martes, 29 de octubre de 2024

PEDRO CON ALDAMA, FEIJÓO CON DORADO

 

PEDRO CON ALDAMA, FEIJÓO CON DORADO

DIARIO RED

El baile de máscaras que organiza el reparto del poder institucional en el régimen español ha pasado de ser simplemente burdo a ser directamente patético.

 

Alberto Ortega / Europa Press / ContactoPhoto

Durante estos días en los que el 'caso Errejón' ha desplazado prácticamente por completo de la parrilla televisiva al 'caso Koldo' y al 'caso Ayuso', hemos asistido, sin embargo, a un punzante intento por parte de la derecha política y mediática de volver a poner la corrupción del PSOE en el primer plano del debate público.

La portada del periódico El Mundo de este lunes —el día en el que da inicio lo que los estadounidenses llaman 'el ciclo de noticias'— se dedicaba prácticamente al completo a una foto que se habría hecho Pedro Sánchez con el principal imputado en el 'caso Koldo', el empresario corrupto Víctor de Aldama, en el backstage de un acto electoral en Madrid en 2019. Otros periódicos digitales de derechas, publicaron también fotos con el correspondiente círculo rojo rodeando la cara de Aldama en las primeras filas del auditorio del mismo evento o, más significativamente, en una celebración electoral en Ferraz.

Apoyándose en estas noticias, el PP, con Alberto Núñez Feijóo a la cabeza, ha vuelto a pedir la dimisión de Pedro Sánchez como supuesto conocedor de los manejos de la trama. En vez de razonar que José Luis Ábalos fue, durante muchos años, la mano derecha y la persona de máxima confianza del presidente, tanto en el partido —donde desempeñó el puesto de secretario de organización, con acceso a todos los secretos del PSOE— como en el gobierno —donde ostentó la cartera con más financiación territorial de todas; la de Transportes— y que resulta inverosímil que, en estas circunstancias, Sánchez no conociera las actividades de Ábalos (toda vez que, además, nunca explicó los motivos de su cese fulminante en 2021), en vez de llevar a cabo este razonamiento lógico que todo el mundo puede entender, el PP y Feijóo han decidido apoyar ahora su petición de dimisión en un documento gráfico que —por mucho que una imagen valga más que 1000 palabras— no deja de suponer una evidencia mucho más anecdótica y débil que lo que acabamos de mencionar.

Por su parte, el PSOE ha salido completamente a la ofensiva, recordando las famosas fotos de Alberto Núñez Feijóo veraneando con el narcotraficante Marcial Dorado (una referencia, por cierto, que el propio PSOE tachaba de "ruido" con el ceño fruncido cuando la hacía Podemos al principio del mandato de Feijóo al frente del PP y toda la progresía mediática intentaba vestir al gallego con ropajes de moderación y de 'hombre de Estado'). De esta manera, todos los portavoces del PSOE han repetido al unísono que uno no elige las fotos casuales que se hace en un acto, pero sí elige con quien veranea. El ministro Oscar Puente —encargado de ser el que lleva, siempre, más lejos que nadie el argumentario defensivo-ofensivo del PSOE— llegó a publicar en redes sociales un montón de fotos con personas famosas en diferentes eventos, animando al resto de los usuarios a que hicieran lo mismo.

La línea repetida por los portavoces, así como la performance del ministro Puente pasaban por alto el hecho de que Víctor de Aldama también había sido fotografiado en una fiesta electoral en la sede de Ferraz, lo cual sí es indicativo de que tenía un acceso importante al interior del PSOE. Pero mucho más que ese pequeño detalle, lo más disolvente de la estrategia de unos y de otros es que vuelve a tomar el formato —ahora con fotografías— del clásico "y tú más" bipartidista. Una táctica extremadamente mediocre que consiste en optar por acusar al otro de ser más corrupto que tú en vez de negar tu propia —e innegable— corrupción.

Con el último episodio de las fotos, todo el mundo tiene claro que la corrupción en España es cosa del PP y del PSOE. "Bipartidismo: unos te roban y los otros lo mismo", es una frase que empieza a sonar cada vez más en las redes y que tiene resonancias con alguno de los lemas que la gente repetía hace más de 13 años, el 15M de 2011

De hecho, y ahora que vuelve a haber movimientos importantes en la izquierda, es necesario recordar que esto es exactamente lo que intentaron hacer, con falsedades, con bulos, con lawfare ejecutado por jueces y policías corruptos, con violencia política y mediática y con horas y horas de difamación en la radio y en la televisión, contra Podemos. Eso es exactamente lo que representaron las cloacas del Estado y la 'policía patriótica' que ejecutó el PP y de cuyos efectos antidemocráticos se aprovechó el PSOE: el intento de meter a Podemos en el cajón del "todos son iguales". Sin embargo y con el archivo definitivo del infame 'caso Neurona', no solamente la espuria operación política ha sido abortada y todos los que la alentaron desde los gobiernos, desde la judicatura y desde los medios han visto incinerada su reputación, sino que además la sociedad española ha sido vacunada para no volver a creer los mismos bulos cada vez que la vieja operación se vuelve a intentar tímidamente.

Con el último episodio de las fotos, todo el mundo tiene claro que la corrupción en España es cosa del PP y del PSOE. "Bipartidismo: unos te roban y los otros lo mismo", es una frase que empieza a sonar cada vez más en las redes y que tiene resonancias con alguno de los lemas que la gente repetía hace más de 13 años, el 15M de 2011. Pero no solamente se parece la operativa de los dos partidos dinásticos del régimen del turno del 78 en lo que respecta a la corrupción como forma sistémica de gobierno. El PP y el PSOE también coinciden en su apoyo férreo a la monarquía, a la OTAN, a los privilegios económicos del 1% más pudiente de la población, a una política racista y contraria a los derechos humanos en materia migratoria, al genocidio en la Franja de Gaza o a la gestión neoliberal de la vivienda como un bien de mercado. Por eso es tanto más patética la táctica del "y tú más" escenificada estos días con el intercambio de fotos: porque ya todo el mundo sabe que no es otra cosa que un simulacro de enfrentamiento entre dos proyectos de país que tienen muy pocas diferencias. Si para algo ha servido la emergencia de fuerzas como Podemos durante esta última década es para que el baile de máscaras que organiza el reparto del poder institucional en el régimen español haya pasado de ser simplemente burdo a ser directamente patético.

 

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