domingo, 14 de noviembre de 2021

MOROS

MOROS

AIZPURUA tar JOSU Mª

Entiendo que los paisanos galegos se centren en sus cosas y no les preocupen las moras. Pero no entiendo que un canario me diga en el banco:

·       Esas son cosas de moros.

No mi hermano, esas son cosas de canarios, pues en ellas les va sus vidas y haciendas. La pugna de Argelia y Marruecos es algo que toca de lleno el futuro canario. Se reordena el poder en el Magreb, y nuestra orilla geográfica sufre pues algo nuestro se está jugando. No sé si somos moros, pero: sí somos africanos.

Mirarnos embobados el DNI, consuelo de tontos, hace olvidar que los saharauis que eran tan españoles como nosotros, con DNI y todo, son ahora juguetes del Sultán y pasan hambre y todas las desgracias del desierto.  Recuerdo que una mujer le dijo a su hijo:

·       Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre.

Y es que los territorios van y vienen al capricho de los poderosos. Los canarios no son conscientes de lo que les viene encima; cambio de paradigma económico y cambio de ciclo geográfico por el Gran Marruecos.

Este Sultán es hoy mucho más que los de Moncloa y Zarzuela, pues ya el Campechano no pinta nada, y EEUU, Israel, se alían con el Sultán que será el rey del mambo en el Magreb y las costas. ¿Y entonces que será de Canarias? ¿Servirán nuestros plátanos para motivar a la cabra? ¿Es capaz la cabra de asustar al Sultán?

No lo creo y las costas realmente españolas mirarán a otro lado cuando las africanas sean objeto de codicia y pacto.

El silencio de los corderos cubre con la calima a nuestras islas, y los periodistas ya no ejercen.

Es algo inaudito que Anghel, meta el dedo en el ojo colonial sin ayuda ni comprensión de la tribu periodista hoy reconvertida en mercenarios del cacique atentos a las minucias isleñas y despistados ante el porvenir canario. En la R. Dominicana, hay un pelotón de periodistas díscolos al Poder, que se enfrentan a sus colegas domesticados y a los Presidentes cuando la corrupción o negligencias llegan a su conocimiento; Zapete es un ejemplo.

Sin resistencia Canaria, en todos los ámbitos sociales, nuestro futuro cuelga de un hilo podrido. Hay que concienciarse de que lo que no hagamos nosotros quedará mal hecho o sin hacer. ¿Responsabilidad Canaria?: qué bonito objetivo.

A informarse, a formarse, a responsabilizarse, a hablar claro tras cinco siglos de silencio. Nuestros hijos y nietos nos lo agradecerán, y los jóvenes de hoy son los primeros que deben cambiar de actitud.

Y un besito al mozo del Colegio rural Maestra Clara Torres de Pontevedra que aguanto estoico las carantoñas del falso rey Felipe I y nos alegró a los viejos viendo a las nuevas generaciones republicanas mostrarse firmes ante el señuelo real. 

 

 

 

 

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