CUANDO PIERDE DA UNA COZ
El Balón de Oro al mejor jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree tan bueno que ni siquiera ha felicitado al que lo ha ganado
Es una
pena no tener las imágenes de Florentino liándose a patadas con el tren de
aterrizaje del vuelo que le iba a llevar a París para regodearse de otro premio
más. Ferri y él intentando volcar la nave. Es muy burdo pero hay que volcarla,
cojones. Iñaki López diciendo: Ione Belarra ha votado en contra, por eso no
salen los números, putos podemitas.
Aunque no te guste el fútbol seguro que te has enterado de que el mundo confabula contra Florentino (Pérez, no el otro) y el Real de Madrid. Podrían tener 40 Champions (o Copas De Europa) pero solo tienen 15. Se retuercen de dolor. Bielsa también. Esta semana le han dado dos premios muy buenos, mucho buenos, pero ellos querían tres. Todo les sabe a poco, a moco. Son insaciables. Si no quieres sopa tampoco dos tazas, quieren tres. Mafalda no haría carrera de ellos. Quieren ganarle al cinquillo a su abuelo que tiene Alzheimer, en la residencia. Así son y así se lo hemos contado. Buenas noches y saludos cordiales.
El Balón de Oro al mejor
jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree tan bueno que ni
siquiera ha felicitado al que lo ha ganado
El Balón
de Oro al mejor jugador del año no se lo han dado a ese muchacho que se cree
tan bueno que ni siquiera ha felicitado al que lo ha ganado. Pelé a su lado es
un mierda, Garrincha ni te cuento. Vini J.R. se llama, tiene nombre de cantante
(Vinicius) pero desafina mucho. Desafinado va, volando voy. Se le ha visto en
varios partidos recordándole a rivales de equipos mucho más humildes que él ha
ganado no sé cuántas Champions. —Yo tres, tú nada—. Si bwana, lo que tú digas.
El fútbol es no es cosa menor, como la cerámica de Talavera. Es un deporte de
equipo. Futbol 4: Veleta, Durruti, Ascaso y García Oliver. Los Solidarios, los
solitarios. Igual ponemos a Federica de portera que no vea cómo paraba a
Stalin, la araña negra.
Pues eso
que no le han dado el Balón de Oro a la Casa Blanca. Llora Floren, llora
Burdoman, llora Trump y llora Komala. Pero ojo que ese galardón no lo decide
una banda de dirigentes borrachos y puteros en un despacho, no. Lo eligen
periodistas de 100 países de todo el mundo. Eligen al mejor jugador del año
pero también al que haya demostrado mejor Fair Play (valores, juego limpio,
llámalo X). Y, oh chorpecha, no se lo han dado al 7 del Real Madrid. Ahora
aparece Jeanette en escena y canta: ¿Por qué será? —Yo tengo tres Champions y
tú no tienes nada, tengo tres ovejas en una cabaña, pringao’—.
Whatever
will be, will be. El Madrid decide no embarcar hacia París porque no le han
dado el gordo de la lotería que no es lotería sino es sentido común. Votan
hasta periodistas de Bután (vuelvo a recomendar la película “El Monje y el
rifle”). Y yo de un tío o una tía de Bután me fío. Del caserío o del baserri
nepalí me fío. Pero el caso es que al Madrid SÍ le otorgan el premio al mejor
equipo del año y al del mejor entrenador del año. Ancelotti, ese ser de luz,
tampoco ha ido a recibir su premio. Otro farsante. ¿Pero qué mierda es esta?,
ha debido de decir Ferrintino (llamémosles ya así para no estar diciendo Ferri
y Floren todo el tiempo). Imagínate si al equipo de tu tierra (sea el Rayito,
el Real Unión de Irún o el Sanluqueño) le dan el premio al décimo octavo equipo
más esforzado de su región… Se monta una gran fiesta, pasacalles, la rúa y visita
a la concejala de cultura y festejos. Tiran la casa del tonto del pueblo por la
ventana. El tonto que llegará a ser presidente del Madrid algún día, o del
gobierno (que pal caso es lo mismo).
Tenemos
tan poco que celebrar que hacerle una peineta a dos premios porque no te han
dado otro más es del género gilipollas. Karl Marx, ese extremo izquierda del
Bayern de Munich, se retuerce en Londres y hace una chilena en plena lluvia.
