PENSAMIENTO Y VIDA
DIARIO OLIMPO
EL pensamiento que debe sentar reales hoy en este tercer
milenio, como nuevo ideal de vida en libertad y verdad, no puede ya confiar en
la representación política, pues considera la cesión del poder como una
invitación al simulacro.
En este sentido, no solo el poder estatal o el económico merecen
desconfianza, sino todas las formas de poder ejercidas por un grupo sobre otro
deberían ser de inmediato sustituidas por un grupo colegiado que ejerza en
representación la administración del Estado, al menos mientras se conforma el
modo más afín con el que las comunidades autorreplicantes y autónomas puedan
crear un mundo a vivir, sin abusos, sin exclusiones, sin discriminaciones y
sobre todo en seguridad de transitar en “alegría” y “plenitud” lo que se
denomina vida.
Estamos dotados naturalmente de la capacidad para dar lugar a
este mundo, donde todos seamos partícipes y dueños de nuestros destinos, sin
imperios que dicten derroteros de naciones sojuzgadas por tendencias que le son
ajenas, ni medios de comunicación que fabriquen realidades obstinadas,
mostrando violencia y malos augurios, ni mandatarios rentados que gobiernen en
detrimento de una humanidad amancebada.
Ante nuestra capacidad natural de llegar a ser dueños de
nosotros mismos, cuestiono el sometimiento de las comunidades a ideologías
oportunistas y en desuso, enquistadas en nuestros pueblos.
Si se quiere que los individuos estén en condiciones de actuar
autónomamente, es necesario permitirles considerar las situaciones en las que
se encuentran, en su especificidad y materialidad, y no impulsarlos a someterse
a una fórmula abstracta que se impone a las situaciones desde una situación
inasible, como la delimitada por las ideologías que responden a otros tiempos y
espacios. Es aquí donde se encuentra el a priori de un nuevo ideal de
comunidad: la fe en el individuo.
Afirmo que sin una confianza en el individuo, no tiene
absolutamente ningún sentido hablar de autonomía y de libre albedrío. El nuevo
ideal de comunidad se funda sobre el concepto de que el individuo posee una
reserva que es irreductible a los ordenamientos sociales del poder tradicional.
Pero si no se tiene confianza en una reserva en el ámbito del sujeto que
constituye la fuente del cambio, ¿cómo devendrá el cambio?
Ciertamente no en un agente externo (ideología) que rotundamente
rechazo. La renuncia al individuo o al sujeto autónomo como lugar de
resistencia y su sustitución por “otro algo” constituye el paso decisivo de un
concepto de resistencia radicado en el siglo XIX a concepciones adecuadas a un
presente muy definido.
Mi ideal no busca definir un sujeto oprimido -al cual liberar- y
se dirige en cambio a favorecer las luchas de los diversos grupos ofreciendo
análisis, estrategias, así como críticas políticas y teóricas de las diferentes
opresiones y desviaciones que malversan el accionar político.
En mi rol de intelectual, puedo aportar algunos instrumentos de
análisis y dejar la decisión de cómo liberarse a los explotados por este
sistema neoliberal en su cenit.
Lo que ansío encontrar es una comunidad -o mejor, una serie de
comunidades- en la cual a las personas no se les diga quiénes son, qué quieren
y cómo vivirán, puesto que ellas están en condiciones de decidir estas cosas
por sí mismas, en capacidad y autodeterminación.
Estas comunidades constituyen un ideal y cómo no reconocer un
ideal probablemente posible si la dignidad y el dominio de cada uno sobre cada
uno lo dan como un camino a transitar.
Pero es en los tipos de análisis y en las luchas que tal ideal
promueve, tendientes a abrir espacios concretos de libertad en el campo social
y político, donde reside el valor de un nuevo ideal postcontemporáneo, acorde a
las necesidades del presente, que deben ser tratadas con las urgencias de un
recién nacido.
El Autor
Eduardo
Sanguinetti
Eduardo Sanguinetti, filósofo y poeta nacido en Buenos Aires
Argentina, es autor de múltiples ensayos y poemarios, traducidos a los más
diversos idiomas, los cuales hicieron que le fueran otorgados el Doctorado
Honoris Causa en Universidades de Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia,
Alemania, Japón, India y un Doctorado en Cambridge (England) en Filosofía. Es
miembro de The World Literary Academy (Cambridge, England) y Advisor del I.B.C
(Cambridge, England). Su incursión en las artes visuales y la música, devienen
en sus célebres “Sound-land art-performances” e “Instalaciones” donde asimila
el "body art" y el denominado “arte conceptual” a las mismas. Siendo,
según Carlos Espartaco en su libro acerca de este filósofo “Eduardo Sanguinetti:
La Experiencia de los Límites” (1989, Ed. De Arte Gaglianone), el precursor de
dichas tendencias artísticas en el Río de la Plata, en la década del setenta..
Fue nominado en dos oportunidades a la Beca Guggenheim de la Guggenheim
Foundation de New York. Ha trabajado en conjunto con los artistas de las más
diversas tendencias: Mulet, Wilson, Glass, Eno, Cabral, Prodan entre otros.
Jean Baudrillard lo considera el precursor indiscutido de la última vanguardia
Latinoamericana en Land-Art y el minimalismo, al que Sanguinetti define como
“lo máximo en lo mínimo”. “Su compromiso con el acontecer político-ecológico y
social de este tiempo, lo convierten en una de los más destacados activistas
políticos-culturales en el mundo hispano” (Revista Nexo Nº 9, 2012, Instituto
de Estudios Hispanos de la Universidad de Gran Palma, Canarias), por su
“Manifiesto de los Indignados de la Cruz del Sur”. En el año 2004 es nominado
con el premio “Man of the year Award” Cambridge,England.
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