LA EMPANADILLA DE MÓSTOLES
CRISTINA PARDO
Susana
Díaz presentó este fin de semana la candidatura de Pdro Snchz para las
elecciones del 26J. Es evidente que al líder del PSOE le preocupa su
precariedad interna y, al mismo tiempo, reconoce la autoridad y el tirón que
tiene la presidenta andaluza. Si no, habría elegido a alguna persona con la que
se hable y se lleve bien. El acto tuvo lugar en Móstoles, la localidad
madrileña en la que hacían la mili los hijos de la señora que llamaba a Encarna
mientras freía unas empanadillas. El sketch de 'Martes y 13' es delirante y,
aunque tiene ya algunos años, en mi opinión podría ser siempre una metáfora
perfecta sobre la actualidad política. Millán decía Cincinnati y Josema
entendía Nati ("Sí, sí, Nati también te escucha"). Millán intentaba
encauzar la conversación con la oyente, pero era imposible porque Josema iba a
lo suyo y empezaba friendo empanadillas en Algete con dos hijos en Móstoles y
terminaba friéndose a sí misma y amenazando con quemar Móstoles, donde hacían
la mili las empanadillas. Y ese diálogo tan sumamente absurdo puede servir para
explicar la situación que se vive en Ferraz desde hace meses.
Dos
personas que no se entienden están en Móstoles haciendo ver que sí. Snchz da la
sensación de estar hecho un lío desde el minuto uno de su mandato al frente del
partido. Él decía Algete y el Comité Federal respondía Albacete. Él dice
empanadilla y los barones, emparedado. Él dijo que seguirá aunque pierda y Díaz
puntualiza que no ganar es fracasar. Snchz quiso freír empanadillas con quien
fuera para llegar a La Moncloa y el Comité Federal le dijo que con Podemos y
los independentistas, ni a Móstoles. En el sketch de 'Martes y 13', hay una
frase reveladora: "Te siento muy lejos", le dice la oyente a Encarna
cuando intentan iniciar la conversación.
Es
inquietante la imagen de desunión en el PSOE y lo poco que sus dirigentes se
molestan en disimular. Sobre todo, en un momento tan importante como éste, en
el que se juegan la hegemonía de la izquierda y su supervivencia como
alternativa clara de oposición al PP. Creo que en el matrimonio de IU y Podemos
tampoco es oro todo lo que reluce y que en la formación de Alberto Garzón hay
un malestar latente que seguramente saltará por los aires en caso de que el 26J
no se cumplan las expectativas. Pero la candidatura de Iglesias le está
haciendo ahora dos rotos al PSOE: llevan la iniciativa política y, lo que es
más importante, intentan vender una ilusión -para los que aún se ilusionen-
ante la repetición de las elecciones. Frente a ellos, hay un batiburrillo de
barones defendiendo intereses a menudo contrarios a las consignas de Ferraz,
dirigentes que se ausentan de reuniones internas porque están molestos con
Snchz o diputados que se caen de las listas sin explicar por qué, alimentando
así las dudas sobre la confianza en el candidato. Además, el líder del PSOE, en
un intento de hacerse hueco en la actualidad, ha hecho públicos algunos de los
nombres que le acompañarían en el Gobierno. Son personas veteranas, de tiempos
mejores para los socialistas. Y en mi opinión, esto traslada la sensación de
que el Secretario General necesita rodearse de políticos con enjundia porque su
proyecto es insuficiente. No sé qué le depararán las elecciones a Snchz esta vez.
Pero sí tengo la impresión de que no será nada bueno si cada vez que él dice
Algete, su partido se sulfura y le contesta que Albacete.
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