Pero ellos son así. Se cagan en la historia de un club que fue ejemplo durante
la República, el golpe de Mola y la guerra incivil. Este texto va encabezado
por la foto de la plantilla del Real Madrid puño en alto durante un partido
jugado en esos años. Muchos jugadores fueron fusilados, otros se tuvieron que
marchar no sé si en el Winnipeg o en qué chalupa, pero se tuvieron que pirar
para no dormir ahora en una puta cuneta o fosa común.
Ferrintino
se ha cagado en el himno del Real Madrid. No en el del Plácido Weinstein
Domingo ni en el del niño bonito de PRISA. Ferrintino ha hecho trizas el ya
llamado “himno de las mocitas”. Esas señoras que iban a Chamartín alegres y
risueñas cuando al fútbol solo iban machirulos que echaban el pestillo por
dentro del estadio. Ese equipo que tenía en su escudo una banda morada
(republicana o comunera, quién sabe) y ahora es azul, azul División Azul.
Florentine Española y de las JONS. Aquí expongo en cinco puntos el método por
el que al no subirse al avión Ferrintino se bajó los pantalones para cagarse en
la pista del Aeropuerto Barajas Adolfo Suárez Torcuato Fernández Miranda de
todos los Santos en el mítico himno del equipo que llegó a una final de la Copa
de Europa en 1981 con gente que se llamaba García. Pérez los hubiera fusilado
(es un decir). Aquí o te llamas Tchouaméni o no tienes nada que rascar. Vamos
con la lista de decesos:
1- A
tomar por culo el “Caballero del honor”.
2- A
tomar por culo el “a triunfar en buena lid”.
3- A
tomar por culo el “cuando pierde da la mano”
4- A
tomar por culo el “sin orgullos ni rencores”
5- A
tomar por culo el “como bueno y fiel hermano”
Cuando
pierde te da el pie, que es más sano, o una coz directamente. Camino al honor
va en burro y de orgullos y rencores saben mucho. No hay nada más qué ver los
vídeos contra los árbitros que Ferrintino encarga cada semana a Real Madrid
Televisión. Que el Madrid se queje de los árbitros es como si una niña de Gaza
se queja de la asimetría del cuadro de su habitación destrozada por los misiles
sionistas que se fabrican en España o el niño gazatí que se queja porque no
sale agua de Vichy por el grifo del fregadero de la cocina que ya no existe
porque voló anoche por los aires por un misil sionista fabricado en
Extremadura. Misil, bomba de mano, granada, lo que sea que fabriquen en estos
templos del exterminio mundial. Made in Spain, ya tú sabes Óscar Bridge.
Hasta el
mítico Bernabéu (que por más que echara a Millán Astray del palco y fichara al
maoista de Paul Breitner era un tipo conservador o facha) no hubiera hecho el
tremendo ridículo de no acudir a París. Gento, Puskas, Amancio y Di Stéfano
seguramente hubieran ido andando o en bicicleta con Federico Martín Bahamontes
si hubiera hecho falta. Nadie le para los pies a estos dos locos, ni siquiera
Pirri (el presidente de honor). Un servidor, un siervo, un esclavo. Padrino
Búfalo.
¿Es más facha el Real Madrid
de ahora que el que ganaba casi todo con Franco en el palco, con el culo
blanco?
¿Es más
facha el Real Madrid de ahora que el que ganaba casi todo con Franco en el
palco, con el culo blanco? Empate en Las Gaunas. Ahí lo dejo. Que sí, que el
Barça condecoró no sé cuántas veces al genocida. Que sí, que el Madrid no lo
ganaba todo, el Atleti (que era el equipo de los aviadores del bando sublevado)
también ganaba cosas. Los colchoneros hacen cosas (lo saben en Donosti y en A
Coruña). Pero lo del Madrid de ahora es un delirio, un asco. Luis de Carlos
debe estar retorciéndose junto a Miguel Muñoz y Ricardo Zamora.
No quería
irme sin recordaros que el Balón de Oro que no le han dado a Vini J.R. se lo ha
llevado un pedazo de jugador como Rodri. El motor de la selección y del City.
Un tío sencillo, que conduce un coche normal y no es una pasarela Cibeles
andante. Su gran pecado fue gritar “Gibraltar español” al más puro estilo
Ortega Smith. Pero ya sabemos que salvo el Panda Iglesias (¡anda! se apellida
Iglesias también) hay mucho facha entre los futbolistas. Tienen conciencia de
clase, la clase elegida, el pueblo elegido. Tanto tengo tanto valgo y te lo
restriego en las narices. Paul Breitner vuelve ya. El capitalismo es un tigre
de papel, papel higiénico. Yo en la vida soy como Julio Salinas ante Gianluca
Pagliuca. Si yo quería hacer una vaselina pero me aturullé.
