viernes, 7 de abril de 2017

BERTÍN DUDA ENTRE AZNAR O ARÉVALO



BERTÍN DUDA ENTRE AZNAR
 O ARÉVALO
DAVID TORRES
Una enorme expectación planeaba antes de la entrevista-friega de Bertín Osborne al ex presidente Jose Mari en su programa-rancho de Tele 5. El público pensaba que el encuentro entre estos dos cuñados máximos era la ocasión perfecta para que Jose Mari anunciara su regreso a los ruedos de la política. Jose Mari había construido a Mariano a su imagen y semejanza, y no tardó en darse cuenta del error: Mariano estaba haciendo el ridículo mucho mejor que él, cobijaba a más corruptos que él y además lo adelantaba por la derecha. Es un alumno aventajado aunque no cabe duda de que no tiene su vigor atlético ni su capacidad para hablar tejano con un chicle en la boca. “Yo lo traje de Galicia a Madrid” dijo como si hubiera amaestrado un centollo.

No obstante, tras decepcionar a su legión de seguidores con su reiterada negativa a presentarse otra vez a las elecciones, la expectación iba cambiando de signo. Después de verlo interactuar con Bertín la pregunta de la audencia ya no era si Jose Mari va a reemplazar a Mariano, sino si va a sustituir a Arévalo en su gira triunfal por las Españas. No era una entrevista normal sino una entrevista de trabajo. En altitud andan ahí, ahí, y Jose Mari podría contrarrestar el deje gangoso del humorista con su inimitable acento nasal y su particular imitación de Fritos Matutano, muy buenísimos. Aparte de que Jose Mari cuenta con la baza secreta de Ana Botella, con lo que Los Mellizos podrían desembocar en Los Trillizos o en Dos Botellones y Medio.

La verdad es que el programa de Bertín la noche del miércoles batió varios records: podría ser considerada una de las grandes entrevistas de ficción y quizá la mayor entrevista de fricción de la historia contemporánea, en fuerte disputa con el masaje monárquico que le proporcionó José Luis Hermida al rey Juan Carlos. A la pregunta de cuál había sido el mejor presidente de la democracia, Jose Mari respondió que Aznar y cuando Bertín insistió, preguntándole por el segundo mejor presidente, hizo un spoiler de sí mismo y dijo que Aznar II, una secuela que podría titularse El Imperio Contrataca o El Retorno del Yeti. Siempre albergamos la duda de que Jose Mari era demasiado personaje como para contenerlo en un solo recipiente y ante Bertín descubrimos que, en efecto, había por lo menos dos: los gemelos golpean dos veces. Probablemente Jose Mari consiste en una muñeca rusa (bueno, bielorrusa) con varios josemaris en su interior que a su vez contienen otros josemaris. De ahí ese tonillo de reverberación que nos da la pista de que habla por el estómago y no a través del bigote.

Después de comentar brevemente que jamás se encontraron las armas de destrucción masiva (“ése es otro tema”), profundizó en el humor negro al hablar de la mierda de aviones que había en sus tiempos de presidente y del encanto que tenía volar en ellos: como que podías acabar en un revuelto de restos humanos, como los militares del Yak 42. Una vez más demostró que no se arrepiente de nada, al contrario, está orgullosísimo de haber salvado el mundo, de haber llenado el partido de imputados, de haberse hecho la foto de las Azores y de no haber encontrado las armas de destrucción masiva. En ese momento, para terminar la entrevista por todo lo alto, Bertín tendría que haber cogido a Jose Mari y meterlo en una urna de cristal a dos metros del suelo con una pegatina que dijera: “Romper sólo en caso de guerra”.

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