras los superan y se hacen los reyes de la disco. Cualquier narco de tres al cuarto es mas guay que los “Unos”.
¡Donde vamos a parar!

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