martes, 8 de abril de 2014

A MI HIJO



A MI HIJO
EDUARDO SANGUINETTI

Hijo. tus palabras nutridas de sentimientos encontrados, me instaron a escribirte...no ignoras que el hombre que se interroga sobre su destino está siempre solo: a cada instante él pierde o gana, sin que haya ninguna referencia a alguna ley común: todo destino tiene su ritmo.

Una ley de compensación equilibra los desastres...sin recurrir a la especulación de una búsqueda del placer, sin el deseo que que nutra ese placer, sería una desmesura hipócrita...no me he caracterizado por serlo...espero no lo hagas tú, en nombre del dogma de ninguna fe. 

Al fin, puedes celebrar que tú padre te ha liberado siempre del "todo está siempre bien"...claro! he vivido intentando disfrutar en búsqueda de la igualdad y la solidaridad, en libertad y verdad, sino ¿para qué la vida?...no olvides que estoy intentando expresarme, en el final de un ciclo de vida...con naturalidad suma, que siempre me ha caracterizado y devino en provocar la ira de los alcahuetes y cobardes, asesinos de la vida.

Puedes fusilarme por haber sido simplemente "yo", fiel a mi mismo, primer paso para ser uno, sino ¿para que´el individuo libre y la verdad... huérfana de espejos que ya no reflejan su imágen?

Me he acostumbrado a que me fusilen y visualizar los rostros de mis verdugos/as desfilando ante mi cadáver metafórico....con expresiones agrias y desdibujadas...los asesinos de la fantástica aventura de vivir, los traidores del estar aquí y ahora, despotricando y escupiendo a los que nos jugamos, día a día, por intentar hacer de esta tierra un espacio más habitable.

La riqueza de una memoria sin destino es inagotable, conviene sellar el depósito de las profundidades, lo puedes denominar pasado...no tiene importancia, cuestión de detalles...no es así, cuando haz dedicado tú vida, tal mi caso, a perseverar en un modo, sin especular, donde la espontaneidad siempre impuso su criterio...un tema que a los enanos del entendimiento, cobardes y mezquinos, pone alerta y los incita a accionar, intentando anular tú jugada, en esta instancia lúdica que es la vida...quedarse al pie de página de una existencia como la mía, con algunas menudencias y domesticidades, me parece un crimen...preferiría me asesinarás, como el eterno Shakespeare lo anuncia, en su eterna e inmortal obra.

Las cosas se posan dulcemente delante de aquellos que no pueden verlas...el sol es un juguete para ciegos...me refiero a la ironía que nos plantea el destino, pues creo, somos eso: "destino"...no es necesario preveer, no es necesario ver, es necesario enterrarse en el corazón de la tierra: el diálogo nunca termina...poder contentarse con una verdad más simple, más humilde...saber que para poder callar, el silencio debería ser la garantía de la palabra...sin esperar ya nada.

El azar es así la expresión del destino, o de esa parte del destino a la cual se está consagrado absolutamente y que se reencuentra después de la desesperación.

Desesperación te da la injusticia, la mentira, lo falaz, lo que nunca ha sucedido y le dan categoria y espacio de clero secular...los mentirosos, los resentidos, los cobardes, los traicioneros, los fanáticos, los que proclaman estar imbuídos de sentido común...explícame hijo ¿qué es el sentido común?, el sentido común, al que aludes en tus tan sentidas palabras...pues no se aplican habitualmente en el borde del camino, espacio donde transcurren mis días...creo no lo ignoras.

Dime hijo: ¿qué es el sentido común para quien tiene hambre y carece de techo?...quizás te refieres a lo que dictan desde sus confortables espacios "el deber ser"...los que no han experimentado el dolor, la angustia de saber que el futuro es un espejo sucio, los silenciados como tú padre...víctimas de las repugnancias reprimidas de los impotentes y deprimentes de la farsa en que está envuelta nuestra existencia, bajo la presión de las bestias fluyentes que todo lo malogran, genocidas y mesías inversos de ninguna fe...útiles y funcionales a los intereses de una burguesía infecta y pestilente, que mantiene su sitial de honor, sin arriesgar su pedacito de cielo pintado a a mano, en el nirvana siliconado desde donde dictan y manipulan, a las manadas anestesiadas y temerosas, esclavos del tercer milenio.

"Es necesario renunciar absolutamente, para ser absolutamente", es mi pensar, cual ley de mi vida..."es necesario perseverar sin esperanza de victoria"...el destino te otorga varias chances, luego de transitar en periplos cercanos a la muerte, hijo.

Hay que desconfiar de las ventajas fáciles, que nos ofrece un mundo que simuladamente abre sus puertas a todos/as los/as que obedecen...anulando el pasado, suprimiendo por un tiempo la memoria de lo que jamás ocurrió, alcanzamos un instante de extrema felicidad...en esto que creemos llamamos vida...pero pareciera hijo querido que todo fue ilusión, pasaje, destino velocidad...

Siempre dispuesto a un diálogo en nombre del entendimiento, de todos, cualquier y ningún sentido, con la impronta de nuestros códigos, te dejo un abrazo muy sentido.

Te quiere:

Tú padre
 

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