sábado, 11 de julio de 2020

NI VASCOS NI CATALANES


NI VASCOS NI CATALANES
JM AIZPURUA
Canarios: simplemente Canarios.

Por ello nos sobran las “Comunidades Autónomas” que son filigranas para tapar sus nacionalidades y meterlos en la españolidad. Nosotros somos colonia y necesitamos un tratamiento diferente.
Vascos y catalanes tienen un nivel de eurorregión, con la frontera francesa en sus lindes donde además poseen paisanos con los que entenderse en su lengua vernácula.
Nosotros en Canarias tenemos subdesarrollo, miseria, soledad, y enfrente un Sultán que nos mira con codicia.
A nosotros nos falta una descolonización siglo XXI, sin broncas ni motines, atendiendo a las necesidades del 40% desposeído en nuestras islas, como argumento base para que el Estado y la UE entiendan que solos no tenemos posibilidades de revertirlo, sin ninguna de las armas económicas que hoy poseen las eurorregiones y sin una naturaleza que provea de riquezas exportables. Si nos dejan en el Estado y en la UE: deberá ser con compensaciones administrativas para podernos mover y competir en la economía mundial.

Eso se llama inversiones extraordinarias y no por RUP ni Comunidad; simplemente por canarios.
Ser ahora igualitario con las Comunidades, es ignorar que se nos esclavizó, que se repartieron nuestras tierras entre los que nos esclavizaron, que abolida la esclavitud se nos explotó por medianeros, y que el oro americano arribaba a nuestras costas para avituallarse, pero su destino era Sevilla-Madrid. Entrando en 1986 en la UE, llovieron los Fondos de Cohesión, pero ni una gota cayó en las islas: en Península autopistas y en Canarias caminos. Ser ahora “igualitarios” es ofender la inteligencia de los canarios.
Hay grandes empresarios vascos y catalanes, y trabajadores de gran cualificación en sus Comunidades, y fábricas competitivas, pero nosotros en Canarias, partidos en ocho trozos rodeados por la mar, no tenemos de nada, sólo nuestra dignidad canaria y las ganas de progresar, y allí donde tuvimos que migrar, los canarios fueron emblema de trabajo y rectitud y por ello progresamos. Aquí no nos dieron oportunidad. Nosotros en la Salida y los demás llegando a Meta.
Duele mucho escribir esto, sabiendo que los cómplices españolistas se reirán de ello, pero quien ríe el ultimo; ríe mejor. Pronto se les helará la sonrisa.
En el Congreso sonaron altas y claras las voces vascas de Ortzi y catalanas de Tardá y por eso ganaron el respeto de la casta, pero la voz canaria siempre sonó falsa y mendicante, y cosecharon las migajas y sólo cuando eran necesarios al Poder. Hicieron oposiciones a la cola del furgón: y en ella se quedaron. Ellos no; que los traidores siempre fueron bien pagados en Madrid.
Los viejos aprendimos demasiado y yo pienso que llegó el momento de Canarias. Su historia, su dignidad, sus condiciones, deben revisarse a la luz del progreso y posibilidades sostenibles en la economía mundial. Pero ya mismo.



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