miércoles, 14 de febrero de 2018

DESPACITO....


DESPACITO....
DUNIA SÁNCHEZ
Despacito, con la lentitud de los años sube las escaleras. Sus sábanas blancas tendidas a un sol meditativo si quedarse o no. El viento.  A ras de su rostro pálido, a ras de su cuerpo menudo, a ras de su delantal de años, a ras de unas manos temblorosas por lo gélido de su desafío. El viento. Solo él y un sol dubitativo , incluido en su día a día. Mira la bóveda celeste, grandiosa, perfecta, bella, y se mece con una canción que le viene a la memoria. El viento, es pesado, es tétrico. Traerá las nubes y el sol se marchará por unos instantes. Lloverá o no lloverá. Huele, olfatea y sabe que lloverá. Sus sábanas blancas…mudas, mojadas no las podrá recoger hoy y quizás ni mañana. Le da igual. El viento. Ella sigue en con toda pulcritud tendiendo. No está cansada. Le gusta esa sensación. El viento. Las nubes. La lluvia. Goterones caen a ras de su rostro pálido, a ras de su cuerpo menudo, a ras de su delantal de años, a ras de unas manos temblorosas. No se resigna. Sentir el ritmo natural de la vida, una vida que se va apagando en el curso del tiempo. Mira la bóveda grisienta, plomiza y por un momento se detiene. Ya está empapada bajo la insomne lluvia. El viento, no quiere irse. Se llevará las nubes, traerá el sol y ella seguirá tendiendo sus sábanas. Así es. Lo agradece. Cierra la puerta y baja cuidadosamente la escalera. Ya bajo su techo mira por la ventana ¿hay alguien por ahí? No lo sabe, solo, el viento. El viento. El sol. Uno haciendo retumbar los cimientos de su casa, el otro dando calor a su silencio. Despacito, con la lentitud de los años su estado de ánimo es neutro. Ni tú, ni yo. Hermética mira por la ventana ¿ cómo estarán sus sábanas? Veleros al encuentro de algún puerto donde la calma emita un largo letargo. El viento…

No hay comentarios:

Publicar un comentario