EL OFICIO MÁS PODEROSO
DE EUROPA
POR ERIC TOUSSAINT
La deuda pública contraída para salvar a los bancos, que en su
mayoría se encuentra en las manos de esos mismos mercados, es definitivamente
ilegítima y debe ser repudiada.
En los siglos XI-XIV, los banqueros venecianos financiaban las
cruzadas y prestaban dinero a los poderosos de Europa, pero de una manera más
hábil que la Orden de los Templarios. En Venecia, se apoderaron de la cabeza
del Estado dándole la forma de república. Financiaron la transformación de
Venecia, ciudad-Estado, en un verdadero imperio que comprendía Chipre, Eubea
(Negrepont) y Creta. Adoptaron una estrategia imparable para enriquecerse y
garantizar el reembolso de sus créditos: ellos endeudaron al Estado veneciano
con sus propios bancos. Ellos mismo definieron los términos de los préstamos,
ya que eran propietarios de los bancos y dirigentes del país. El Estado
veneciano devolvió hasta la última moneda de aquella deuda.
Por otro lado, estos banqueros tuvieron la idea de crear títulos
de la deuda pública que podían circular de un banco a otro. Los mercados
financieros comenzaban a ponerse en pie. Este tipo de préstamo es el precursor
del sistema de endeudamiento de los países tal y como se conoce hoy. Siete
siglos más tarde, los banqueros de Europa, igual que sus predecesores
venecianos o genoveses, no tienen por qué sentirse inquietos ante los gobiernos
actuales.
Los banqueros privados han colocado a sus representantes o a sus
aliados en puestos clave en los gobiernos y las administraciones
Los Estados actuales, y el protoestado de la Unión Europea, son
quizás más complejos y sofisticados que las repúblicas de Venecia (o de Génova)
de los siglos XIII al XVI, pero son con igual crudeza los órganos de ejercicio
del poder de la clase dominante, el 1% opuesto al 99%. Mario Draghi, antiguo
responsable de Goldman Sachs en Europa, dirige el Banco Central Europeo. Los
banqueros privados han colocado a sus representantes o a sus aliados en puestos
clave en los gobiernos y las administraciones.
Desde un punto de vista histórico, el New Deal iniciado por el
presidente F. Roosevelt en 1933 y los treinta años que siguieron a la II Guerra
Mundial aparecen como un paréntesis durante el cual la clase dominante tuvo que
hacer concesiones, ciertamente limitadas, pero reales, a las clases populares.
Los grandes patronos tuvieron que disimular un poco su dominio sobre el Estado.
Con el giro neoliberal emprendido a finales de los años 70, abandonaron la
discreción. La década de los 80 pone en un primer plano una clase dominante
completamente desinhibida que asume y proclama con cinismo la carrera por la
ganancia y la explotación generalizada de los pueblos y la naturaleza. Como
afirmaba el multimillonario americano Warren Buffet, “claro que hay una guerra
de clases, y es mi clase la que va ganando”.
El sistema de la deuda pública tal como funciona en el
capitalismo constituye un mecanismo permanente de transferencia de riquezas
producidas por el pueblo hacia la clase capitalista. Este mecanismo se ha
reforzado con la crisis comenzada en 2008. Las pérdidas y las deudas de los
bancos privados han sido transformadas en deuda pública.
El oficio de la banca es demasiado serio para dejarlo en manos
del sector privado
El oficio de la banca es demasiado serio para dejarlo en manos
del sector privado. Es necesario socializar el sector bancario, lo que implica
su expropiación y colocarlo bajo control ciudadano. Debe estar sometido a las
reglas de un servicio público y sus beneficios utilizados para el bien común.
La deuda pública contraída para salvar a los bancos, que en su
mayoría se encuentran en las manos de esos mismos mercados, es definitivamente
ilegítima y debe ser repudiada. Una auditoría debe determinar las demás deudas
ilegítimas y/o ilegales y permitir una movilización que pueda dar forma a una
alternativa anticapitalista.
https://www.elsaltodiario.com/banca/el-oficio-mas-poderoso-de-europa
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