Al Real
Madrid que va de equipo español, muy español, se la sopló que el premio lo
recibiera un jugador español y madrileño, ese jugador al que aplauden cuando se
calza la casaca roja. El mundo del fútbol es así de idiota. Por eso hago caso a
un amigo rosarino y ya solo me gustan los mundiales. Donde esté un
Alemania-Egipto que se quite un Sturm Graz-Slavia de Praga, me dice mientras
nos zampamos una fugazzeta en la pizzería Novecento.
El Balón
de Oro femenino se lo llevó Aitana Bonmatí, pero eso al Madrid le da igual
también porque no es madrileña y porque es mujer. Al fútbol femenino también
llegaron tarde (como a lo de Rubiales, como Yolanda). Uno siempre llega tarde
donde nunca pasa nada pensaron. Tampoco son españoles muy españoles ninguno de
sus jugadores titulares ni suplentes de los últimos partidos y no pasa nada. El
único español habitual en su alineación es votante confeso de Santiago Atascal
(con T) y le dio la mano a Sánchez en la Moncloa como quien toca una merluza
que se sale del cucurucho de papel de la pescadería. El equipo más español del
mundo no tiene apenas jugadores nacidos en Madrid, ni siquiera en Hurones de Castroponce,
provincia de Valladolid.
Fichan a
golpe de talón, fichan cromos. Quiero a Pelé, Gullit, Zidane, Francescoli,
Best, el Káiser, Totti… cromos. El Madrid nunca hubiera fichado al Diego ni a
Riquelme. Gente indómita, magos del balón. Ni hablar del Trinche Carlovich o de
Mágico González. El fútbol se ha quedado en eso, una pena. Una fábrica de hacer
chorizos o chóped. Cromos, hombres de Cromagnon. Menos mal que ha aparecido un
loco alemán en escena (Hansi Flick) y ha reseteado todo o casi todo. La Masía
on fire. En cada partido del Barça aparecen seis, siete y hasta nueve jugadores
de la tierra, incluyendo a compañeros racializados y de lugares tan bonitos
como Canarias o Betis (¿o es que Betis no es un lugar?). De Algeciras a
Estambul. Perfumaditos de brea (nunca entenderé esta frase del noi del Poble
Sec).
El Real Madrid de Ferrintino
es como ese niño que todo conocemos o conocimos que siempre traía el balón de
reglamento porque su padre y su madre tenían pelas, muchas pelas
El Real
Madrid de Ferrintino es como ese niño que todo conocemos o conocimos que
siempre traía el balón de reglamento porque su padre y su madre tenían pelas,
muchas pelas. Ese niño que de tanto vivir entre algodones no sabía ni controlar
el balón, ni pasar, ni defender, ni marcar, ni parar, ni traer el botijo del
agua. Entonces nadie le pasaba la pelota y eso generaba un cisma. En un campo
lleno de flores silvestres, malas hierbas, agujeros de los topos y con dos
palos torcidos como portería ese chaval cogía las de Villadiego y se piraba.
—Si no me pasáis el balón me voy—. Lo peor es que se llevaba en la mano el
balón de reglamento. Todos mirábamos al balón, estaba en el reglamento mirar al
balón siempre. Aunque Cruyff y Laudrup nos enseñaron a no mirarlo tanto.
La imagen
del niño ricachón yéndose campo a través, cuesta arriba, junto al almendro en
flor camino de su casa nos fastidiaba la tarde, la semana. Entonces se habría
un debate que ni La Clave de Balbín. Las opciones eran las siguientes:
1- Liarse
a hostias y quitarle el balón.
2- Liarse
a hostias y no quitarle el balón.
3-
Prometer pasarle el balón, no pasárselo y apurar unos minutos más hasta que se
hiciera de noche.
4-
Prometer pasarle el balón y pasárselo para detrimento de la salud mental de
todos y la de Garrincha.
5- Ponerle
de portero y decirle que en cuanto le metieran gol podría entrar a jugar como
una persona normal. Y por supuesto… no meterle gol.
