jueves, 11 de noviembre de 2021

FAJANA RESORT

AIZPURUA tar JOSU Mª

Yo siempre estoy adelantado a mi tiempo, y pienso con bases de futuro, y entre la enorme tragedia humana del volcán, “veo” la fajana convertida en un Resort que será la atracción turística del lugar, con sus playas privadas y la gran vista del hoy maldito volcán. Como yo, supongo que estos avispados hoteleros canarios estarán gestionando sus enchufes.

Pero en esta crisis volcánica, también “veo” las lacras coloniales y me asombro que una RUP europea tenga ese urbanismo “de batalla” insólito en la tierra de los turistas alemanes e ingleses que nos visitan. Lo que vemos en TV es la pesadilla de un arquitecto teutón o la de un joven urbanista recién salido de la Universidad.

Me dice un compañero de banco, natural de la zona, que no hay tratamiento de aguas sucias y van directas al mar, a ese mar con ballenas que se hartan de mostrar en documentales ficticios de un “país” ecologista. Un chicharrero me dice que aquí es igual.

¿Qué hizo-hace el colonizador?

Nunca gastó en trenes, ni autopistas, ni aeropuertos, pero ¿tampoco en tratamientos de aguas sucias ni en saneamientos? ¡Ni una planta en la zona! Zona urbanizada que parece obedecer exclusivamente al enchufe del cacique con resaca; no hay orden ni lógica urbanística, cada uno pone lo que le sale de sus enchufes.

Y esta aberración se hace en una zona de belleza volcánica irrepetible, aún paraíso en el siglo XXI que sólo necesita ingresos vitales para sus naturales y respeto del visitante. Pero el tándem del “colonizador-cacique”, 5 siglos impuesto en nuestras islas: “es así”. Vale; pero protesto con toda mi fuerza por el mezquino poder que avasalla en estas tierras de las 7 estrellas que ya son 8. ¡Que infamia colonizadora se hizo-hace con las Islas Afortunadas!

No dejan levantar cabeza a esta tierra maravillosa, que otros amos menos patanes que los castellano-chorizantes, pondrían en el Olimpo del turismo como paraísos de increíble naturaleza y contrastes rompedores donde la naturaleza se esmera consigo misma y te deja ver un Tajinaste rojo donde no imaginabas que fuera posible.

Pero el mezquino cacique, voz de su amo, ensucia con su urbanismo de Benidorm, pelotazos y pelotazos para alimentar el clientelismo, y la belleza isleña se marchita, asimilándose a un entorno peninsular degradado que es lo único que tiene en la cabeza el amo caciquil.

Ahora reclama las tierras que salen del volcán como si salieran de la fuente de Cibeles ¿Cabe mayor desfachatez? Como lo pone en algún sitio que sabe Marchena; pues vale. Pero ¡no vale! pues lo pusieron ellos con su lógica colonial, abusiva y prepotente. Esa lava es Palmera y su malpaís también, y la fajana, y son sus gentes los depositarios de ese patrimonio sobrevenido que multiplica lo que tenían.

En generosa donación, les han dado 18 casas y van a poner otras enanas de madera. Todo ello sin lógica urbanística, ante el silencio de los corderos, sin que nadie sepa nada, y los que saben callan, y tapan la boca de quien aporta ideas; total: ¡todo será para el Sultán! mientras tanto: a chupar del bote.

 

 

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