domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Quién le teme a la Ira Musulmana?


¿Quién le teme a la Ira Musulmana?
por el Equipo de Avaaz - publicado el 22 de septiembre 2012
La portada de una conocida revista norteamericana (ver abajo) muestra a gritos el sesgo mediático que ha estado en boga durante las últimas dos semanas: que el mundo musulmán está ardiendo con ira anti-occidental por causa de un video islamófobo, y que hay hordas de manifestantes violentos en las calles amenazándonos a todos... ¿Pero nos están diciendo la verdad? Ciudadanos y nuevos medios y redes sociales están respondiendo y el blog Gawker ha hecho una gran sátira de esta histeria mediática ofreciéndonos unas imágenes alternativas de la ira musulmana (conocida en las redes como #muslimrage):

  
Siete puntos que se pueden haber escapado entre tanta 'Ira':
Como el resto del mundo, la mayoría de los musulmanes consideran el video islamófobo de 13 minutos, "Innocence of Muslims" (Inocencia de los Musulmanes), ofensivo y además una basura. Las protestas contra el video se han extendido muy rápido, alimentadas por agravios existentes, y comprensibles, contra las políticas americanas y occidentales neo-colonialistas en el Medio Oriente, así como por sensibilidades religiosas en torno a las representaciones del profeta Mahoma. Pero la cobertura de este tema en los medios a menudo omite varios puntos importantes:
  1. Según las primeras estimaciones, en las protestas contra el film han participado entre un 0.001 y un 0.007% de los 1.500 millones de musulmanes del mundo - una pequeñísima parte en comparación con quienes protestaron a favor de la democracia en la Primavera Árabe. 
  2. La gran mayoría de las protestas han sido pacíficas. Los asaltos a las embajadas extranjeras han sido casi todosorganizados o impulsados por miembros del movimiento salafista, un grupo islamista radical que busca debilitar a otros sectores islamistas moderados más populares. 
  3. Oficiales libios y americanos de alto rango se muestran en desacuerdo respecto a la posibilidad de que el asesinato del embajador americano en Libia fuese algo planeado de antemano para que coincidiera con el 11 de Septiembre, en cuyo caso no estaría conectado con el video de la discordia.
  4. Aparte de los ataques por parte de grupos militantes radicales en Libia y Afganistán, un estudio de las noticias generadas durante el 20 de septiembre sugería que aquellos que se unieron a las protestas no habían matado a ni una sola persona. 
  5. Prácticamente todos los líderes más destacados, tanto musulmanes como occidentales, han condenado el video, y prácticamente todos los líderes, musulmanes y occidentales, han condenado cualquier acto de violencia que pudiese cometerse en respuesta.
  6. Durante la visita del Papa al Líbano, en el punto más álgido de las tensiones, líderes del Hezbolá asistieron a la ceremonia papal, absteniéndose de protestar por el video mientras duró la visita, e incluso llamaron a la tolerancia religiosa. En efecto, esto sucedió así. 
  7. Tras el ataque que acabó con la vida del embajador americano, gente común y corriente salió a las calles en Bengasi y en Trípoli con pancartas, muchas de ellas en inglés, pidiendo disculpas por el atentado y diciendo que la violencia no les representa ni a ellos ni a su religión.

Por si lo anterior fuera poco, es necesario destacar la cantidad de noticias realmente importantes que quedaron enterradas la semana pasada para darle cancha a los titulares sobre la 'Ira Islamista' y el choque entre civilizaciones. En Rusia, decenas de miles de personas 
marcharon en Moscú en oposición al Presidente Vladimir Putin. Cientos de miles de portugueses y españoles se manifestaron contra los planes de austeridad, más de un millón de personas 
 Sheikh Abdallah, presentador de TV salafista que difundió el video. Foto: Ted Niete
r
 e of Muslims" fue descubierto y posteriormente difundido con subtítulos por salafistas extremistas, seguidores de un movimiento radical islámico apoyado desde hace tiempo por Arabia Saudita. Producido con un presupuesto muy bajo, el film resultó un fracaso en Youtube hasta que el presentador salafista de la televisión egipcia, Sheikh Khaled Abdullah, (a la derecha) empezó a promoverlo entre su audiencia el 8 de septiembre. La mayor parte de los musulmanes que se sintieron ofendidos por el video, optaron por ignorarlo o protestaron pacíficamente. Pero los salafistas, con sus distintivas banderas negras, instigaron las protestas más agresivas que resultaron en ataques a embajadas. Líderes del Partido Salafista egipcio acudieron a la protesta en El Cairo que acabó en el asalto a la embajada de los Estados Unidos.

Al igual que la extrema derecha en EE.UU. o en Europa, la estrategia salafista es ganarse a la opinión pública, aprovechando toda oportunidad de alimentar la rabia radical y satanizar a sus oponentes ideológicos. Este enfoque se parece al del pastor anti-musulmán norteamericano Terry Jones (el primero en promover el video en Occidente) y otros extremistas occidentales. En ambas sociedades, sin embargo, los moderados son muchísimo más numerosos que los extremistas. Un líder de la Hermandad Musulmana en Egipto (el rival político más poderoso y popular de los salafistas egipcios) 
escribió al New York Times diciendo: "No consideramos responsables ni al gobierno americano ni a sus ciudadanos por los actos de unos pocos que abusan de las leyes que protegen la libertad de expresión”.


Un periodismo serio sobre este tema
Un grupo reducido y solitario de periodistas y académicos han abordado las protestas con el verdadero propósito de entender las fuerzas que las impulsan. Entre ellos, Hisham Matar que describe de forma convincente el sentimiento que se respira en Bengasi tras el asesinato del embajador de EE.UU. en Libia, Chris Stevens, y Barnaby Phillips que analiza cómo los conservadores islámicos manipularon el video en su propio beneficio. La antropóloga Sarah Kendzior advierte de que no debe tratarse al mundo musulmán como una unidad homogénea. El Profesor Stanley Fish explora los motivos por los cuales muchos musulmanes son tan sensibles a las representaciones poco favorecedoras del Islam. La periodista española Olga Rodriguez de eldiario.es se hace también eco de cómo el foco mediático se centra en las protestas por el asunto del video y en una narrativa basada en el choque de las civilizaciones, mientras hay otras manifestaciones y huelgas sin contenido religioso donde participan miles de personas.

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