6- Irnos
a casa e intentar hacer una “vaca” para comprar un balón de segunda mano en
casa de “Perdiz” (el hombre que tenía un taller de bicicletas clandestino en
una casita baja que recordaba a la peli “Volver” de Almodóvar)
Como os
imagináis siempre ganaba la opción 1, con la variedad de que en vez de hostias
eran amenazas de tirarle al pilón o ponerle una bomba lapa bajo la bicicleta.
Al final accedía y se quedaba mirando el partido. Ser espectador tampoco es tan
malo. Siempre le devolvíamos la pelota con cariño (aunque llena de barro), le
dábamos unos toques en la espalda y le instábamos a entrenar entre semana
aunque fuera en su cancha de squash con suelo de parquet. Nunca nos hizo caso.
Como el Real Madrid, siempre a lo suyo. Pero la pelota era suya, y lo sigue
siendo.
No me
imagino a un actor o actriz no yendo a los Oscars porque tiene la mínima
sospecha de que no se va a llevar la estatuilla. Al menos haz como Brando y
envía a Sacheen Littlefeather. El Madrid podría haber enviado a Prosinecki
fumado a recoger el no premio de Vini. —Hola soy Prosikito, vámonos de fiesta.
O podría haber enviado a Aznar (que habla como Butragueño y viceversa) a decir
que hay armas de destrucción masiva en París y que había que suspender la gala.
Los premios se hacen para que los gane el Madrid o no se hacen. A jugarrrrrr.
El único
español que había recibido el Balón de Oro hasta ayer había sido el mítico
interista y culé Luis Suárez. Ni Xavi, ni Iniesta, ni Iker consiguieron rozar
el galardón con la yema de los dedos de la mano de Dios. Cuando al fin la
España de Florentino, Roig y Amancio (el otro) lo consigue resulta que al dueño
de ACS no le cuadra porque no es uno de sus jugadores. El jugador español de
Schrodinger, que cuando es del Real Madrid está vivo pero si es de otro equipo
está muerto. Atado y bien atado o no nos conviene, sorry.
Así se escribe la historia del
imperialismo, del capitalismo. Tu vecina tiene una hija o un hijo que sueña con
jugar en el equipo de su ciudad (porque no vive en un pueblo) y no puede porque
los dos equipos de su ciudad solo cogen a gente que viene de otros lugares (y
no precisamente en patera) y cobran una pasta gansa
Y así se
escribe la historia del imperialismo, del capitalismo. Tu vecina tiene una hija
o un hijo que sueña con jugar en el equipo de su ciudad (porque no vive en un
pueblo) y no puede porque los dos equipos de su ciudad solo cogen a gente que viene
de otros lugares (y no precisamente en patera) y cobran una pasta gansa. El
fútbol debería ser La Masía en vena, Lezama en vena (sin pescar en aguas
internacionales donostiarras), Vallekas y Villa Fiorito. Sobre todo Villa
Fiorito. Maradona con su primer sueldo llevando a su madre (Doña Tota) a tomar
una pizza o dos con una Cocucha (Coca Cola, perdón por el no boicot) de litro a
la pizzería La Rumba en Nueva Pompeya. Eso es la vida, para todo lo demás
Operación Chamartín. La vida es el Trinche Carlovich rompiéndose la testa
contra el suelo mientras le roban la bicicleta. Adiós a la pesca, adiós al
doble caño, adiós a no querer ser estrella ni ejemplo de nada. Adiós al puto
balón chapado en oro. El torneo de La Galleta mola más.
Si
hubiera sido por Ferrintino Maradona no hubiera existido. No hubiera existido
Doña Tota, ni Cebollitas, ni Argentinos Juniors (fundado por anarquistas
españoles) ni Napoli, ni Shilton, ni el puto día en el que vi cómo se llevaban
al Diego en Boston al control antidoping más hdp de la historia del mundo
mundial. Efedrina la que llevo aquí colgada. Maldito Havelange.
Si
hubiera sido por Ferrintino las Islas Granadinas tendría equipo de fútbol e
Iñaki López sería su presidente. Recuerden que a esta gente se les escapa la
tortuga. Como decía Marado (le falta el na porque así lo cantan en La
Bombonera) la pelota no se mancha. La pelota no es suya. La pelota para quien
se la trabaja. Trinches del mundo uníos. Quien dice pelota dice bola de papel
de aluminio, mandarina, manzana verde o uva Tempranillo. Pero, por favor, que
de fondo suene siempre “Life is Life”
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