jueves, 18 de noviembre de 2021

OPTIMISMO AUTOREGENERADOR

 

OPTIMISMO AUTOREGENERADOR

Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta.

La obscenidad lo ha tomado todo en la política, en lo social, proyectado en acciones construidas para ser publicitadas, deviniendo este tiempo del 'look' en promiscuo.

En esto se ha convertido la cultura del tercer milenio, salvar la sociedad por medio de la información y comunicación, deviene en ser una cultura pornográfica, es decir una cultura sin secreto. Se ha perdido la ilusión y el ideal.

No existe ninguna recriminación de índole moral, pues la obscenidad es irreversible, incluso en tonalidades ligeras, revistiendo cualidades estéticas, que ningún espíritu público puede resistir a la comunicación pura y simple al chantaje de la información, a la extroversión publicitaria de las identidades y de las diferencias.

 

Ver sonreír a Alberto Fernández, desacomplejado, campeón paradojal de la afectación sempiterna de los políticos mutantes tendencia "optimismo autoregenerador", apoyando en asamblea de la OEA la resolución en que declaró ilegítimas las elecciones en Nicaragua, asociado a Estados Unidos y demás países otrora en antípodas de política exterior Argentina.

 

Nos lleva a fundar la imagen de un representante perfecto de la política-espectáculo, del funcionario de ideologías difuntas, que responde al enfriamiento del espíritu público, indiferenciación de la escena política, reivindicación exacerbada de identidad sobre un fondo de indiferencia general, en contraste total y absoluto con Cristina Kirchner líder indiscutida del pueblo argentino y de Axel Kicillof, formidable y entrañable gobernador de la provincia de Buenos Aires, en total consonancia con el pueblo y su circunstancia.

 

Y Alberto junto a la CGT, convoca al pueblo a marchar a Plaza de Mayo: "Les pido que llenemos la Plaza de Mayo". Que este presidente tenga presente que la militancia a la que convoca, tan digna, valiente, fiel a los principios fundacionales de la Justicia Social, puede exigirle cumpla sus promesas, como él ha pedido en discurso de asunción, donde instalaba en agenda de gobierno a ese pueblo y sus urgencias, que persista la memoria.

 

O tenemos que acostumbrarnos a seguir siendo engañados, en una irreversible degradación de nuestras tradiciones, rutinas y costumbres. Una Argentina indiferenciada, que ha llegado a serlo a través del esfumamiento de la representación, pues sólo existen, tanto en política como en cultura, unos efectos especiales, semejantes a los efectos de la moda, unos entusiasmos representados que sólo expresa el imaginario de una masa desocupada y abandonada.

 

Se torna preciso dejar algunas frases expresadas por Alberto Fernández en su discurso de asunción como presidente, en diciembre de 2019: "15 millones de personas sufren inseguridad alimentaria", "la discriminación es imperdonable", "sin pan no hay presente ni futuro"; "queremos una prensa independiente del poder"; "nadie de afuera nos tiene que dictar nada"; "paso el tiempo de los colonialismos"; "los fondos reservados para servicios secretos van para paliar el hambre"; "hay que empezar por los últimos"; "esto es una catástrofe social"; "abracemos a todos los que fueron discriminados"; "debemos escapar a la lógica del gatillo fácil"; "nunca más a una justicia contaminada"; "nunca más a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno"; "nunca más al Estado secreto", "Nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza"; "nunca más a los sótanos de la democracia"; "nunca más es nunca más"... parece que no pudo cumplir con esas promesas, o simplemente no quiso, ¿por ausencia de cojones?, ¿de amor a la patria?, o una simulación de un simulacro elevado a símbolo de comportamiento distópico.

 

Alberto cumple con creces, con la premisa de este tiempo demoníaco, que dice que lo esencial ya no es ser representativo, sino estar conectado.

 

Sus ausentes ideologías no apelan ya a las convicciones profundas del pueblo que lo eligió como primer mandatario, quedó claramente demostrado en su discurso ofrecido en cadena el domingo pasado, dejando en evidencia su ánimo en dar prioridad a acordar con el FMI y luego dialogar con el enemigo, algunos optimistas los llaman oposición… ¿dialogar con Mauricio Macri, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y otros violentos psicópatas fugadores? Si esta banda de mafiosos no desean dialogar, sólo confrontar y derrumbar valores que hacen al acervo cultural de nuestra Argentina.

