ESPAÑA, MARTA SÁNCHEZ Y
EL ESPÍRITU SANTO
JUAN CARLOS MONEDERO
A lo mejor,
la derecha de este país algún día aprende, se quita ese afán de venganza contra
los que les disputan el sentido del país y permite nuevos consensos. Pero no lo
ponen fácil. Su idea de España sigue siendo la del siglo XIX. Y la
fanfarronería inconsciente con que lo hacen, no se moderniza. Creen que solo
les corresponde a ellos dictar los contornos de la patria y se les puede llenar la boca y las muñecas de España al tiempo que
tienen los dineros en Suiza o roban de lo público. En el fondo, para ellos
España es ese país donde se vive “de puta madre” porque se lo financian muchas
madres, padres, hijos y Espíritu Santo.
Hoy andan
como locos porque Marta Sánchez ha cantado una letra de la Marcha de Granaderos, esto es, el himno actual de
España, que es el mismo que había en el franquismo y es el que sonaba en la
consagración en la misa durante Alfonso XIII. Como himno, dicen los que
saben, es de una mediocridad apabullante, precisamente porque no es un
himno, sino una marcha militar que solo sirve para marcar el paso. Algo que
encaja muy bien con la idea de España del PP y de Ciudadanos: simplona,
uniforme y marcada a ritmo de tambor.
Lo
mejor del himno hasta hace dos días era que a las nuevas generaciones les
resbala Alfonso XIII, Franco y la Consagración incluso de la Primavera, pero la derecha tiene esa capacidad de
actualizar sus barbaridades y hoy quieren volver a darnos en la cabeza con la
letra de un himno que le gusta a Rajoy y a Rivera, mientras que a otros
nos parece que vuelve a dejar fuera a más de media España, Dios mediante. Y
algo que no era un problema, como la inmersión lingüística en Catalunya, se
vuelve un problema.
Méndez de
Vigo dice que quiere aplicar el 155 para intentar prohibir el catalán. Marta Sánchez dice que no pide perdón por su España, cuando la
única manera de que nos reconciliemos los españoles será cuando los que han
hecho barbaridades y los que las justifican pidan perdón. Los
franquistas todavía no lo han hecho. Ahí está el Valle de los caídos y nuestro
Parlamento que aún no se ha disculpado en el pleno por el golpe de 1936. Y ahí
están 114.000 españoles en fosas. Desde Miami, a Marta Sánchez no le llega el
llanto de los fantasmas.
Rivera y Rajoy,
que adoran la letra de Marta Sánchez porque son igual de cursis, carcas y
decimonónicos, se pelean por ver quién odia más a Catalunya, como si no fuera
España siendo Catalunya y hablando en catalán. Primo de
Rivera ya prohibió la lengua, Franco veía rojos en cualquier Jordi o Jon, Wert
quería españolizarles a regletazos y Méndez de Vigo surfea con el 155 como
tabla.
Marta
Sánchez le da las gracias a Dios por ser española. A unos, Dios les hace nacer
en unos sitios y a otros en otros. Así que hay poco mérito en nacer en aquí o
allá. El mérito está en construir patria
logrando que la patria, nos cuide a todos. En cambio, cuando odias haces una
elección. Marta Sánchez ha elegido vivir en Miami y desde Miami echa de menos
una España que envejece como los Ateneos.
Eme punto
Rajoy vuelve, como siempre que tiene dificultades, a la bandera y quiere que
hablemos del himno. González Pons, que es un chico de los recados con mala
conciencia, quiere oírlo en el Open de tenis. Imputados, pero que muy
imputados, como Ricardo Costa van a juicio con la banderita española en la
muñeca, para dejar claro que ellos roban a España sin dejar de ser muy
españoles. Rivera se envuelve en la bandera y vibra con una letra (a
la que él hubiera añadido una frase de Suárez o un mensaje de Kennedy),
mientras sostiene a los corruptos del PP. Patriotas de pacotilla dicen que
quieren morir en España aunque paguen impuestos fuera.
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