martes, 14 de julio de 2020

ABUELITA


ABUELITA
JM AIZPURUA
Como decían mis hijos de pequeños: “abuelita no me dé más la chapa” ¿Le digo yo que sea finlandesa: pues no me diga a mi lo que debo ser?

No entiendo por qué le molesta que yo no sea español, que tan solo mi sentido de pertenencia alcance a mi Tierra Vasca, por nacimiento, “ius solis” y “ius sanguinis”, y por un fuerte arraigo sentimental, irracional pero profundo.
En cambio, su patria España, que entiendo que a usted le vaya bien, a mí no me dice nada pues la considero inexistente en la realidad, un recurso semántico de la casta y los serviles, entre los que como usted se niegan a pensar. Y esa “patria”, esa “raza española” que decía Franco, lleva una pesada carga que yo no estoy dispuesto a llevar.

La expulsión genocida de moros y judíos, la invasión de Canarias y América, la esclavitud, el feudalismo, el saqueo de Ultramar, el arrase de culturas e idiomas con mayor valor que el castellano, el derribo de la Republica por golpe de Estado militar armado, la guerra, la dictadura franquista fascista, pertenecer al Eje y no a los Aliados, el quiebro de la Transición de la derecha que ahora se revela falso, ¿cree usted que son motivos de orgullo y pertenencia?
Pues esos son los hechos que usted defiende como propios desde su supremacismo castellano-españolista, y que yo me niego a soportar.
No me dé más la chapa y váyase a un concierto de cacerolas.
Estamos en 2020 en la democrática Europa, y hay partidarios del Tierraplanismo, antivacunas, pederastas, asesinos en serie: pero a usted solo le molestamos los vascos que no somos españoles.
Desde niños, debido a una tradición oral inmemorial, muchos vascos recibimos un legado nacional que nos diferenciaba de los castellanos que en gran número estaban entre nosotros implantando su visión supremacista e intentando asimilarnos persiguiendo nuestros hechos diferenciales. Esto nos dio y nos da, argumentos para resistir su presión mediática, y el devenir democrático europeísta nos viene dando la razón a los que siempre fuimos más de los Aliados que del Eje.
¿Nos quieren dentro? Pues reconozcan nuestros derechos y nos sentamos a negociar. A palos no lo van a lograr.
La República Plurinacional y Social, sería un buen invento, para no desmembrar la UE, que ya bastante tiene con lo suyo y para dar un respiro histórico a la visión supremacista española, que llevó a su dirigencia, la reina y Cánovas, a participar en la trata de esclavos.
Con “Normas” claras todo es posible y la variedad de controles pondrían a los pesebristas en dificultades y a los Lobbys obligados a repartir. Los cazaconcejales tendrían una labor más difícil, y en general, los asuntos donde todos se conocen tendrían una mejor solución.
Yo hace mucho que no temo a la Inquisición y su condena al ostracismo me resbala; lo que más me gusta es el anonimato. Por eso dejen de presionarme pues no hay nada que me haga cambiar de parecer, y si el mío a alguien le ayuda; seguiré en ello.

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