 

El gobierno de Alberto y su corte de alcahuetes (monje negro incluido) y "gordos sindicalistas", de tibieza exasperante, calculada, no llevó a cabo el tan ansiado giro de 180 grados, lo apreciamos quienes no nos agrada engañarnos, con una campaña liviana en las elecciones legislativas del 14 de noviembre, basta remitirse a los resultados de dichas elecciones y no deseo dejar de insistir en rendir mi homenaje a una militancia honorable y ética.

 

¿Qué razón existe para que Alberto se resista a instalar un aparato comunicacional idóneo de emergencia, que sepa donde golpear en los flancos abiertos de una oposición criminal e ignorante, que, apuntalada por la trama mediática mafiosa, no cesa de bombardear con difamaciones, insultos e infamias?, por lo tanto me pregunto de inmediato: ¿Por qué no firma el DNU para qué entre vigencia la tan ansiada Ley de Medios?, acorde a las prisas del instante y una logística que apuntale lo que se ha logrado en materia sanitaria y dejar fuera a los funcionarios “lastres”, que deben ser expulsados de inmediat.

 

¿O existen pactos con vaya a saber quién? o la necedad y soberbia de persistir en actos domésticos, instalando discursos hartantes, de tiempos que han quedado en el olvido. No olvide este gobierno, que la esfera de lo político es inestable.

 

Una pena el FDT haya perdido, sin haber expropiado Vicentín, que las grandes fortunas no hayan aportado hasta el fin de la pandemia porcentaje de sus riquezas y sobre todo, tratar como asunto de estado la deuda privada tomada por Macri, con el FMI, fraudulenta y criminal.

 

De todos modos se impone ya, si hay cojones y decisión, que, el superávit fiscal que tiene Argentina, vaya al bolsillo del pueblo y la deuda soberana tomada por gobierno del mitómano, la pague él o dios si es que existe, nacionalizar la banca, estatizar la hidrovía del Paraná, que entre en rigor la Ley de Medios y llevar a cabo la reforma judicial, pues sin justicia no hay democracia ¿o seguirá gobernando la Corte y el aparato mediático mafioso?

 

(Georges) Bataille nos dice que no hay sociedades sin una parte maldita. Aquella de la que hay que desembarazarse, si no deseas ella se desembarace de ti.

 

Nuestra propia parte maldita tal vez sea la indiferencia, el rechazo de la política, el pacto sellado en el silencio de las mayorías, en una resistencia sorda e irracional en las que se anudan otras complicidades y con las que no puede terminar ningún contrato social, ninguna solicitación política.

 

El rechazo de lo político seguía siendo hasta hace un tiempo, un afecto político, pero de súbditos de la política, hemos pasado insensiblemente a ser súbditos de la indiferencia a la política.

 

La clase política ya no es creíble ni ante sus propios ojos, tampoco está convencida de su propia grandeza (lo que le otorgaba cierto encanto)... Quieren ser justos y sin querer no son más que arbitrarios, con sus magros discursos de sentido ausente.

 

Una tragedia sobrevuela Argentina, nada debajo del éxtasis y el delirio, donde en elecciones, candidatos balbuceantes y "brutos", difamando, mintiendo, blasfemando, lograron ser elegidos por un pueblo sin representación aparente.

 

Insisto, los medios mafiosos, ganaron estas elecciones, instalando sus candidatas: las chicas "todo terreno", brutos, delincuentes y al elegido por VOX, "bola de cebo" Javier Milei, en la vidriera de bagatelas sediciosas de la dictadura genocida en liquidación, ofrecidas a un electorado ingenuo y sin ánimos de inventarse victorias legítimas.

 

Basta de intentar dialogar con quienes de modo muy claro muestran rechazo y odio al pueblo...

 

El silencio opera de manera sistemática, en quienes los publicitan, dando lugar a un continuo atropello a los derechos humanos, en nombre de intereses políticos de dominación que dificultan la relación de las comunidades empobrecidas y cada día más cerca del automatismo como modo de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario