martes, 11 de septiembre de 2012

EL REGRESO DE LOS MAGUENES.


El vuelo de la pardela

EL REGRESO DE LOS MAGUENES.

Graciliana Montelongo Amador.



Hace días que los podemos ver. Poco a poco se van entonando. Son visibles a todos los caminantes. A todas las miradas que perciben  su presencia. Elegantes y majestuosos se muestran tal como son. Los  hijos de la pitera, regresan. Limpios  de maldad, limpios de  egoísmo.

También regresan los niños al colegio. Cuando  faltan pocos días, para comenzar el nuevo curso escolar, me asaltan siempre tres preguntas: ¿Qué conocimientos van a recibir? ¿Quién  los va a impartir? Da igual la edad del que recibe la enseñanza, da igual lo que elijan para estudiar. Lo importante es que tanto el alumno como el profesor, estén dispuestos a cumplir cada uno con su tarea…
En los primeros tres años de vida, se educa, se forma, un nuevo ser humano. El éxito de tan delicada tarea, depende exclusivamente de la  familia (Pilar del mundo) De la clase de seres, adultos, que lo rodean. Durante esta primordial etapa, el niño absorbe todo lo que ve, todo lo que oye. Cuando se produce la integración en la escuela, descubre otro mundo diferente.  Otras sensaciones, viscosas (la plastilina, entre otras…) olorosas y dolorosas.   
Este año la incertidumbre lo abarca todo o casi todo. Pero la vida sigue y estos chicos tienen que continuar formándose. Hace muchos años que en Canarias la enseñanza, deja  mucho que desear y no lo digo yo. Lo dicen los resultados.
 La palabra, Maestro,  es significado de  persona capacitada para enseñar, para  transmitir unos conocimientos, para eso, ha sido preparado. Y por lo cual recibe un salario. Pero qué pasa si la persona que enseña, no tiene ganas de transmitir  su sabiduría, para formar a los alumnos. Qué pasa si el alumno no tiene ganas de estudiar…  Que  el sistema se viene abajo. Entonces  se tienen que tomar medidas, más severas (Para ambos casos) No podemos dejar que el problema siga siendo cada vez mayor. Hace unos días leí una frase escrita por el hijo del admirado novelista  Alejandro Dumas  (Un hombre que cultivó su educación de manera autodidacta)  que dice así: Quien lee sabe mucho, pero quien observa sabe todavía más. Antes cuando la anterior E.G.B  si en una clase suspendían más de  cinco alumnos, se convocaba a los profesores y se tomaban medidas para mejorar la situación. Hoy es al contrario, suspende la mayoría y no pasa nada. Faltan profesores y no pasa nada. Faltan medios y no pasa nada.  
Pero ¿Tenemos  o tienen  ganas, de corregir estos imperdonables errores?  Esa es la tercera  pregunta que llevo varios años haciendo (Todavía no ha sido contestada, sigo esperando…) Y  la palabra Maestro, para mí, es sinónimo de respeto, para los que un día, me transmitieron conocimientos de mucho valor. Igual que lo hacen ahora  los Maguenes, al regresar majestuosos, después de tanta sequía…   






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