CIMA – SIMA
POR: EDUARDO
SANGUINETTI,
FILÓSOFO
Frente a las corporaciones mediáticas hay dos continentes. Al
oeste del Atlántico prevalece el optimismo, al este cierto pesimismo
“representado” en era de la denominada posverdad…deviene la “nueva visión” y la
consiguiente “derrota”, en la que ya no sabemos quién mira a quién.
Una, llena de energía, canta la virtualización de la realidad.
La otra más nostálgica, deplora la pérdida, teatralizada con las peores
intenciones.
Maníacos y melancólicos, de hecho, Europa privilegiaba el
momento político de la transmisión cultural, ya travestida, siguiendo
tendencias que obedecen al devenir de una historia que ya no le pertenece.
Una reconstrucción recelosa descubre la “manipulación
ideológica” y el “control social” detrás de los aparatos de producción cultural
posverdadera, meras herramientas de encuadramiento y sujeción. La dominación
entonces: la comunicación.
La lógica interna de las industrias culturales implicaba en el
siglo XX, sin embargo la promoción de lo singular, lo sorprendente, incluso lo
“anormal”… hoy, en este tercer milenio convierte al estereotipo consumidor, de
una incesante y siempre azarosa fabricación de prototipos (discursos políticos,
culturales, películas, canciones, vestimenta, gastronomía).
La máquina de generar conformismo vive de anticonformismo a
repetición, y sólo manteniéndose exterior a la paradoja “serialización de
originales”, es posible reducir los medios exclusivamente a su “función
niveladora”.
La industria cultural, no obstante era denunciada por el gran
intelectual “europeo”, como factor de conformismo, degradación y masificación.
Depositarios de la más elevada cultura, literaria y filosófica,
Adorno y Horkheimer despreciaban el cine y el jazz, Bourdieu puso en el
banquillo a la televisión.
Con la idea de la reproducción como degradación (de originales y
de los valores del aura) Benjamin, más artista pero también más interrogador y
curioso, con respecto a las innovaciones de su tiempo, pertenece plenamente a
ese gran linaje.
La línea América ha privilegiado sin embargo, logrando una
rotunda victoria, dando espacio al momento técnico de la transmisión. A sus
ojos, medium is mesage. De Edison a Bill Gates, de Bell a Negroponte, se confía
únicamente, con una temible disposición en las propiedades intrínsecas de los
dispositivos, postulando la mentalidad política del medio emisor.
Se olvidan de las tendencias para hablar de performances. El
elogio del canal civilizador oculta la naturaleza de los flujos y sus efectos
de avasallamiento.
La transmisión digitalizada y comunicada por las redes de la
web, nos dicen hacen obsoletos el Estado- Nación, pero se reemplazan las
disputas territoriales por las batallas de normas entre competidores -versión
tecnológica eufemizada de la expansión nacionalista-.
Rechazo proclamado de la ideología, en realidad extremadamente
ideológico, como es patente hoy en día en la exaltación euforizante de Internet
y la salvación por la autopista de la información elevada a categoría de
conocimiento: wikipedia y demás ardides para elevar a símbolos de ninguna
verdad a cientos de personajes banales, vacuos, sin trayectoria comprobable,
coronados por los nuevos dioses del Olimpo mediático, que todo lo envilece y
denigra… se derrumban, difamando a los referentes de la cultura de la
modernidad en su canto de cisne de finales del siglo pasado, para dar espacio a
los Don Nadie, Don Ninguno, mesías inversos, que se nutren en su obesidad
fitness de desvalores, materializando, su única ¿virtud?
La conexión digital de todos con todos, se presenta como
panóptico panacea, camino por fin descubierto hacia la expansión planetaria del
individualismo democrático: una simulación, un fraude, una trampa, una estafa:
la Gran Mentira en el milenio de los rituales fúnebres.
La inclusión en la red como remedio imaginario a la exclusión,
que en la realidad permanece más que nunca en la historia, sirve para enfriar
en la asepsia técnica una cuestión caliente, claramente u oscuramente política.
Para mejor dominar la línea América, disocia la comunicación de
la dominación, escamoteando la normalización detrás del equipamiento,
convertido de tal modo en espejitos de colores.
La empresa mediática tal como se da hoy, es un capricho
megalómano y no un intento de saber reflexivo, sin siquiera examinar sus
propias debilidades (lo que le hace obligatoria la modestia, mal que le pese).
El trabajo de desencantamiento no tiene fin, por suerte ¿Cómo
dudar de que llegó el día en que algunos métodos de análisis incongruentes
llegaron a sustituir a la Cultura y la Política, por la técnica y los paraísos
fiscales?
Hoy, los burócratas de lo mediático con sus herramientas
rudimentarias y magros medios dejan bien justificado su des-hacer: conclusión
es evidente.
A través de signos hiper-evidentes notaremos el fin de la
Democracia y su desaparición, devenidos en saber a ciencia cierta, que la Aldea
Global es un Negocio de enormes dimensiones, donde las corporaciones en su debe
y haber manipulan nuestras existencias instaladas en las otrora repúblicas
democráticas: corporaciones- petroleras, corporaciones-eléctricas, corporaciones-medicinales,
corporaciones-armamentísticas, corporaciones-mediáticas,
corporaciones-sindicales, corporaciones del espectáculo y demás…¿Debería poder
probar, que es cierto?
Soy un ser, devenido en escéptico y desconfiado, ante la estafa,
el fraude, el asesinato y la mentira, como moneda corriente del mundo en que
permanezco, un ser acribillado por el milagro del recuerdo de mejores tiempos,
donde la dignidad y honestidad eran valores reconocidos.
Constatar que el blindaje mediático mercenario tapa y justifica
el sistema offshore, un instrumento al alcance de un puñado de ricachones
mafiosos, cumpliendo roles inespecíficos en cualquier región del mundo,
poderosos de la política y clowns del espectáculo y el deporte, con influencias
y dinero, ganados en contactos de todo tipo y color… blindaje mediático
ocultando cifras inimaginables de dinero, que, de manera regular y cotidiana se
moviliza por circuitos financieros, facilitando el lavado de dinero, la
defraudación fiscal, el ocultamiento de saqueos al erario y las utilidades
ilícitas.
No olvidar los Panama Papers, el escándalo Odebrecht, Islas
Caimán, Bahamas y demás cuevas de evasión, deviene como orden del día, en pos
de la ética y del honor, de que el sistema offshore debe ser eliminado de la
“Faz de la Tierra”.
Desde este lugar, la muerte del sentido no conmueve, ni
conduele. Ni tampoco el nacimiento esplendoroso de cenotafios y sepelios, en
una auténtica primavera de la muerte eterna… cisma de la intrascendencia, sin
haber conquistado el hombre ni la cima y la sima.
A manera de epílogo: “América” piensa en las pistas de
información y “Europa” en el mensaje asimilado a las conveniencias de una elite
de parásitos fascistas.
Nuestra orden del día sería de tipo euroamericano: Volver a
colocar al peregrino “en el camino”… un deseo devenido a veces en
desesperación.
¿Y Oriente?: “el nuevo sendero” con mensaje tangencial incluido,
fragmento del “Gran Negocio”, única razón que une a los esperpentos mafiosos
ignorantes, psicópatas que gobiernan en el planeta.
Hoy estamos muy lejos de poder asumir lo que hemos heredado y
mucho menos modificarlo.
El mundo ya no es el mejor lugar para esconderse. Ya no
necesitamos dioses ni gurúes. No esperemos nada, excepto de nosotros mismos.
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