domingo, 5 de agosto de 2018

SIN ENMIENDA


SIN ENMIENDA
JM AIZPURUA
Ni la jodienda ni el fascismo; tienen enmienda. Como ambas caras de la misma moneda, el fascista se nutre de joder al prójimo e imponerle sus criterios. No lo pueden evitar, no son demócratas y no conciben otras opiniones diferentes a las suyas salvo en grado de subordinación, bobadas de peor condición.
¿Vieron al nuevo caudillo por TV? Fascismo esencial puro y duro, más patente que el camuflado de M Punto, pero ambos arraigados en el concepto vital y político del invento social de Franco; la España Una, Grande y Libre. De Don Pelayo hasta Casado, España siempre estuvo poblada por buenos españoles que tuvieron que defenderla de los malos; los moros a los que echaron victoriosos y en la batalla de Perejil se lo recordaron con viento de poniente con el gran conductor manchego, pero con los vascos, los catalanes y gallegos, y los rojos: no hacen carrera. Los que comen gofio molestan poco. Pero todos ellos son su excusa, su razón de ser.

Y el mensaje sigue igual: ni una propuesta de Estado. Luchemos por nuestro relato histórico falseado para que los nuestros sean los beneficiados del Sistema, y el resto que se las apañe como pueda.
Vuelven a pretender imponer su Ley, su Patria, su Sistema, su Clasismo, y les da igual constituciones o monarcas y repúblicas, pues ellos siempre harán lo mismo: vivir de los resortes del Poder.
Las cosas son como son y nosotros siempre arriba. ¡España!
¿Su Programa hoy?: joder a los presos vascos incluso contra la Ley, joder a los catalanes incluso al hígado de Abidal y obligar al PSOE a pactos para joder a la mitad de sus militantes y al rojerío ibérico.
Nada de pensionistas, viudas, jóvenes ninis, parados sin remedio, trabajadores precarios y falsos autónomos. Entre necios y privilegiados del Sistema tienen votos suficientes para no preocuparse de otras cosas.
No se confundan; esto no es la derecha. Esto es la adaptación del fascismo franquista a la democracia europea, que como no se fijan mucho y están en fase ultra y lobbysta, se la colaron. Suarez acabó en la cuneta del neofranquismo, acogotado por los tricornios del Congreso, y ya nunca más volvieron los ideólogos de la democracia cristiana, del liberalismo, conservadores reformistas, o meapilas, a tratar de crear una plataforma de derecha europea, con repudio del fascismo y sincero abrazo a la Democracia. Se plegaron al neofranquismo que el caudillo Aznar puso en boga siguiendo al fascista Fraga.
Con esas mentes neofranquistas y un Estado de tan negra trayectoria que aún tras 200 años no ha sido capaz de consensuar su territorio ni su himno, y no sabe que decir cuando se plantean temas como Ceuta y Melilla, Sahara, Gibraltar, no es arriesgado suponer que la caída a los infiernos del imperialismo español que se vive desde el 1898, no es un hecho aislado sino la constatación de su desaparición del Olimpo mundial para ser un apéndice insignificante de las Grandes Estados europeos, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Rusia. Solo los necios y neofranquistas creen en esa España Grande inexistente.
¡Y cuidado que es fácil la enmienda! Si ni es Una ni Grande; consensuemos que es y pongamos sus límites: Estado confederal plurinacional.
Para crecer, se necesita un punto de apoyo, que la historia nos enseña que no será “nacional” sino vecinal. Los vecinos colaboran y no necesitan para ello ser “nosotros”, les vale con ser vecinos. En democracia, los vecinos deben ser oídos y respetados, pero los caudillos del neofranquismo hispano esto no lo toleran.
Con su pan se lo coman.

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