¡FELIZ DÍA DE LOS TRABAJADORES!
EDUARDO SANGUINETTI,
FILÒSOFO
Me pregunto qué
sentido le asignamos hoy a la celebración del 1º de mayo si en espacio y
tiempo, en eterno retorno, se plantea una situación similar a la planteada hace
un siglo y medio, salvo que en aquel entonces se podía aspirar a superar los
conflictos con una revolución.
Es imposible dar
espacio a una mentalidad revolucionaria hoy erradicada del sentir y pensar de
los pueblos, que viven en estado de anestesia y resignación ante el espectáculo
insano que propone y ejecuta el neoliberalismo, en simulación de un simulacro,
en un espacio de libertad condicional que tiene como marco de ¿legalidad? el
creer existir en una democracia procedimental.
La democracia
procedimental carece de todo contenido ético y no le interesa la defensa de
ningún valor, salvo la coherencia con las normas del sistema de poder: la
democracia reducida a una maquinaria de contenido procesal; nos hemos
transformado en sociedades anónimas.
Eduardo
Sanguinetti, filòsofo
No hay comentarios:
Publicar un comentario