UNA HABITACIÓN....
DUNIA SÁNCHEZ
Una habitación. Es la
tarde. Los rayos solares penetran. Hay dos sillas. Dos seres sentados de
espalda.
Xx: No. No te acuerdas de
mí. Vengo de un ayer donde la sombra negra se tatuaba en tu cuerpo, en el
sentido que danzabas sobre la vida. Te miro. Me miras. Y en la extrañeza de
mirada está la huída. No, no huyas. No he venido para nada malo. Solo quería
observar como sonríes ahora.
Yy: No. No recuerdo ¿Quién
eres? Mi ayer dices… Nubes pasadas en la que solo un vago presentimiento
maligno me hiere. Pero no. No recuerdo ese ayer del que tú me dices. Es como.
Yo que sé. Es como si me memoria se hubiera borrado y hubiera renacido otra
vez. Por ello me siento incómoda. No sé si seré prudente. Pero me gustaría
saber que fue de ese pasado. Dime, dime ¿Quién eres?
Xx: Tú estabas muy mal.
Sola con una copa. Sola con una obsesión. Eras huída. No te atrevías hablar. Me
entiendes. Me explico. La comida, huías de la comida a lo mismo que te sentías
como extraña en esta sociedad por tu condición sexual. Eso te llevo al declive
de tu persona ¿Cómo vas hacer memoria de ello? Todo se ha ido. Todo se ha
evaporado en la esfera de tu fortaleza para llevar una nueva vida. Sonríes. Me
sonríes. Ya no sientes temor. Me alegro por ello.
Yy: Y a que viene todo esto
ahora. Intento retornar al ayer y solo un leve, un leve aroma amargo e insípido
cae en mi como brutal paliza.
Xx: Por qué lloras. No he
venido a que sientas remordimientos. Todos en esta vida hemos tenido nuestros
sufrimientos. Pero los tuyos. Tú sola…Como pudiste salir. Me sorprende. Estás
tan cambiada. Y del amor si no es atrevimiento que me cuentas.
Yy: Ahora pasas al amor. Te
gusta hurgar en las heridas. Pero ya no es herida. Aquí esperando. Esperando
que las nubes pasen y pasen y cuando se
confirme el equilibrio yo persona, tú persona navegaremos por el infinito de
las mareas más allá donde el romper de las olas nos de aliento para un lazo
eviterno.
Xx: Ah, Me esperabas.
Yy: Si
Xx: Todavía es temprano. El
sol de la tarde planea sobre una bóveda celeste luminosa, perfecta. Tengo que acabar unas cosas y tú también.
Yy: Nos asomamos?
Xx: Si y por qué no dar un
paseo. Está todo tan esplendoroso. El verde de los ficus, el aroma de las
rosas…
Se levantan. Ella y su
pasado. Un pasado envejecido, demacrado pero con algo de luz de la mirada.
Ella, bella, feliz.
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