jueves, 18 de noviembre de 2021

MISAS POR FRANCO EN MOVISTAR+

 

MISAS POR FRANCO EN MOVISTAR+

ANÍBAL MALVAR

Imagen de una misa en honor a Franco celebrada en Madrid en el año 2015

Me sucede cada vez que se acerca el 20-N por la autopista cruel del calendario. Vagabundeo de iglesia en iglesia, de catedral en humilde parroquia, en busca de un programa de mano, de un fotograma que me indique si en el templo en cuestión se celebrará uno de esos emotivos homenajes a Francisco Franco que tanto gustan a nuestra jerarquía eclesial. Y nada. Ni un ápice de publicidad. Ni un cartelón del generalísimo degollando herejes, cual Santiago Matamoros. Pareciera que nuestros sacristanes y obispos se avergüencen de sus querencias ideológicas. Y así no me extraña esta crisis de vocaciones que sufren los seminarios vacíos. Yo, de hecho, este sábado no iré a misa, pues ningún templo me garantiza un espectáculo franquista como dios manda. Un alma más que han extraviado.

 

Me entero por este periódico de que la Fundación Nacional Francisco Franco sí ofrece una guía, una cartelera con lugares y horarios para ir a rezar por el dictador y por José Antonio Primo de Rivera. Alguien le tenía que hacer el trabajo sucio a nuestros perezosos curitas. La Conferencia Episcopal pone la hostia de perfil: "No son un homenaje", sino una simple celebración de difuntos. Se pueden encargar en honor a cualquier persona con la unica condición de que haya muerto. Si yo fuera periodista, y no un aleve vate vago, me acercaría a la iglesia de mi pueblo a encargar una misa por el alma de Adolf Hitler, a ver qué me dice mi párroco. En Alemania no estaría bien visto.

 

Y eso que el Vaticano apoyó fervorosamente tanto a Franco como a Hitler y Mussolini. En Alemania, como pierden el tiempo investigando aquellas cosas, está muy documentada la persecución y muerte de cientos de sacerdotes antinazis. Los curas se delataban entre ellos, y se ejecutó una razzia de sotanas muy organizada y aseadita. No sé si en Italia ofician alguna misa por el alma de Mussolini. Lo dudo. Y es que hay extraños países, seguramente poco cultivados, que se avergüenzan de ciertos episodios de su historia.

 

Asisto estupefacto y divertido al polémico debate que han suscitado los humoristas Bob Pop y Facu Díaz, que nos han desvelado epifánicamente que en Movistar+ también celebran sus misas franquistas a escondidas. Nos vienen a decir Bob y Facu que en la modernuqui cadena televisiva de pago no se pueden hacer chistes sobre Franco, sobre Vox, sobre la iglesia ni sobre la monarquía. "Los que hemos trabajado ahí, y los que trabajan ahí, saben perfectamente que muchos chistes de Vox mueren en los despachos de Movistar+, mientras que puedes decir Coletas, rata 45 veces", ha denunciado Facu. Y hay que poner en valor esta denuncia, pues el cómico se ha cerrado muchas puertas profesionales solo por el hecho de elevarla. Y lo sabe. Chapeau.

 

A su manera, nuestros grandes medios de comunicación se comportan como la iglesia, con la única diferencia de que unos exaltan el fascismo desde el altar y otros desde la censura en los consejos de redacción.

 

No estaría de más que Movistar, o cualquiera de nuestras cadenas generalistas, o todas a la vez, nos retrasmitieran este 20-N una de esas misas en honor a Franco, con dos sacristanes en el VAR para revisar las frases más polémicas de la homilía. Y, en vez de ojo de halcón, se pone el que le quedaba a Millán Astray.

 

Uno percibe que Franco ha sobrevivido mejor en los templos y en los medios de comunicación que en la sociedad española, donde le quemaría tanto aire libre. Y quizá también sobreviva bastante en un Ministerio de Justicia incapaz de actuar contra estas ceremonias de exaltación del crimen y la muerte, pues desde Mariano Rajoy nadie ha puesto un duro para aplicar con sensatez nuestra paticorta ley de memoria histórica. Que dios vaya con vosotros, hermanos. Yo prefiero quedarme a mi bola.

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