LA DERECHA SALE DEL
ARMARIO
SATO DÍAZ
Esteban González Pons, Vera Jourová y Félix Bolaños.
Europa Press
La quietud de Vera
Jourová, vicepresidenta de Valores y Transparencia de la Comisión
Europea, es, cuanto menos, enigmática. Un pantocrátor liberal que
contempla, desde la cima del mundo occidental, cómo Esteban González Pons,
abajo a su derecha, y Félix Bolaños, a su izquierda, rubrican el pacto.
Liberales, conservadores y socialdemócratas, todos junto, un poso atávico. PP y
PSOE, bajo el manto azul estrellado de la UE. ¡Qué emoción, suena la Oda a
la alegría de Ludwig van Beethoven! O no, espera, ¿es el himno de España?
¡Qué más da!
Jourová casi se mueve. Insinúa una sonrisa que no se sabe a ciencia cierta si es tal o mueca. ¡Es la Monna Lisa! ¡La Gioconda de Leonardo Da Vinci! Las manos entrecruzadas a la altura del pubis... y esa sonrisa. PP y PSOE, y nadie más, acuerdan la renovación de un CGPJ que lleva secuestrado por la derecha más de cinco años en Bruselas: el cuadro es excepcional. La paradoja es que en las elecciones europeas del pasado mes de junio no fue a votar, en el Estado español, ni la mitad del censo.
Un bipartidismo que
acuerda y deja fuera al resto del espectro político del Estado, que tendrá que
tragar. Cuestiones de Estado. Sumar (o lo que sea) tendrá que ponerse las pilas
de una vez. O bueno, ya para después del verano, de las vacaciones.
Simultáneamente, el rey Felipe VI desarrolla una gira por Lituania, Letonia y
Estonia. El monarca visita las tropas desplegadas en el tenso Flanco Este de la
OTAN. Margarita Robles casi se pierde el pastel. Bipartidismo, PP, PSOE, el
rey, la OTAN, la UE y los jueces. El horizonte es oscuro. Tiempos de guerra.
Tiempos de orden.
¡Échense los condones a la cartera por si se tercia; pónganse los tacones, que salimos a bailar; llenen las copas de champán, que vamos pronto a brindar! Se avecina fiesta. Fiesta en los platós, en los estudios radiofónicos, en los papeles. Esta semana han coincidido desde Federico Jiménez Losantos hasta Àngels Barceló, desde las teles de la caverna hasta los canales progres. Acuerdo, fiesta y a bailar. Se han quedado fuera del nuevo CGPJ las propuestas comunistas, de Podemos, de independentistas, premisa indispensable para que el chotis arranque a sonar en las frecuencias de la derecha. Alberto Núñez Feijóo es ese hombre moderado, de derechas pero moderado, contrapuesto a Isabel Díaz Ayuso, que tiene visión de Estado, este es el valls en las cadenas progres.
Ayuso quedó enganchada
en la visita de Milei la semana pasada a Madrid. Feijóo condenaba el
intento fracasado de golpe de Estado militar en Bolivia contra el Gobierno
de Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS). El gallego exigió que la
democracia debe respetarse: "No se puede quebrantar el orden
constitucional". Feijóo le ha tomado gusto esta semana a jugar a ser un
hombre de Estado y en los mentideros progres no dejan de lanzar petardos por
las ventanas, como si fuera una constante celebración de la Nit de Sant Joan.
Hay tertulianas y tertulianos de izquierdas que ansían más que el PP parezca un
partido democrático a que las izquierdas cumplan con sus obligaciones
programáticas en favor de la justicia social.
María José Catalá, la alcaldesa popular de València, comparaba esta semana a las
personas LGTBIQ+ con enfermas, al negarse a colgar la bandera del arco iris en
la balconada del Ayuntamiento porque tampoco lo hace en las conmemoraciones de
días dedicados a enfermedades. En Sevilla, también gobernada por el PP, se han
vaciado de contenido político y reivindicativo los actos organizados por el
Ayuntamiento para este Orgullo LGTBIQ+. En Huelva, donde la alcaldesa Pilar
Miranda también es del PP, han decidido poner a bailar a dos langostinos de forma
acaramelada para el cartel del Orgullo LGTBIQ+. La bronca le ha venido, a la
corporación municipal, sobre todo desde el lado de las gambitas. La gamba
blanca de Huelva no se ve representada en un cartel que ha dado protagonismo al
langostino de Sanlúcar.
En Madrid, el cartel
del Ayuntamiento presidido por José Luis Martínez Almeida relaciona el Orgullo,
momentos reivindicativos para los derechos del colectivo LGTBIQ+, con condones,
tacones y copas. La derecha pactista con el PSOE es la misma derecha lgtbifóbica
de siempre. Los carteles que cuelgan de las farolas de la capital no sirven
para reivindicar el derecho de las bolleras a adoptar pese a Meloni; de
las trans a autodoterminarse pese a Ayuso y a algunas clásicas del PSOE;
y de las marikas a ir de la mano por las calles pese a Putin y Orbán. No
sirven para eso. Igual es que estamos celebrando la fiesta, la fiesta del pacto
de la Monna Lisa, del bipartidismo.
Échate los condones a
la cartera, ponte los tacones y llena la copa. La derecha ha salido del
armario. Esta noche se sale a celebrar.
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