CUANDO
UN ANCIANO SE MUERE UNA BIBLIOTECA SE QUEMA
MOVIMIENTO UPC
Los veteranos son los sabios de la
sociedad, los catedráticos de la vida. Particularmente, en Canarias tiene
especial importancia los que han sido abuelos durante los últimos veinte años,
esos que han vivido los mayores cambios de la historia en tan poco tiempo.
Nuestros mayores han sufrido en sus carnes casi todos los sistemas políticos
posibles: monarquías, repúblicas, golpes de estado, guerras, postguerras,
dictaduras, pseudotransición, democracia, falsas democracias y siempre el
colonialismo Y, a pesar de tantos cambios con los cargos destinados siempre a
los mismos nombres, todavía no han sentido en sus mentes ni en sus corazones lo
que realmente significa Ser Libres.
Durante aquella guerra que nada tenía
que ver con los canarios, o por lo menos el campo de batalla nos quedaba a más
de 2000 kilómetros de distancia con los 1.500 kilómetros de océano por medio.
El terror psicológico que se impuso durante esos cuarenta años todavía está
presente en nuestras conciencias o, peor aún, en los genes, debido al duro
sistema represivo que sacudió a los isleños. Cientos murieron asesinados por
fusilamientos o ahogados, otros enfermos por mala nutrición o presos. Nuestros
abuelos, a pesar de la miseria, las ganas de comer y el terror que padecieron
durante esos cuarenta años, nunca perdieron las ansias de luchar para reclamar
sus libertades, es más, ni siquiera se les paso por la cabeza tener que
rendirse. Todo lo que nos dejaron esos incombustibles luchadores fueron
herencias incalculables: un legado que no tiene precio y que requiere de
meticulosos cuidados para conservarlo siempre, además de mucho trabajo
adelantado para coger el relevo y seguir batallando. Pero de repente, en
menos que canta un gallo, de la noche a la mañana lo perdimos todo. No nos quedó
nada en absoluto, ni siquiera la vena luchadora de nuestros ancestros. Lo hemos
perdido todo. Deprimente y vergonzoso.
El
colonialismo se mantiene mediante la alienación, represión y eliminación de la
atemorisada población, unas veces de forma sutil y otras no tanto, recurriendo
incluso a la transmisión de todo tipo de enfermedades, como “la modorra”,
originada mediante agua contaminada con
vísceras de animales putrefactos, que afectó a los combatientes y a la
población civil guanche y actualmente mediante enfermedades crónicas:
hipercolesterolemia, hiperlipidemia, hipertensión, diabetes tipo 2,
enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, cáncer y sida (Canarias
lidera todos los parámetros del Estado español en defunciones: fallecieron en el
año 2012, último dato publicado, la escalofriante cifra de 14.209 personas y en
total desde el año 2002 han fallecido 142.616 personas), adulteración y contaminación de alimentos, accidentes provocados
con premeditación y alevosía y un sinfín de calamidades como la lacayuna
reunión entre el representante del gobierno títere de la metrópoli en Canarias,
Paulino Rivero y el presidente del gobierno colonialista español, Mariano Rajoy
para torpedear el irreversible proceso de liberación nacional canario (infracción del artículo 8. 2. a. iii del
Estatuto de Roma, que dice: “El hecho de causar deliberadamente grandes
sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud”).
No será hasta que empecemos a recuperar y a reeducar ese valor tan
importante y fundamental en la sociedad como es el respeto a los mayores,
cuando muchos de los síndromes y carencias que padecemos se solucionen. Hablar
con un sabio de la vida equivale a leer decenas o centenas de libros,
dependiendo, claro está, de la calidad objetiva de los libros. Ya
lo decía Mark Twain: “La persona que no lee buenos libros no tiene ninguna
ventaja con respecto a quien no lee”. El humano es el único animal que tropieza
dos veces y más con la misma piedra y lo único que enseña a las personas a no
cometer los mismos errores de siempre es la historia. Por ello en las
civilizaciones más avanzadas del planeta, y no hablamos de las occidentales,
los ancianos o veteranos son eslabones fundamentales en la comunidad para la
formación social, política, profesional e incluso personal. Ellos siempre están
dispuestos a transmitir paciente y adecuadamente y a enseñar de lo que ya han
vivido, pues ellos ya son y ya han hecho historia. Sin embargo ¿podrán nuestros
abuelos canarios enseñarnos cómo recuperar la libertad de nuestro pueblo?
Movimiento por la
Unidad
del Pueblo Canario
(Movimiento UPC)
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