Autodeterminación para
el Sahara
PABLO ÁLVAREZ - DIRECTOR DE
SECRETARÍA DEL MEC
Hace un mes estuvimos en misión oficial (MEC y RREE) en
la República Árabe Saharaui Democrática, a la que Uruguay afortunadamente
reconoció en 2005 durante el gobierno de Tabaré.
Podría
pasar como una tarea más, sin embargo es relevante no solo por ser la primera
misión sino y sobre todo para poner en conocimiento la situación política del
pueblo saharaui. Unos de los últimos territorios del mundo que quedan sin
finalizar el proceso de descolonización.
En
primer lugar debemos recordar la situación de refugiados de la mayor parte la
población saharaui, situada en territorio argelino, en siete “provincias” muy
organizadas. Allí la descentralización es fundamental, es la organización
inevitable para la vida en condiciones extremas, donde casi el 100% de su
producto tiene origen en la cooperación internacional y la ayuda humanitaria.
Siguen imperando condiciones de guerra, es una zona en medio de un amplio
ajedrez geoestratégico y político, pero aun así, sigue siendo una cuestión de
soberanía y autodeterminación, y por eso su causa nos convoca.
Luego
de ser el territorio español en la colonización de África, fue ocupado
militarmente por Marruecos y Mauritania. Años de guerra de liberación lograron
el reconocimiento de los mauritanos pero implicó la extensión de la ocupación
marroquí. En esas condiciones, las principales potencias con menor o mayor
decoro no esconden la ayuda a la parte ocupante. Estos construyeron un muro en
el desierto de más de dos mil kilómetros con puestos militares cada poca
distancia y millones de minas antipersonales.
No
alcanza este espacio para un relato acabado de la historia y de los detalles
significativos de ella, por lo que es imprescindible mencionar lo urgente.
Uruguay apoya la instalación de un mecanismo de vigilancia de los derechos
humanos de las poblaciones saharauies en la Minurso. Este elemento es
fundamental para la población saharaui que vive en los territorios ocupados y
que constantemente son agredidos y no se les reconoce ningún tipo de
organización, mientras que el Frente Polisario es reconocido por ONU como el
representante legítimo del pueblo saharaui.
Pasemos
ahora por las circunstancias que siempre están detrás de toda ocupación, los
recursos de los que se quiere beneficiar el ocupante. El Sahara occidental
representa unos mil doscientos kilómetros de costa frente a una de las aguas
más ricas del mundo en recursos pesqueros; son explotados grandes yacimientos
de fosfatos en Bucraa, por ejemplo, así como hierro y agua aunque nos parezca
extraño.
La
situación actual es de permanente tensión mientras se espera la realización de
un referéndum que ha sido permanentemente boicoteado (acordado por la
resolución 690 de 1991 de ONU). Pero luego de tantos años la situación política
y social comienza a ser cada vez más dura. La visita coincidió con la llegada
del enviado de la ONU, y su informe que se espera para los primeros días de
abril será un elemento sin duda clave en la actual situación.
Pensemos
que los jóvenes han nacido dentro de los propios campamentos o en los mismos
territorios ocupados. En cualquier caso, las condiciones de vida actuales así
como pensar un futuro son realmente complejas, lo que lleva a un silencioso
pero cada vez más extremo sentimiento de que así como están las cosas no se
puede seguir.
Los
organismos internacionales han emitido definiciones, los países se expresan en
sintonía pero la realidad cotidiana es que nada cambia, aunque en estas horas
la Unión Africana reitera su compromiso con la autodeterminación del pueblo
saharaui.
Para
Uruguay bastaría con defender el principio rector de la autodeterminación, pero
también es una oportunidad para fortalecer vínculos “sur-sur”. Habiendo sido
colonia de España, el español es su segunda lengua y por tanto a través del
idioma y la cultura podemos mejorar nuestros vínculos, y ya lo estamos
haciendo.
Durante
muchos años el internacionalismo llevó a muchos compatriotas a apoyar e incluso
morir por las causas de liberación nacional en muchas partes del mundo; durante
el terrorismo de Estado muchos países abrieron sus puertas para recibirnos. Hoy
las condiciones han cambiado, pero también nuestras responsabilidades; es buen
momento para iniciar una agenda fuerte de internacionalismo a través de la
cooperación, que no es solo cargar barcos con recursos materiales (necesarios
obvio), sino que también sea la presencia de uruguayos y uruguayas que con su
compromiso y conocimiento vayan allí donde otros también los precisan. La presencia
del país en la agenda internacional que a través del presidente Mujica refleja
los avances que nuestra fuerza política viene realizando, nos pone en las
mejores condiciones para hacerlo.
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