viernes, 31 de agosto de 2018

ALCALDADA


ALCALDADA
JM AIZPURUA
Vivo en un país donde hay mas cerdos que personas y, además, dicen que de cada diez; nueve embisten y una piensa.
No voy a decir cuál es, para que no me empapelen, pero me temo que casi todos ya sabrán cuál es, pues como a mi amigo en el franquismo el juez de paz le multó por decir “me cago en la puta nación” y cuando alegó que él no dijo cuál, el juez le contestó; “se sobreentiende” y le cascó cien pesetas de las de antes.
Sobreentendamos.
¿Cómo hacer un Estado UE con esta tropa?
Yo, N.P.I., pero ya que les metí en este quilombo; les cuento algo gracioso.
En las orillas de la Ría de Bilbao una gran fábrica de matriz gringa comenzó a sufrir avisos de bomba en los momentos más álgidos de la violencia. Los responsables antiterroristas no acertaban a descubrir el método empleado y las medidas de protección y desalojos del personal, al año, empezaron a replantear el futuro de la empresa. Pero los gringos no admiten derrotas y trajeron un especialista de otro país, que en secreto e individualmente dio en tres meses con la solución: detuvo a dos trabajadores que habían sido los responsables de las llamadas de las falsas amenazas de bomba.

¿Cómo y por qué? Pues eran dos trabajadores, pescadores de bajura, que aprovechaban las buenas mareas para salir a pescar dando los previos avisos de bomba y el investigador encontró el hilo precisamente en las mareas.
Las cosas más simples pueden llevar a grandes soluciones. Me encanta el lema “hacer lo que nunca se hizo”, quizás con él se pueda salir de esta maldición facha que no deja a la derecha social recobrar dignidad europeísta y a la izquierda la llama a rebato.
Qué desánimo hablar de Franco en el s. XXI, y más polarizarnos por temas de su referencia. Yo me niego a la involución. Murió en 1975 y en 1978 murió su obra y venció la conjura judeo-masónica que devolvió la democracia que desde 1936 él combatió con tanto ahínco y desprecio.
De lo que sí hay que hablar es de cómo resolver el problema social de los 40 millones de habitantes que hilvanados, mal, en una Constitución78, que no da bases sólidas para garantizar un nivel de vida europeo, que no permite el progreso del joven empresario al que machacan las multinacionales, que precariza al empleado público o privado, que no da enseñanza de calidad a sus jóvenes ni sosiego pensionista a sus ancianos. ¡Qué gran país, Mariano!
La guerra del 36 es algo turbio, negativo, algo a superar y olvidar. No es algo sublime, si no un error generacional borrado en el 78, y es de este intento superador desde donde se debe partir. Nada franquista merece, une o desune: sólo su olvido.
El Carlismo o el Franquismo, son historia y no deben incidir en el desarrollo ciudadano del s. XXI, que tiene sus propias tareas.
Pero el franquismo dejó una losa en Sta. Cruz que el inepto alcalde no sabe enfocar. Las Leyes le obligan a democratizar la urbe y sus espacios públicos. Hoy sigue siendo una ciudad fascista en su aspecto y eso que pasa desapercibido para el turista momentáneo puede pasarle una gran factura si es conocido y evidenciado. Si en lo básico no respeta las Leyes, ¿qué estará haciendo en sus reuniones privadas para le reconversión refinera? Me gustaría saberlo.
El pajarraco de Las Ramblas nació fascista y victorioso, pero debió morir en 1978 y su camuflaje a “la paz” fue una pirueta innoble. Representa la victoria del fascismo sobre la democracia, un “ángel” pagado por el capitalismo más negro del fascismo, porta al general que traiciona su cargo y huye a poner en marcha un golpe de estado que conducirá a la muerte y el exilio a un millón de seres y a la dictadura a 40 millones durante 40 años. Además, carece de “arte” y su autor es un apologista del fascismo escultórico. No es un homenaje a una persona es homenaje a una acción delictiva, su trama fascista, y la derrota de la democracia.
¿No es suficiente, alcalde y fuerzas vivas capitalinas?
Yo no tengo objeción a que un busto de Franco ocupe un lugar discreto, pero, ese atentado a la democracia en plenas ramblas: es inaceptable.
 


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