viernes, 4 de abril de 2014

Autodeterminación para el Sahara



Autodeterminación para
 el Sahara
PABLO ÁLVAREZ - DIRECTOR DE
 SECRETARÍA DEL MEC

Hace un mes estuvimos en misión oficial (MEC y RREE) en la República Árabe Saharaui Democrática, a la que Uruguay afortunadamente reconoció en 2005 durante el gobierno de Tabaré.

Podría pasar como una tarea más, sin embargo es relevante no solo por ser la primera misión sino y sobre todo para poner en conocimiento la situación política del pueblo saharaui. Unos de los últimos territorios del mundo que quedan sin finalizar el proceso de descolonización.

En primer lugar debemos recordar la situación de refugiados de la mayor parte la población saharaui, situada en territorio argelino, en siete “provincias” muy organizadas. Allí la descentralización es fundamental, es la organización inevitable para la vida en condiciones extremas, donde casi el 100% de su producto tiene origen en la cooperación internacional y la ayuda humanitaria. Siguen imperando condiciones de guerra, es una zona en medio de un amplio ajedrez geoestratégico y político, pero aun así, sigue siendo una cuestión de soberanía y autodeterminación, y por eso su causa nos convoca.

Luego de ser el territorio español en la colonización de África, fue ocupado militarmente por Marruecos y Mauritania. Años de guerra de liberación lograron el reconocimiento de los mauritanos pero implicó la extensión de la ocupación marroquí. En esas condiciones, las principales potencias con menor o mayor decoro no esconden la ayuda a la parte ocupante. Estos construyeron un muro en el desierto de más de dos mil kilómetros con puestos militares cada poca distancia y millones de minas antipersonales.

No alcanza este espacio para un relato acabado de la historia y de los detalles significativos de ella, por lo que es imprescindible mencionar lo urgente. Uruguay apoya la instalación de un mecanismo de vigilancia de los derechos humanos de las poblaciones saharauies en la Minurso. Este elemento es fundamental para la población saharaui que vive en los territorios ocupados y que constantemente son agredidos y no se les reconoce ningún tipo de organización, mientras que el Frente Polisario es reconocido por ONU como el representante legítimo del pueblo saharaui.

Pasemos ahora por las circunstancias que siempre están detrás de toda ocupación, los recursos de los que se quiere beneficiar el ocupante. El Sahara occidental representa unos mil doscientos kilómetros de costa frente a una de las aguas más ricas del mundo en recursos pesqueros; son explotados grandes yacimientos de fosfatos en Bucraa, por ejemplo, así como hierro y agua aunque nos parezca extraño.

La situación actual es de permanente tensión mientras se espera la realización de un referéndum que ha sido permanentemente boicoteado (acordado por la resolución 690 de 1991 de ONU). Pero luego de tantos años la situación política y social comienza a ser cada vez más dura. La visita coincidió con la llegada del enviado de la ONU, y su informe que se espera para los primeros días de abril será un elemento sin duda clave en la actual situación.

Pensemos que los jóvenes han nacido dentro de los propios campamentos o en los mismos territorios ocupados. En cualquier caso, las condiciones de vida actuales así como pensar un futuro son realmente complejas, lo que lleva a un silencioso pero cada vez más extremo sentimiento de que así como están las cosas no se puede seguir.

Los organismos internacionales han emitido definiciones, los países se expresan en sintonía pero la realidad cotidiana es que nada cambia, aunque en estas horas la Unión Africana reitera su compromiso con la autodeterminación del pueblo saharaui.

Para Uruguay bastaría con defender el principio rector de la autodeterminación, pero también es una oportunidad para fortalecer vínculos “sur-sur”. Habiendo sido colonia de España, el español es su segunda lengua y por tanto a través del idioma y la cultura podemos mejorar nuestros vínculos, y ya lo estamos haciendo.

Durante muchos años el internacionalismo llevó a muchos compatriotas a apoyar e incluso morir por las causas de liberación nacional en muchas partes del mundo; durante el terrorismo de Estado muchos países abrieron sus puertas para recibirnos. Hoy las condiciones han cambiado, pero también nuestras responsabilidades; es buen momento para iniciar una agenda fuerte de internacionalismo a través de la cooperación, que no es solo cargar barcos con recursos materiales (necesarios obvio), sino que también sea la presencia de uruguayos y uruguayas que con su compromiso y conocimiento vayan allí donde otros también los precisan. La presencia del país en la agenda internacional que a través del presidente Mujica refleja los avances que nuestra fuerza política viene realizando, nos pone en las mejores condiciones para hacerlo.
 

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