miércoles, 17 de octubre de 2018

LERDO


LERDO
JM AIZPURUA
¡Viva el vino y la Gran nación de 500 años! ¿A que ya saben de quién voy a escribir? Efectivamente; de ese gran filósofo que descubrió que un vaso es un vaso y un plato es un plato.

Tan brillante trayectoria política e intelectual solo tiene un pero: que es fascista.
Y como el Cid, después de muerto se ratifica en su ideología y nos revela que “a mi me echaron la extrema izquierda y los independentistas” con lo que se desprende que “esa gente” no es válida ni sus votos tienen valor: el pensamiento fascista en su versión clásica de buenos y malos. Después de esa clasificación ciudadana, a los malos ya se les puede hacer lo que sea necesario para que los buenos puedan seguir conduciendo a la patria por el camino de Dios. En Auschwitz dieron con un buen método que afortunadamente los Aliados demócratas y comunistas interrumpieron.
No son demócratas, nunca lo fueron y ahora no van a cambiar, pero nosotros no debemos dejarles entrar en el rebaño sin abjurar de sus tesis: no existe el “fascidemo” ni nada que se le parezca: todos los ciudadanos-as son iguales ante la Democracia.
El irrespeto al cargo según quien lo ocupe es una muestra de fascismo.
Para esta gente solo ellos tienen derechos y a los demás se les tolera si son dóciles y serviciales. De ahí que rojillos de tres al cuarto se vean obligados a proclamar su patriotismo premium para que a su pesebre le sigan llegando municiones.
La sarta de mentiras que sigue desgranando el susodicho filósofo es la de siempre; los puestos de trabajo que creó (2 millones) ocultando que primero eliminó uno, luego en ese puesto metió a cuatro en contratos temporales de horario reducido, y con ese método se rio de la estadística y del precariado.  
Y sigue ocultando que su torpeza fue la que le llevó a la dimisión pues ni los suyos lo querían y prefirieron a “los rojos” antes que él y su banda de inútiles siguieran hundiendo Cataluña sin saber qué hacer con el 155.
¿No habrá nadie, ninguna institución que sea capaz de exigir las responsabilidades a este espécimen de lerdo fascista? Sus idioteces, su falta de carisma, su torpeza que llamó Ruiz a quien era Sánchez, su franquista inoperancia dando la espalda a los problemas y esperando a que se olvidasen, nadando entre la corrupción con escafandra, son unas características gestoras merecedoras de una repulsa general y una ejemplar sanción.
Fue un freno en el Espíritu de la Transición y un acelerador del neoliberalismo, cediendo ante los Lobys y allanando su camino. Los viejos y viejas le debemos que se bebiera nuestra hucha de pensiones; que aproveche Don M. Punto. La suya no peligra y además se sacó un milloncito en la poltrona y ahora que ya está en condiciones de recibir sin el ojo censor encima, seguro que se saca un par de ellos más.
Llámame perro y tírame pan, que diría el lerdo.
No dice hoy que su gestión hace que sus “españoles”, la Gran nación de 500 años hoy tiene un tercio de su población que vive en la zozobra, y en ese ranking de la eurozona la Gran Nación ocupa el número 25 de los 28 Estados y solo Letonia, Lituania, Rumania Grecia y Bulgaria se encuentran por detrás de la Gran Nación de 500 años en lo que podríamos llamar calidad de vida, el estado de bienestar de sus capas populares. Pero ¡atención! ocupa el número 14 en el PIB. No hace falta ser economista para deducir que tanto pobre es producto de los muchos ricos. Hay que repartir mejor.
¿Esto de quien es culpa? ¿De los rojos? ¿De la conspiración judeo-masónica? ¿De Moreno o de Monchito?
Asuma D. Pinocho, que es usted por acción u omisión es el responsable de engañar con su supuesta honradez de pantalla para que los bandidos de siempre esquilmasen los caudales potenciales del Estado.
Es la historia interminable de una casta que si no la paran; no dejará ni las raspas.

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